¿Sabía usted que en la Plaza Las Delicias de Ponce existen dos edificios llenos de historia?

Aunque muchos visitantes reconocen el centro urbano de la Ciudad Señorial como uno histórico, tal vez no le prestan mucha atención a la imponente arquitectura de estos edificios que fueron los primeros bancos de la Isla y que aún albergan instituciones bancarias.

Pues sepa que el 20 de agosto de 1917 abrió sus puertas el tan recordado Banco de Ponce, ubicado en una de las esquinas de la calle Comercio, y muy cerca de este, el Banco Crédito y Ahorro Ponceño, fundado en el 1895.

Ambas estructuras con estilo neoclásicas fueron diseñadas por el arquitecto Francisco Porrata Doria y se construyeron entre los años 1923 y 1925.

Como dato curioso entre el antiguo Banco de Ponce y el antiguo Banco Crédito y Ahorro Ponceño se encuentra el pintoresco Callejón del Amor, hoy conocido como Paseo Antonio S. Arias, un paseo peatonal con áreas para que las personas se sienten a disfrutar de la arquitectura y belleza natural del lugar.

El Banco Crédito y Ahorro Ponceño cuenta con tres obras murales del artista ponceño Rafael Ríos Rey, quien se inspiró en los temas del desarrollo agrícola, industrial y comercial de la ciudad en la década del 60.

El Banco de Ponce se distingue por las columnas y ornamentos del edificio, obra del ingeniero Blas Silva. Su también diseño neoclásico incorpora detalles cosmopolitas y ecléticos de la época.

Pero si de edificios históricos en la Plaza de Ponce se trata, también puede visitar el Museo Parque de Bombas, cuyos colores rojo y negro dan la bienvenida a los visitantes desde cualquier punto que se mire. Allí encontrarán historia sobre los primeros bomberos y conocerán un poco sobre otros que lucharon para extinguir un gran incendio en el 1883 salvando a ponceños y sus propiedades.

Este lugar operó como estación de bomberos hasta el 1990 y luego se convirtió en uno de los museos más visitados en Ponce.

El parque de bombas fue diseñado por el soldado del ejército español máximo Meana quien lo diseñó con apariencia de castillo o mansión española de la época.

Así es, que si se da la vueltita por Ponce, ya sea para comerse un heladito, hacer sus compras o conocer su historia, sepa que muy cerca de su plaza existen estructuras con un rico e interesante pasado.