El reciente asesinato de Alexa, la mujer trans que fue baleada la madrugada del lunes en Toa Baja, pone en evidencia que a nivel colectivo existe mucho desconocimiento respecto al amplio espectro de la diversidad de género. Y peor aun, de la gran vulnerabilidad que muchas personas como ella, hombres o mujeres, tienen que manejar por sentirse rechazados o incomprendidos.

No es correcto referirse a Alexa como un hombre vestido de mujer, como tampoco un hombre con falda. Así lo afirma de forma categórica el sicólogo clínico Miguel Vázquez Rivera, profesional de la conducta humana que trabaja muy de cerca con personas trans.

Convencido de que la muerte de Alexa fue provocada por el odio y la transfobia, Vázquez Rivera se muestra preocupado ante la posibilidad de que las personas trans sean vistas como enfermas mentales o desajustadas, desatando en otros ese miedo irracional que provoca desenlaces trágicos, como el que tuvo Alexa.

“Esta persona era trans, pobre, sin hogar y padecía de problemas de salud mental, muchas vulnerabilidades que la hacían más propensa a un estrés minoritario”, expresó el sicólogo refiriéndose a esta joven cuya muerte ha conmocionado a muchos.

“Las investigaciones coinciden en que las personas trans se enfrentan al estrés minoritario, que es cuando perteneces a una minoría no avalada u oprimida por la sociedad. Ese estrés genera problemas de salud mental como depresión, ansiedad, uso problemático de sustancias controladas y tendencias suicidas”, explicó.

Vázquez Rivera sostuvo que como sociedad todavía nos falta aprender mucho respecto a la diversidad de género. “Nos crían pensando que solo hay dos géneros, hombre y mujer, que no hay nada entre medio. No se habla nunca de las personas que nacieron de una forma, pero no se sienten cómodas de esa forma. De eso no se habla en la sociedad, ni nuestros padres nos hablan, ni mucho menos en las escuelas. Los intentos que se han hecho para impulsar la educación con perspectiva de género han fracasado porque el gobierno no se ha convencido de su necesidad”, agregó.

Para disipar dudas y aclarar la discusión pública de estos asuntos, el sicólogo explicó que trans es una persona que se siente incómoda con su sexo o el género que le asignaron al nacer. Es decir, una persona nace varón, pero se siente mujer, o viceversa. Ahora bien, no es lo mismo ser transgénero que transexual.

De acuerdo con Vázquez Rivera, el primero se refiere a la incomodidad con el género, mientras que transexual tiene que ver con la incomodidad tanto hacia el género como hacia el sexo biológico.

Por otro lado, hablar de género es referirse a la construcción social que se hace respecto a cómo uno nace.

“Si naces con pene, el género es todo lo masculino que te atribuyen respecto a maneras de comportarte, de vestirte y roles sociales como el trabajo. Lo mismo ocurre para quienes nacen con vagina en torno a lo femenino. El sexo, que es otra cosa, se compone de cromosomas sexuales, órganos sexuales externos e internos y hormonas”, abundó.

Vázquez Rivera es el fundador y director de True Self Foundation, entidad que ofrece apoyo económico a personas trans para proyectos de empleo y cirugías de afirmación de género. Desde su óptica, la población trans requiere de mucha ayuda y un andamiaje mayor para llevar sus vidas como se merecen.

“Lo que hace falta es educación por parte de los medios de comunicación, las agencias públicas, el sector privado y a nivel individual. Es un asunto que nos compete a todos. Todos fuimos parte de la muerte de Alexa”, concluyó.