Se apoderan los boricuas de la Quinta Avenida
Entre reclamos y personalidades, miles de banderas ondearon en el tradicional Desfile Puertorriqueño de Nueva York.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Nueva York.- Miles de puertorriqueños se tomaron hoy la Quinta Avenida de Nueva York para celebrar su tradicional desfile, que este año se caracterizó por una protesta contra la administración del presidente Barack Obama por el recorte de fondos de salud para la isla.
"El presidente Obama ha roto su promesa de proteger el cuidado de salud en Puerto Rico", era el mensaje de los carteles que mostraron integrantes de la Coalición para atender la Crisis de Salud, conformada por funcionarios electos, activistas y cámaras de comercio, y con el apoyo del poderoso sindicato de salud de Nueva York 1199, que busca poner un freno a esa acción.
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Para el gobernador Alejandro García, entre los primeros en marchar junto a la congresista Nydia Velázquez, también puertorriqueña, la protesta de hoy se trata "de un reclamo de justicia" para su país.
La administración Obama anunció una merma de un 11 % en el reembolso de fondos federales para el programa de salud Medicare Advantage, que afectaría a unos 250,000 puertorriqueños.
Ello obligaría al Gobierno de la isla a compensar los servicios que pierda ese sector, lo que agravaría la crisis económica que enfrenta Puerto Rico, con una deuda de unos $70,000 millones.
La acción de la diáspora de llevar su protesta hoy al desfile llevó a que la secretaria de Salud federal, Sylvia Mathews, creara el pasado viernes un comité de trabajo entre su equipo y representantes de la isla para discutir el acceso de Puerto Rico a los programas federales de salud.
El gobernador puertorriqueño dijo estar "confiado" en que las negociaciones serán positivas.
La decisión de Mathews no logró detener con ello la protesta de hoy.
"Está dando resultados (la presión), nos están llamando", señaló la congresista Velázquez.
Durante el desfile, en el que marcharon unas 20,000 personas y, como es habitual, se caracterizó por la gran algarabía de los puertorriqueños y las miles de banderas que ondearon a lo largo de la famosa avenida neoyorquina.
"Seguiremos aumentando la presión a través de Estados Unidos pero necesitamos el apoyo de los puertorriqueños de aquí y en la isla para tener éxito", dijo por su parte Dennis Rivera, presidente de la Coalición y que lidera las negociaciones en Washington.
Reclamo por Oscar López
El Desfile Nacional Puertorriqueño, que en su edición 58 se realizó bajo el lema de "un pueblo, muchas voces", y que tuvo como aliado un soleado día primaveral, fue escenario además para la solidaridad con la solicitud de clemencia para el independentista boricua Oscar López, que ha cumplido 35 de los 70 años de prisión a que fue condenado.
Hasta las calles de Nueva York llegó también la lucha por la limpieza y rehabilitación del caño Martín Peña en Puerto Rico, un canal natural de una longitud 3.75 millas (6 kilómetros) que conecta la Bahía de San Juan con dos lagunas.
Como cada año, puertorriqueños de todas las edades llegaron de todas partes, muchos vestidos con el azul, rojo y blanco de su bandera, ondeando su emblema nacional y a gritos de "Soy boricua pa'que tú lo sepas" celebraron este día, en que tuvieron la oportunidad de ver a muchos de sus ídolos.
Entre ellos, la legendaria Rita Moreno, la Gran Mariscal, a la también actriz Roselyn Sánchez ("Devious Maids", "Without a Trace"), elegida como la reina, al salsero Víctor Manuelle, el rey, o al cantante de música típica, Andrés Jiménez, que fue el padrino.
Sylvia Martínez, una de miles de boricuas que hoy disfrutaron de este día y que no paraba de gritar "wepa", expresión puertorriqueña de júbilo, aseguró que no ha dejado de asistir a este desfile y "si me muero, vendría también en espíritu".
También desfilaron con orgullo, al son de salsa o reguetón o de los ritmos folclóricos de la bomba y plena acompañados por estruendosos gritos y aplausos, alcaldes que vinieron desde Puerto Rico, así como policías, bomberos, oficiales de corrección o de los tribunales, entre otros neoyorquinos de origen puertorriqueño.