La secretaria de Salud, Ana Ríus, confirmó el viernes el registro de dos muertes más de pacientes con chikungunya e insistió en la importancia de la prevención de la picada del mosquito que transmite este virus como la única medida para evitar el contagio.

Los fallecidos eran ancianos de más de 80 años, que no murieron como consecuencia directa del virus, sino porque la enfermedad agravó otras condiciones que ya padecían.

“Ambos eran diabéticos e hipertensos descontrolados, presentaron edema pulmonar y fallecieron de fallo cardiorespiratorio”, especificó la secretaria. “La chikungunya acelera los procesos crónicos”, abundó.

Por eso, el llamado de la agencia es para que, principalmente, los ancianos y las mujeres embarazadas, tomen las mayores precauciones contra la enfermedad.

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Las dos muertes confirmadas entre septiembre y octubre de 2014 en el área metropolitana se suman a otras ocho ya registradas en el mismo año. Dos de los fallecidos eran mujeres en estado de gestación y el resto, ancianos.

Al momento, Salud sospecha que otros 10 fallecidos recientemente pudieron haber tenido el virus en su etapa activa cuando murieron. La agencia espera por los análisis de autopsias y material clínico de cada uno que realiza el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Atlanta, Georgia.

“Estamos en epidemia del chikungunya porque es una enfermedad nueva en el país y los puertorriqueños no tienen anticuerpos contra ella”, apuntó Ríus al precisar que se define como tal a una enfermedad cuyos casos en un tiempo determinado están sobre el nivel estudiado a través de los años.

Según los números más recientes de la agencia, hasta el 23 de septiembre de 2014, había 4,227 personas que padecían o ya habían padecido del virus en Puerto Rico. Sin embargo, junto con los casos sospechosos, la suma asciende a 25,234.

A nivel de Latinoamérica, 172 personas han muerto contagiadas por el virus, lo que representa un 0.5% del total de pacientes que han sufrido la enfermedad. “Como los demás países, con excepción de República Dominicana, que reporta más casos, Puerto Rico está dentro de ese por ciento”, estableció Ríus.

Las estrategias contra el contagio siguen siendo las mismas para evitar la picada del mosquito Aedes aegypti: eliminar los recipientes que almacenan agua y que pueden servir de criadero, fumigar dentro del hogar, utilizar ropa encubridora, utilizar mosquiteros e instalar tela metálica en las ventanas y usar repelentes que contengan DEET, picardin, IR3535 o aceite de eucalipto y limón.

Por otra parte, la secretaria anunció que en la primera semana de enero se reportaron 370 casos de influenza. Catorce de ellos conllevaron hospitalización. Por su densidad poblacional, el área metropolitana es la que más casos registra.

A diferencia del chikungunya, existe una vacuna contra esta enfermedad, por lo que la recomendación principal a la población es administrársela.

La vacuna, que está diseñada para proteger contra tres o cuatro cepas del virus de la influenza, reduce el riesgo de padecerlo en un 23%.

En su más reciente comunicación, el CDC instruyó a la comunidad médica a tratar con medicamentos antivirales contra la influenza a todo paciente con factores de riesgo para complicaciones graves. Estableció que el tratamiento debe ocurrir independientemente del estado de vacunación del paciente y sin esperar a las pruebas de confirmación.

Ríus recomendó a los pacientes de alto riesgo atenderse con un médico tan pronto sientan los síntomas de la influenza. Además, señaló que es clave que las personas no acudan a trabajar o a la escuela si se sienten enfermos, que se laven las manos con frecuencia y se tapen la boca con un pañuelo desechable cuando sientan la necesidad de toser.

Sobre el dengue, la secretaria de Salud informó que el contagio se encuentra en su nivel más bajo, pero anticipó que aumentará cuando regrese el período de lluvias.