Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Le llaman “el pintor de las gotas de agua” por las delicadas chispas que acarician su obra.
Algunos dicen que son las lágrimas del arte, expresando alegrías y tristezas, mientras otros piensan que es la lluvia que se impone entre el color.
Pero el artista ponceño Alberto Ongay asegura que se inspiró en el rocío, con el objetivo de salpicar bendición en cada persona que se acerque a su propuesta.
“Lo de las gotas empezó como una obra que se tituló Rocío de colores, y se refiere a esa obra donde solo había figuras geométricas y estaba forrada de gotas. Esas gotas se referían a las bendiciones que recibimos en la vida y a veces no nos damos ni cuenta, y lo mismo pasa con el rocío de la mañana”, expresó el pintor ponceño de 57 años.
“Entonces decidí adoptar las gotas como una invitación a que seamos personas transparentes en la vida, que es tan efímera. Fue así que esto terminó convirtiéndose en la marca de mi obra, que es un proceso que nació sin uno buscarlo, algo inexplicable”, destacó Ongay.
Aunque el virtuoso lleva más de dos décadas como profesional del arte, sus gotas se insertaron en el lienzo hace casi 12 años, elevando un estilo que ya era conocido en Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos y Ucrania.
Esto al presentar una propuesta distinta que varía entre lo religioso, costumbrista, deportivo y surrealismo, ‘en donde la temática se adapta a las gotas o viceversa, las gotas a la temática”.
“Mi estilo es una mezcla, es una fusión de diferentes tendencias en el arte. Alguna gente dice que es cubismo, otros dicen que es realismo, yo diría que es una tendencia donde utilizando figuras geométricas, líneas rectas, pero predomina un colorido al que trato de dar una tendencia tridimensional, pero no puedo encajonar mi trabajo en ninguna de esas áreas”, manifestó el egresado de la Universidad de Salt Lake City en Utah.
“Me gustan hacer mi obra bastante colorida, a veces me tengo que aguantar y trato de bajarle y tirarle par de colores tierra y neutralizar un poco para que sea un poco más accesible a la vista. Pero mi inclinación es al color fuerte, el anaranjado, amarillo, rojo, colores que tienen la onda fuerte”, abundó.
Sin embargo, una de sus mejores obras está en el salón de clases de la Escuela Emeterio Colón y Warrens de Ponce, a donde ofrece el curso de Salud.
“Desde pequeño siempre tuve inclinación por las artes, pero también me llaman la atención la ciencia, la salud del individuo, y entonces voy tratando de mezclar todo esto y me siento satisfecho con los resultados, gracias a Dios hasta ahora”, sostuvo.
“La directora de la escuela me ha dado la oportunidad de integrar a la clase educación física y arte, porque mis estudiantes tienen que dibujar, hacer ejercicios y pues la toma de decisiones, que más se refiere a la salud mental, emocional, física y espiritual. Me siento feliz de lo logrado con mis estudiantes”, afirmó.
Ongay aseguró que entre sus metas está llevar un mensaje de concienciación a la juventud sobre la importancia de la toma de decisiones y ver la importancia de la vida.
“Me interesa llevar mi arte lo más lejos posible, no por mí, sino para ayudar a los demás a que también logren sus propósitos en la vida. Esto es una cadena y no hay satisfacción si quienes están con uno no triunfan, tenemos que echar para adelante todos”, apuntó.
El artista presenta una muestra de sus trabajos a través de distintas plataformas sociales: @ongayart en Instagram y El pintor de las gotas de agua en Facebook.