Río Grande. Awilda Janet Torres Medina llevaba cinco días en la casa de su madre porque necesitaba del “calor familiar”. Ayer, sus gritos paralizaron la calle 11 del barrio Carola de este municipio.

El cuerpo de la mujer, degollado salvajemente con una herida abierta en el cuello, yacía  en un charco de sangre.

“Si no se va conmigo, la voy a matar”, aseguran familiares que sentenció el pasado viernes la ex pareja de Awilda Janet,  a solo horas de haber sido liberado de la cárcel.

Vecinos afirmaron  que escucharon los gritos de auxilio de la mujer cuando vieron a su ex pareja, un hombre identificado como Manuel Ángel Sánchez Pizarro, de 49 años, salir a toda prisa de la escena.

 “Yo estoy completamente segura de que fue él.  El viernes me dijo en mi cara que la iba a matar si ella no se iba con él”, aseguró visiblemente afectada Luz Torres Medina, hija mayor de la occisa a quien le sobreviven otros tres hijos, uno de 20, otro de 17 y una pequeña de seis.

“Ellos estuvieron dos años juntos pero él era violento, la celaba mucho. Se pasaba chequeándole el celular, la tenía como prisionera y cuando lo metieron preso hace ocho meses, ella aprovechó y lo dejó”, recordó la joven.

A pesar de que Luz aseguró que el sujeto había sido violento con su madre y poseía récord criminal por sustancias controladas, escalamiento y falsificación, nadie hizo una querella luego de que supuestamente  verbalizara su amenaza porque no lo creían capaz de cumplirla.

Por su parte, Luis Ramón Vázquez, primo de la occisa, aseguró que Awilda Janet era una mujer tranquila que vino a vivir nuevamente a casa de su madre porque “necesitaba a la familia” y reafirmó la descripción del presunto homicida como un hombre celoso.

“Ella era buena y estaba tratando de estar tranquila con su vida, pero él era un tipo bien celoso con ella. Yo nunca vi que la amenazó pero sí era bien celoso con ella”, indicó Vázquez quien, al momento de los hechos, se encontraba cerca y aseguró que personas vieron al hombre en un negocio a pocas calles de distancia lavándose las manos manchadas de lo que se cree era sangre.

“La gente dice que lo vieron bien nervioso y lavándose las manos al lado de (el colmado) El Regional”, relató el hombre.

Anoche la Policía continuaba buscando al presunto autor del horrendo crimen.

Horas después del trágico suceso,  vecinos del lugar aún no salían de su asombro ante semejante crimen perpetrado en una comunidad que, aseguraron, usualmente es muy tranquila.

“En 44 años que llevo viviendo aquí nunca había visto algo como esto. Los gritos de ella se escuchaban allá abajo. La conocíamos y era una mujer buena, no tenía problemas con nadie”, aseguró René Caraballo, vecino del lugar.

Como una terrible broma de mal gusto del azar, el horrendo crimen de aparente violencia doméstica fue cometido en el Día Internacional de No Más Violencia contra la Mujer.

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Tras conocer sobre la tragedia,  la procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, enfatizó que los mensajes para erradicar ese mal no pueden circunscribirse a la recordación de un día particular, sino que es un ejercicio continuo que requiere el apoyo de todos los sectores de la sociedad.

“El mensaje en contra de la violencia doméstica no puede ser un mensaje de fechas y ocasiones, tiene que ser llevado por todos los componentes del sistema y por los ciudadanos porque este es un trabajo y una responsabilidad de todos”, destacó la funcionaria.