El Task Force (grupo asesor) Ciudadano lanzó este sábado una alerta, por segundo día consecutivo, por la rápida progresión que está experimentando la pandemia del coronavirus COVID-19 en la Isla.

De hecho, la situación es tal, que, según la puntuación que se hace tomando en cuanta cuatro indicadores esenciales para el manejo de la pandemia, la Isla entró en el nivel “naranja, mirando al rojo”, siendo ese último color un nivel de alerta que supondría tener que regresar a un cierre total.

Por si fuera poco, una parte considerable de los datos corresponde al periodo de antes que se adoptara la nueva orden ejecutiva que flexibiliza las restricciones económicas y de movimiento de la gente.

“Nosotros desarrollamos una herramienta que la llamamos el Coviboard, que es como una pizarra con los criterios principales para determinar si la pandemia está o no progresando”, explicó Bill Burleson, miembro del Task Force Ciudadano, aclarando que los criterios que mide, así como las métricas para los colores son basados en recomendaciones del CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) y las agencias de salud locales, como el Departamento de Salud (DS).

“Lo desarrollamos y lo pusimos el lunes, y rápidamente rindió frutos. Y además de los criterios, puedes ver tendencias. Es decir, que puedes determinar dónde estabas, y hacia dónde podrías dirigirte”, comentó Burleson.

Explicó que cada uno de los cuatro criterios tiene valores que van alineados a unos colores, con el verde como la zona de menos severidad, el amarillo como severidad mediana, el naranja ya como alerta y el rojo con niveles de peligro.

“Empezamos el lunes, y ya el miércoles comenzamos a ver el movimiento de la aguja de amarillo a naranja. Y ya hoy (sábado) está en naranja, llegando a rojo”, alertó.

El naranja comienza en el número 59, y el sábado la aguja marcaba 38.5, acercándose a la marca de 30 que es donde comienza el nivel rojo.

“Estamos progresando a una situación que no es donde queremos estar”, insistió Burleson.

Detalló que, de los cuatro criterios, solo uno mostró mejoría, y aún así no era cosa de celebrar porque se mantenía en la zona roja. Es el caso de la positividad, que bajó de 10.3 a 9.8, “pero sigue siendo un número muy malo”.

El rate (nivel) de contagio, que cubre un promedio de los pasados 28 días (sin incluir los últimos tres porque no había datos reportados por el DS), subió de 192 a 206.

La capacidad de utilización de cuidados intensivos (que incluye a todos los pacientes, no solo los de COVID-19), subió de 69% a 71%.

Y lo que se conoce como el Covímetro, que mide la aceleración de contagios, y donde se había bajado hasta 1.2%, ascendió a 2.0%. Eso quiere decir que si tienes 100 contagios hoy, mañana tendrías 102, y creciendo sucesivamente a un 2%.

“Todo eso indica que la tendencia es que el lunes estábamos en 75 puntos, a seis del verde, y hoy, en seis días, estamos en 38.5, que es naranja mirando al rojo”, insistió Burleson.

“Nuestra intención al lanzar la alerta es avisar y pedirle al gobierno que reevalúe su posición respecto a la orden ejecutiva. Porque, además, y esto es muy importante, lo que estamos viendo no tiene que ver con la orden ejecutiva actual, porque son resultados que la mayoría preceden a la orden ejecutiva actual, que apenas tiene una semana (de que entró en vigor)”, afirmó el miembro del Task Force Ciudadano.

“Es decir, que la mayoría son contagios de cuando había una orden ejecutiva más restrictiva. Y eso es lo que nos tiene preocupados, que ahora con una orden ejecutiva mucho más flexible, la situación podría empeorar. Porque, lamentablemente, la conducta de muchos no ha cambiado, y sigue ignorando las recomendaciones de prevención”, agregó.

Explicó que, aunque algunos números quizás no parezcan los suficientemente alto para algunas personas, hay que recordar que se trata de cifra que crecen de manera exponencial. Es decir, que entre más aumentan, más rápido llegan al siguiente nivel.

“Si el rate (nivel) de contagio llega, digamos a 800 diarios, y ya hoy estamos en 206, eso pondría muchísima presión al sistema de salud, porque aunque todavía estés con 24% de capacidad, con el crecimiento exponencial, en cuestión de dos o tres días podrías ver los hospitales abarrotados, con muy pocas o ninguna cama disponible”, explicó. “Y esto es algo que no va a ocurrir igual en todas partes, en algunas zonas de la Isla podrías ver ese problema antes, y se crearía una situación bien difícil”.

“Y a todo esto hay que agregar que el personal de salud, los médicos, enfermeras, técnicos, están ya padeciendo de agotamiento, lo que haría la situación aún más difícil”, agregó.

“Así que esto es como un aviso, para que la gente se ponga en cintura”, insistió. “Y, de nuevo, queremos llamar la atención, estamos en un ritmo no deseado, y pedimos al gobierno que se pronuncie sobre esto”.

Burleson añadió que el Coviboard es “un instrumento para el pueblo”, y aseguró que el Task Force Ciudadano “no responde a ningún partido político, ni grupo económico, ni grupo religioso, ni nada de eso. Ni recibimos dinero de nadie”.

“Nadie nos va a mover de lo que dice la data. Nuestra lealtad es hacia el pueblo, y decirle lo que dice la información, que sí, partimos de los datos que ofrece el Departamento de Salud y confiamos en que son corrector”, agregó.

“Con esta herramienta además todo está bien visible, y no se toma preferencia con ningún grupo”, insistió, agregando que, aunque tiene un sistema de colores para indicar el nivel de riesgo, basado en recomendaciones del CDC y otras agencias médicas, “es el gobierno el que toma las decisiones sobre las restricciones”.

En el Task Force Ciudadano hay cuatro doctores, un ingeniero, un abogado economista, un exejecutivo de farmacéuticas y además colaboran dos epidemiólogos y otros médicos, que “ayudan a validar los datos que ofrecemos”.

La información del Coviboard, así como una explicación de cómo funciona, está disponible en la red social Facebook, en www.facebook.com/TaskForceCiudadanoPR.