Se levanta la Placita de Santurce
Esta mañana, fruteros estaban ubicados en sus puestos, así como varios establecimientos alrededor de la plaza abrieron sus puertas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
PUBLICIDAD
La Placita de Santurce va retomando poco a poco su color, con su gente y establecimientos que le dan vida a este lugar. Aún con la crisis provocada por el fuerte azote del huracán María por Puerto Rico, este punto de encuentro que goza de muchos simpatizantes, trata de volver a la normalidad.
Esta mañana, fruteros estaban ubicados en sus puestos, así como varios establecimientos alrededor de la plaza abrieron sus puertas para vender alimentos preparados. Aunque los pequeños negocios de comida hacen mil malabares para continuar operando y ser una opción para las personas del área de Santurce, no faltan las ganas de trabajar y de mantener el área con su particular vibra.
“Desde el viernes estamos abriendo como podemos. A las 4:30 de la mañana estamos todos en la calle, en una gasolinera para poder alimentar la planta y en otros en las filas de Sam’s para ya al mediodía estar abiertos. Para que los empleados trabajen, estamos bregando”, indicó Leslie Cofresí, propietario del restaurante La Alcapurria Quemá. “Estábamos bien abastecidos desde antes del huracán. Estamos haciendo tiritas de churrasco, pollo guisado, cornbeef, mixtas, bacalao guisao y serenatas, entre otras cosas. Voy a seguir abriendo no importa qué”, aseguró el joven.
Sin embargo, otros como en el caso de Fidelina Gutiérrez, tuvo que improvisar su negocio de comida a media mañana de hoy cercano al área de los emblemáticos aguacates, pues el frente a su establecimiento “El Paraíso de la Fritura” estaba invadido por la basura y la pestilencia.
“Lo que hay es una peste de basura horrible. Por eso es que estamos aquí. Allí no se puede estar. Se limpió la plaza y se sacaron todos los alimentos dañados. Estamos en espera de que recojan la basura”, indicó Gutiérrez a la vez que comenzaba a cocinar pinchos de pollo en un grill junto con su empleada Mercedes Rodríguez.