El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Nery Adames Soto, se mostró satisfecho esta mañana por el cumplimiento de los comercios con la orden de congelación de precios.

Adames Soto destacó, en entrevista con Radio Isla 1320, que la orden sigue vigente, aunque anticipó que esa directriz podría cambiar durante las próximas horas. “Sigue en vigor la congelación de precios”, insistió Adames Soto.

El funcionario precisó que, en 150 comercios visitados ayer como parte del plan para fiscalizar el cumplimiento de la orden de congelación de precios, solo se emitieron nueve avisos de infracciones, y cuatro de ellos fueron en un mismo comercio en Corozal.

El secretario del DACO emitió una orden de congelación de precios el lunes en la noche, horas después que el Centro Nacional de Huracanes (CNH) emitiera un aviso de tormenta tropical para Puerto Rico ante la posibilidad de que la tormenta Chantal se acercara a la Isla entre anoche y esta madrugada.

El ciclón, no obstante, se mantuvo alejado de la Isla por el Sur, y a las 5:00 a.m. el CNH desactivó el aviso y la vigilancia de tormenta tropical para todo Puerto Rico.

La orden de congelación de precios aplica a artículos de primera necesidad, como alimentos enlatados y frescos; medicinas, especialidades y prácticas farmacéuticas; gasolina, combustibles; tormenteras, servicios de modificación, reparación e instalación de tormenteras; tornillos, tuercas, clavos, expansiones, paneles de madera, soga, tensores y herramientas; plantas eléctricas de gasolina, diesel o de gas propano, equipos, piezas, servicios de modificación, reparación e instalación de plantas eléctricas, de gasolina, diesel o gas propano; cisternas de agua, equipos piezas, servicios de modificación, reparación e instalación de cisternas de aguas; equipos, piezas y tanques de combustible de estufas portátiles; tanques y recipientes de almacenamiento de agua; tanques y recipientes de almacenamiento de combustible; toldos y casetas de campaña; además, baterías y linternas de todo tipo y cargadores de energía; agua, hielo, leche, café, todo tipo de farináceos y de granos y cualquier otro artículo o servicio que un consumidor pueda razonablemente necesitar para prepararse o recuperarse de la situación de emergencia.