Ruptura en embalse Guajataca todavía representa un riesgo inminente
Autoridades pidieron a las personas que viven cerca del área que desalojen sus hogares.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Las autoridades reiteraron hoy que la ruptura de 24 pulgadas en la represa Guajataca aún representa un riesgo inminente de inundación para sectores de Quebradillas, Isabela y San Sebastián, por lo que pidieron a las personas que sigan desalojando el área y a los que ya lo hicieron, que no regresen hasta nuevo aviso.
La ruptura en el embalse se reportó tras el paso del huracán María.
“Se espera más lluvia en los próximos días y puede haber más daños a la represa”, dijo el gobernador Ricardo Rosselló, tras anunciar que personal del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE) continúa evaluando la rotura y asistirá en su reparación.
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La represa Guajataca es propiedad de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), pero su principal cliente es la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
El presidente ejecutivo de la AAA, Elí Díaz Atienza, comentó que “hemos estado trabajado con el USACE en soluciones, en mitigación y análisis de lo que está pasando. Han sido reuniones bien buenas y fructíferas”.
Añadió que, ante pronósticos de que podrían caer entre 4 y 8 pulgadas de lluvia en el área –ya saturada–, el gobernador decidió continuar con los avisos que se habían emitido la semana pasada.
“Estaremos viendo en los próximos días ciertos esfuerzos de mitigación”, comentó.
Sobre esto último, el director ejecutivo de la AEE, Ricardo Ramos, contó que personal de esa corporación pública está hoy “tumbando líneas” y “abriendo caminos” para poder acceder al área de la rotura e iniciar los trabajos.
En primer lugar, precisó, se lanzarán desde helicópteros sacos de arena y piedra para controlar el impacto del agua en la base de la represa. Luego, los expertos del USACE y la AEE repararán la rotura como tal.
“El agua está erosionando todo el borde de debajo de la represa y tenemos que detener eso. Una vez bajen los niveles del agua, podremos reparar el daño”, expresó Ramos.
Desde que se reportó la rotura, el gobierno ha estimado en 70,000 la cantidad de personas que podrían afectarse. Sin embargo, solo cientos de ellas han desalojado sus hogares.