Se van como pan caliente: Furor por gallinas ponedoras en la Isla
En los agrocentros hay listas de espera para comprar las codiciadas aves, tras el alza de precio de los huevos.
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La descontrolada subida de precio de los huevos, cuya docena anda rondando ya los 12 dólares, parece haber provocado que muchas personas hayan decidido recurrir a la fuente de los mismos, es decir, las gallinas, y la demanda por esas aves, en particular de las razas ponedoras, se ha disparado a tal punto que se venden al momento y hay incluso listas de espera para conseguirlas.
Ese fue el escenario que encontró Primera Hora durante un recorrido por varios agrocentros en áreas suburbanas de la zona metropolitana, en los que no había gallinas ponedoras disponibles a la venta porque, según dijeron empleados y propietarios, apenas llegan y se venden el mismo día en cuestión de horas.
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“Esto ha sido bien exorbitante. Nunca había visto algo así. La gente… la escasez de las gallinas ponedoras, y la gente detrás de las gallinas, ha sido algo grande”, comentó Ivette Santos Hernández, empleada del Agrocentro Camarones, en el barrio Camarones de Guaynabo.
Sostuvo que apenas reciben las gallinas y “30 minutos creo que es suficiente para que nos duren. Ellas vienen de afuera y recibimos mínimo 100 y ya en media hora no hay, de verdad”.
Es tal la demanda, que están anotando clientes en una lista de espera. Y, aunque al momento no es el caso, incluso han comenzado a pensar en la posibilidad de limitar la cantidad de pollitos a vender por persona, “pues queremos que todo el mundo tenga -por lo menos- sus dos o tres gallinitas”.
“Recibimos muchas, cientos de llamadas diariamente (preguntando por las ponedoras)”, afirmó, agregando, en tono de broma, que “yo estoy ya que lo cojo (el teléfono) y digo ‘no hay gallinas’”.
Reiteró que nunca antes había visto una tendencia similar, ni siquiera cuando hace un par de años se anunció que sacrificarían muchas aves como consecuencia de la gripe aviar.
“Jamás pensé que esta vez fuera algo tan drástico. Porque en verdad tú vas a un supermercado y tú ves un paquete de huevos que hasta yo misma digo, ‘wao, no puedo creerlo’. Demasiado alto (el precio), elevado”, comentó. “A la hora de que tú vienes a ver, el costo de los huevos está tan caro, que te sale mucho más económico (tener gallinas), porque tienes tus huevitos ahí todas las mañanas, depende de la cantidad de gallinas que tengas”.
En el Agrocentro Cerro Gordo, en el área de Santa Olaya, en Bayamón, la situación era similar, no había gallinas ponedoras disponibles.
“Todo el mundo viene buscando gallinas ponedoras. Como los huevos ahora subieron mucho, subieron bastante, pues la gente sí viene buscando mucha ponedora”, explicó Carlos Cordero, agregando que, aunque “siempre las he vendido” la demanda actual es mucho más.

Indicó que a “la gente no le interesa mucho la raza… quiere ponedoras, no importa si son grandes o pequeñas, ponedoras, pa coger los huevos y tenerlos en su casa”.
En su caso, en lugar de traer las gallinas desde afuera, indicó que cuenta en su propia finca con gallinas que importó hace algún tiempo y de ahí se surte de pollitos para poner a la venta en su negocio, de manera que “las gallinas que compras aquí son jíbaras”.
También en la zona rural de Bayamón, pero en Santa Juanita, el panorama era similar en el Centro Agrícola Mi Rancho.
“Las gallinas ponedoras son la orden del día. Todos los días nos llaman los clientes solicitando si tenemos ponedoras disponibles para la venta. También vienen aquí de manera presencial al negocio en busca de ellas”, indicó Abneris Ríos, agregando que “al momento, no tenemos disponibles.

“Es que llegan, y una vez llegan ya hay persona en lista de espera, nos comunicamos con ellos, vienen, las compran, se las llevan. Y las que quedan que no están reservadas, en el transcurso del día se terminan vendiendo. Y ahora mismo, no tenemos nada de ellas para la venta”, agregó.
Comentó que, más allá “del boom por el alza de los huevos, la gallina ponedora siempre tiene su clientela. Pero ahora con la escasez de huevos, ha aumentado la solicitud de ellas”. Agregó que al centro, usualmente, le venden en cantidades de 100, “y a veces hay clientes que nos solicitan 30, 40. Tenemos clientes que se llevan dos, hay unos que se llevan 15, hay unos que se llevan 50. Todo depende”.
Coincidió en que resulta más económico tener algunas gallinas ponedoras que comprar los huevos en el mercado a los precios actuales, pues quienes tienen sus aves “todos los días tienen producción de huevo en el hogar, no tienen que salir al supermercado a comprar. La gallina ponedora pone su huevito todos los días. Lo que hay que darle es su alimento, vitamina, agua, mantenimiento, cuidado, y todos los días tiene huevito -como quien dice- orgánico, porque son libres de medicamentos”.
Jorge Ríos, también trabajador del centro, agregó que con toda esta situación “han llegado personas sin experiencia (en la cría de gallinas), que están buscando cómo buscarse un ahorrito”, a las que han orientado sobre cómo criarlas. “Pero la realidad es que no es nada del otro mundo. Agua, comida y buen cuido”.
Abneris agregó que “en los pasados días nos han llegados muchas familias jóvenes, o sea, parejas jóvenes con hijos, que están en el interés de la crianza.
Los afortunados
Más allá de lo que digan los vendedores en los agrocentros, doña Aida Luz Olivera, una feliz y agradecida propietaria de cuatro gallinas ponedoras, aseguró que recoge huevos regularmente.
“Fíjate, ahora están bien caros, uno no puede ni comprar huevos ya. Pero yo los cojo de mis gallinas en mi casa”, celebró, mientras se alistaba a pagar por una bolsa de maíz para alimentar las aves, el Agrocentro Camarones.
Indicó que no es mucho problema el cuidado de las gallinitas, más bien “cambiarle el agua y darle comida, porque yo le echo comida por la mañana y por la tarde. Y con eso ellas siguen poniendo”.
“Estoy contenta (de tener las gallinas)”, insistió Olivera, quien reside en el barrio Camarones, en Guaynabo.
La raza preferida y su cuidado
Aunque son distintas las gallinas ponedoras que llegan a la isla desde el exterior para la venta, la que más que arriba, y también la favorita de la gente, es la raza Rhode Island Red, que se distingue por su color rojizo y una apariencia que podría describirse como gordita.
Por otro lado, los vendedores indicaron que los compradores no han expresado preocupación alguna por la gripe aviar, enfermedad que se está registrando en otros lugares.
Según explicaron, lo que venden los agrocentros en realidad son pollitos hembras, de apenas algunos días de salidos del cascarón, que tardan seis meses en crecer lo suficiente como para comenzar a poner huevos. No requieren de cuidados extraordinarios, aunque, cuando todavía son pollitos, de ser necesario, se les puede poner una bombilla cerca para que les dé calor, como si fuera una incubadora.

Durante los primeros meses, se les da un tipo de comida medicada; a partir de los tres meses una comida para crecer y engordar, y a partir de los cinco a seis meses la comida para ponedoras. Todos esos tipos de alimentos se pueden conseguir en los agrocentros.
Las gallinas se pueden mantener en jaulas apropiadas para ellas, con espacio suficiente según la cantidad, o sueltas en un patio. Se recomienda prepararle espacios donde se puedan guarecer de la lluvia y hacer sus nidos para poner. Algunas requieren de la presencia adicional de un gallo que las pise y estimule su producción de huevos, pero hay razas ponedoras que aun sin un gallo comoquiera producen huevos a diario. Son aves amigables, dóciles, que se dejan agarrar sin problemas.

De acuerdo con las recomendaciones que dieron los vendedores, una familia promedio de tres o cuatro personas, puede tener un suministro regular de huevos diarios con entre cuatro a seis gallinas ponedoras, pues cada gallina brinda uno, dos o hasta tres huevitos diarios. Según la raza, varía el tamaño y color del huevo.

La gallina ponedora, cuando está disponible, se está vendiendo en unos $6 por cada pollito, cuyo sexo está ya debidamente identificado, de manera que se garantiza que al crecer será una gallina.
Siguiendo los cuidados y alimentación recomendados, aseguran que hay una “muy alta” posibilidad de que logre que todos los pollitos se conviertan en gallinas. Según la raza, y los cuidados que se le den, pueden vivir hasta 10 años y más “poniendo huevos a diario”.
