Servicios del Cuerpo Consular son un puente de múltiples vías hacia otras naciones
Desde pasaportes hasta acuerdos de intercambio cultural, comercial, deportivo, educativo o cientifico pueden gestarse en estas oficinas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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En Puerto Rico existe actualmente un Cuerpo Consular que agrupa a cónsules honorarios y generales de 32 países, que representan a los ciudadanos de sus respectivas naciones, cuentan con las autorizaciones pertinentes para llevar a cabo un sinnúmero de funciones, y además sirven de enlace para otra variedad de servicios a beneficio de los países que representan y de Puerto Rico.
“Representamos más de 300,000 ciudadanos e ingresos a la economía de Puerto Rico, de esa gente que vive acá y de las empresas, por más de $3,000 millones. La función consular es muy importante, no solo con el gobierno, con el que mantenemos excelentes relaciones, sino con las personas, con los ciudadanos de nuestros países, y los ciudadanos puertorriqueños”, afirmó Ariel Alonso Oroz, cónsul honorario de la República Oriental del Uruguay y decano del Cuerpo Consular de Puerto Rico.
Alonso, sin embargo, lamentó que mucha gente desconoce lo que hacen los cónsules honorarios, a menudo incluso entre los funcionarios del gobierno local, por lo que extendió una invitación a las personas a informarse, contactarlos y conocer más de su labor y todo lo que pueden hacer para asistir a ciudadanos de los países que representan y a puertorriqueños.
“Acá se hace el pasaporte, cédula de identidad, todo. Acá se hace muchísimo”, comentó Alonso, aunque haciendo la salvedad de que cada consulado tiene un volumen de trabajo diferente, según la cantidad de ciudadanos representados y las actividades de intercambio comercial, cultural, educativo, científico que lleven a cabo.
“Estamos en todo, y en toda la Isla. No es que me digas es solo acá en San Juan. En el caso nuestro, tengo uruguayos en Mayagüez, en Aguada, en Aguadilla, en Aguirre, por toda la Isla. Incluso hasta en las Islas Vírgenes, que es jurisdicción mía también”, comentó.
Alonso explicó que “la función principal del cónsul, es la de darle servicios y proteger a los ciudadanos nuestros”.
“Que alguna persona cae en la cárcel, la función de los cónsules es visitar la cárcel, ir a ver a la persona y decirle, ¿usted está bien? ¿necesita representación? ¿quiere comunicarse con la familia? No es representarlo legalmente, esa función la hará el abogado. Lo nuestro es velar que sus derechos, bajo las leyes del país, se están respetando”, mencionó a manera de ejemplo.
Además, sirven de enlace para las familias en Uruguay, como ocurrió tras el huracán María cuando, en un caso particular le contactaron para buscar a una persona que no aparecía. “Al final, poco a poco, se fue llegando. No solamente la localicé, sino que logré que hablara telefónicamente a través del teléfono mío con Uruguay. Llamé a la persona y le dije, ‘la tengo aquí, déjeme ponerla, que hable, ya después poco a poco nos vamos a ir comunicando, pero están bien’. Esa es la función del cónsul”.
Esa cooperación directa con los ciudadanos, tiene además un componente de servir de traductor en los casos de personas que hablan otro idioma.
De manera recíproca, también han asistido a ciudadanos residentes puertorriqueños que han encarado dificultades en Uruguay, como un accidente, para localizarlo y asegurarse que reciban ayuda.
Además de “ciudadanos de nuestros países”, ante el cónsul también pueden acudir “todos los ciudadanos, en este caso en Puerto Rico, que necesiten información, que vayan a viajar a Uruguay. Cualquier persona puede acudir al consulado de cada país a pedir ayuda o información sobre ese país”.
El cónsul también tiene otra función que es la parte de promover el intercambio cultural, comercial, educativo.
“La parte cultural, exposiciones, promover exposiciones, de un lugar para otro. No es decir todo Uruguay aquí, no, no, lo de Puerto Rico en Uruguay también. En relaciones comerciales, tengo reuniones con la Cámara de Comercio, la Asociación de Industriales, oficiales del gobierno de Puerto Rico en esas áreas, porque nos interesa exportar ciertos productos y nos interesa que Puerto Rico colabore en nuestros productos. Hay que buscar el balance. Eso lo hace el cónsul también. Es decir, son varias las funciones que cumplimos”.
En el caso particular de Uruguay, por ejemplo, aprovechando el avance que tiene esa nación en informática y desarrollo de software, a principios de la pandemia se pudo conectar al Departamento de Salud de Puerto Rico con el Ministerio de Salud de Pública de Uruguay para compartir ideas sobre las aplicaciones de rastreo y seguimiento.
“Esa colaboración directa, eso lo hace el cónsul, que tiene acceso a la Cancillería, a los ministerios”, subrayó Alonso. “Y lo mismo puede ocurrir a nivel del Ballet Nacional de Uruguay con Bellas Artes de aquí, o la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico con la Orquesta Sinfónica de Uruguay, de pintores puertorriqueños. Igual a nivel de empresas, en educación”.
El cónsul aprovechó para destacar que, en el caso particular de Uruguay, “es gran productor de carne, de arroz, de trigo, de soja, madera y también de software. Uruguay también ya está bastante adelantado en (las industrias de) cannabis y energía renovable. Hay mucho en lo que podemos colaborar, yo los pongo en contacto. Y todos mis colegas, todos los cónsules, hacen lo mismo”.
Retomando el tema del cónsul honorario, Alonso explicó que es una figura cuya historia se remonta a tiempos tan remotos como los de la antigua Grecia, “somo personas de la sociedad en donde está el consulado, que el gobierno (del país interesado) nos identifica y nos reconoce”. Luego que ese gobierno interesado le hace el acercamiento para ser cónsul honorario y acepta, se notifica al país receptor y pasa un extenso proceso de verificación y validación por parte de las agencias de seguridad y relaciones exteriores, en este caso el Departamento de Estado, antes de ser aceptados para el ejercicio de sus funciones.
Una vez aceptado, el primer mandatario del país (presidente, primer ministro, rey) o jefe de relaciones exteriores hace el nombramiento de cónsul honorario y le provee al cónsul honorario la Acreditación y la Carta Patente a presentar en la jurisdicción donde ejercerá funciones. En el país receptor le acredita como cónsul, le emite una identificación especial y se le reconoce además unos privilegios de inmunidad diplomática y consular, bajo las leyes internacionales y principios establecidos en la Convención de Viena para relaciones diplomáticas y consulares, que rigen el ejercicio de sus funciones.
Sin embargo, aclaró Alonso, el cónsul tiene que respetar las leyes vigentes en la jurisdicción donde esté. A manera de ejemplo, dijo que, “aunque tengo la identificación consular, me para un policía y me dice, ‘cónsul usted iba a exceso de velocidad’. El que yo sea cónsul, no me inhibe de tener una multa por exceso de velocidad. Nosotros tenemos que respetar la ley como cualquier ciudadano”.
Asimismo, el cónsul viene obligado a no intervenir en asuntos internos de la nación o territorio donde ejerce funciones.
Alonso agregó que esa posición de cónsul honorario, a diferencia del cónsul de carrera, no recibe una remuneración desde el país que representa, ni es un empleado de ese gobierno. Tampoco tienen que ser necesariamente ciudadanos del país que representan como cónsul honorario. No obstante, reiteró, pueden y están acreditados para hacer de las mismas funciones.
El cónsul explicó también que la gente debe entender que un consulado no es lo mismo que una embajada. “La embajada es la mayor representación en un país. Las embajadas alrededor del mundo de un país en otro, están en la capital. Todas las embajadas en Estados Unidos están en Washington. El embajador no hace pasaportes. El embajador es el mayor representante del país que lo envía en el otro país. Y las funciones del embajador son políticas, el embajador es que se sienta para hablar de un nuevo tratado. Toda la parte que sean pasaportes, eso lo hace el consulado”.
El cónsul honorario de Uruguay invitó al público a visitar la página oficial del Cuerpo Consular, www.consularcorpspr.org donde además de presentar a los 32 cónsules honorarios, hay información valiosa y accesos a páginas de interés, así como información de contacto para recibir orientación.
Los países con consulados honorarios en Puerto Rico actualmente son: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Corea, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Países Bajos, Gran Bretaña, Islandia, Israel, Italia, Japón, Malta, México, Noruega, Perú, Portugal, Reino de Tailandia, República Checa, República Dominicana, Suecia, Suiza, Trinidad y Tobago, Uruguay.