Serias irregularidades y negligencia en accidente aéreo de la Guardia Nacional
Familiares de los fallecidos no descartan tomar acción legal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Irregularidades en el seguimiento de protocolos, desperfectos mecánicos y error humano fueron varias de las causas del accidente aéreo de la Guardia Nacional, que le costó la vida a la tripulación de nueve puertorriqueños en mayo pasado, y que se recoge en un informe voluminoso que ya le fue entregado a los familiares de las víctimas.
“Hay mucho bochinche con el asunto de los mecánicos que fueron para allá (Georgia) a reparar el motor del avión y que no hicieron los trabajos. Hay una parte del informe que indica que uno de ellos informó que había que revisar ciertas cosas, reemplazar ciertas piezas que no estaban disponibles y el otro mecánico responde: ‘Fuck it!, este avión lo van a botar’… y ahí no solo iba mi hermano, iban otras ocho personas”, explicó con pesar y frustración el hermano de uno de los tripulantes, quien prefirió no ser identificado.
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Añadió que, según se desprende del documento, los mecánicos involucrados habrían volado desde Puerto Rico para hacer las reparaciones al avión de carga de la Guardia Nacional. Contra ellos hay otra investigación.
El fatídico accidente del WC-130 Hércules ocurrió el pasado 2 de mayo, cuando la nave –que había volado por 60 años– realizaba su último viaje hace un junker de aviones en la ciudad de Tucson, Arizona.
La nave había estado detenida para reparaciones desde el 9 de abril, reveló el hermano del fallecido.
Ese día de la catástrofe, el ayudante general Isabelo Rivera Negrón afirmó que la aeronave había tenido el visto bueno de los oficiales del ejército estadounidense en Georgia para emprender el vuelo hasta Arizona.
A los pocos minutos del despegue, la nave cayó en una carretera de Georgia falleciendo sus tripulantes David Albandoz (copiloto), José R. Román Rosado (piloto en comando), Carlos Pérez Serra (navegante), Jan Paravisini (mecánico), Mario Braña (ingeniero de vuelo), Víctor Colón (life support), Eric Circuns (maestre de carga), Roberto Espada y Jean M. Audiffred.
Otro de los puntos identificados como causa del desastre, según indicó el familiar, fue un error humano.
“Ellos iban a despegar y se dan cuenta que algo no está bien, pero cuando verifican los controles las revoluciones están correctas. De todas maneras, determinan regresar… y ellos (las autoridades) dicen que la tripulación no reaccionó a tiempo, ponen en duda la habilidad del piloto… cuando se te ponen los huevos a peseta lo que tienes son unos segundos para reaccionar y estoy seguro que ellos lo hicieron, pero por más experiencia que tengas, si hay desperfectos mecánicos no hay mucho que puedas hacer”, sentenció el hermano, cuya familia se asesora para tomar acciones legales.
“Cualquier acción que tomemos no me va a devolver a mi hermano, pero sí evitará que algo así vuelva a pasar. La llegada y la información de este informe revivió todo el dolor. Nos dejó con más preguntas que respuestas. No hemos podido cerrar el capítulo”, lamentó.
El informe de la Fuerza Aérea de Estados Unidos revela que también hubo negligencia por parte de la tripulación al no completar el ‘check list’ antes del despegue.
“Eso es lo que dicen… que hubo irregularidades, pero ya no sé qué pensar porque es muy doloroso”, manifestó.
Los nueve tripulantes habrían llegado a Georgia el día antes a bordo de otra nave que también presentó problemas.
El informe completo del siniestro estará disponible en la página web de esta unidad militar: www.amc.af.mil confirmó el mayor Jonathan Simmons, de la Oficina de Asuntos Públicos del Comando de Movilidad Aérea.