Zaira Olivia Vallenilla Marte, de 39 años, no pudo experimentar la maternidad, pero en sus metas sí está poder dar vida.

Es que esta ingeniera de computadoras y residente de Trujillo Alto es una de las 860,000 boricuas registradas como donantes de órganos y tejidos en LifeLink de Puerto Rico.

Vallenilla Marte no tiene órganos reproductivos, ya que sufrió un fibroma en el que se detectaron células cancerosas. Fue sometida, entonces, a una histerectomía total. Ha mantenido un estilo de vida saludable, en el que practica el ciclismo y el cross fit, así como evita comidas congeladas y procesadas. Aceptó ser donante de órganos y tejidos de la manera más sencilla. Sólo marcó una X al momento de renovar su licencia de conducir para acceder a dar a otra persona la oportunidad de vivir. Lo hizo como “una cosa desinteresada y amorosa”.

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Su proceso lo describió bajo la parábola de un millonario que enterró su carro para cuando fallezca. Pero, razonó que el carro no tendrá ninguna utilidad.

“Para qué enterarte con todos estos órganos, si ya después de ahí a ti no te va a servir y cuántas personas hay allá afuera a los cuales sí y esperan por eso. Caramba, para qué enterrarlos debajo de la tierra cuando otras personas puedan multiplicar su uso, exponenciarlo. De primera, le brindas oportunidad de vida a alguien y ya después de ahí es como das riendas a otro ser. ¡Qué cosa tan maravillosa! De hecho, ahora mismo que te lo cuento, yo digo: ‘Bueno, no tendré yo la oportunidad de experimentar la maternidad, pero ahora que te mencioné esa oportunidad de vida, pues, quizás no los paro naturalmente, pero sí, tengo la oportunidad de dar vida, quizás de otra manera’”, expresó Vallenilla Marte.

El ejemplo que brinda esta profesional es utilizado por la organización LifeLink de Puerto Rico para atraer a futuros donantes. Es que, tal y como expresó la mujer, son más las personas en las listas de espera de órganos, que los que anualmente están aptos para donarlos. Por ello, la organización busca ampliar su alcance y superar el millón de personas inscritas.

“No hay gente suficiente ni para hacer el mínimo porcentaje como para suplir a la cantidad de personas que están en listados, en la espera de órgano. Entonces, yo digo: ‘Caramba, si la gente pensara más en cómo ayudo al que está al lado o soltar quizás ese egoísmo o quizás pueda ser un factor de no conocer que puedes apoyar a este amplio número de personas que están esperando por (un órgano a causa de) alguna complicación de salud, alguna vicisitud. Verdad, pudiera ser satisfactorio. Ojalá lo vieran de esa manera. De que, mira, con lo que tienes en tu cuerpo, con lo que llevas, no sabes a cuántas personas y familias puedes traerle felicidad, oportunidad, extenderle la vida a esa otra persona. Extenderle la oportunidad a ese niño para que ese padre, esa madre o familiar continúe estando presente. Todo lo bonito que se puede lograr de seguro es indecible, ni sabemos. Yo apuesto a lo positivo y creo que son más las buenas que las malas”, manifestó Vallenilla Marte.

En estadísticas, la organización a cargo de la donación de órganos en la Isla, LifeLink, tiene a entre 400 a 500 puertorriqueños en listas de espera de alguno de los cuatro órganos que se trasplantan en Puerto Rico: riñón, hígado, páncreas y corazón. No obstante, “el promedio son 100 donantes al año. Ese número queremos que aumente, porque la necesidad está ahí”, precisó Maresa Boneta, directora de Asuntos Públicos de la organización.

También recordó que la lista a nivel de todo Estados Unidos es más extensa. Hay 113,000 personas en espera de un órgano. Comentó que muchos boricuas también están incluidos en este número, debido a que en la Isla no se realizan muchos tipos de trasplantes, como de pulmones o intestinos.

Por ello, como parte de los esfuerzos que realizan de cara a la celebración de los 30 años de fundación de LifeLink de Puerto Rico, las miras de la organización es ampliar a 1 millón de personas las registradas como posibles donantes de órganos.

Hay cuatro maneras sencillas de inscribirse. Boneta dejó claro que no se solicita información confidencial. Sólo tiene que suministrar su nombre, su dirección y la fecha de nacimiento.

Para registrarse de manera digital, puede acceder a la página donevidapuertorico.org o al CESCO Digital. También puede comunicarse con LifeLink al 1-800-558-0977 o marcar que interesa ser un donante al momento de renovar su licencia de conducir. Bajo un acuerdo con el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), la organización tiene la capacidad de incluirlo en el listado de donantes.

Ampliar la cantidad de personas interesadas en ser donantes de órganos es importante para la organización, ya que facilita el proceso para que lograr identificar a los futuros donantes.

Pero, la funcionaria dejó claro que no todas las personas registradas podrán ser donantes de órganos, que son los más que se necesitan. Es que todo dependerá de la manera en que fallezca y de las condiciones. A modo de ejemplo, señaló que una persona con cáncer metastásico o condiciones infecciosas virales no puede ser donante. Pero, sobre todo, el donante de órgano es principalmente aquel que tiene muerte cerebral y se mantiene bajo ventilación mecánica para los órganos y tejidos continúan su flujo sanguíneo aun después de fallecido.

Boneta contó que bajo estándares fijados por el programa federal Madicare, todo hospital debe notificar a la organización a cargo de la recuperación de órganos de personas que estén declarados con muerte cerebral. Entonces, en LifeLink se verifica si es un potencial donante y si cumple los criterios.

“Si no estaba registrado, entonces, pedimos autorización a familiares para el proceso de donación”, contó.

Para la donación de tejidos, por otro lado, la persona puede haber fallecido de causas naturales.

La funcionaria indicó que se recuperan, por ejemplo, corneas, huesos o tendones, para ser trasplantados. Estos tejidos pueden estar guardados por hasta cinco años, a diferencia de los órganos que tienen que ser trasplantados de inmediato.

Boneta comentó que es el desconocimiento y el miedo lo más que lleva a las personas a no acceder a estar incluidos en un listado de donación de órganos.

El primer mito que expuso es que “la gente piensa que, si llega hospital y está registrado como donante, lo van a dejar morir para sacarle los órganos”.

La portavoz de LifeLink rechazó tal teoría, ya que sostuvo que ni el médico ni el hospital conoce quiénes son futuros donantes de órganos. Informó que hasta que una persona no fallece, no se les informa para que se verifique si es o no donante.

También llamó a no creerse cuentos de series como Pálpito, de Netflix, en la que se vendían los órganos. Detalló que la organización es altamente regulada por entidades federales y que sólo se da prioridad al orden de las listas de pacientes necesitados de trasplantes.

“Esta es una campaña diferente. Lo que quiere es celebrar a aquellas personas y reconocer a aquellas personas que deciden en vida convertirse en donantes de órganos y tejidos y registrarse para dejar un legado. Esta campaña habla del legado de continuar, de seguir, de que somos eternos, de que somos un infinito, porque nuestra vida continua a través de la donación de órganos”, concluyó.