Roberto Lapetina: integra las humanidades y la medicina
El médico recién graduado fue uno de los fundadores de Ars Brevis, la primera revista de humanidades médicas del Recinto de Ciencias Médicas.
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Roberto Lapetina Arroyo supo desde niño que quería combinar su pasión por la medicina con el profundo amor que siente por la literatura, un talento artístico influenciado por su abuelo y bisabuelo, ambos poetas, y que lo llevó a fundar la revista Ars Brevis, durante sus años como estudiante de doctorado de la Escuela de Medicina, del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
La escritura es un talento innato que heredó de su abuelo materno, el médico generalista mayagüezano, Ferdinand Arroyo, quien lo acurrucaba en sus brazos y lo entretenía declamando poesías. Esos son momentos que Roberto resguarda en su memoria con mucho cariño.
Fue tal vez por esa influencia que tuvo durante toda su vida que el joven ideó la creación de la primera publicación virtual de Humanidades Médicas, la cual busca integrar el arte y la cultura en la práctica médica, enfatizando la empatía, la comprensión y la conexión con los pacientes.
“Se trata de una revista donde estudiantes, profesores y otros miembros de la facultad pueden publicar obras de arte, ensayos, poemas, fotografías o cualquier manifestación del arte”, cuenta el ahora Dr. Lapetina, uno de más de 600 graduados profesionales de la salud del RCM en este mes de junio.
Explicó que la revista -que se publica de forma digital- surgió como un esfuerzo en conjunto con varios estudiantes, incluyendo a la joven Beatriz Bueno y al profesor catedrático, Juan Carlos Jorge, quien les hablaba constantemente sobre las humanidades médicas en sus clases.
“Fundamos el grupo de Interés de Humanismo Médico con el fin de explorar esos factores comunes entre la medicina y el arte, siempre pensando que el arte nos hace empáticos y nos prepara para ser unos médicos que ponen al paciente primero. Fue a través de las reuniones del grupo que surgió la revista y el interés de que hubiera un espacio en el que los estudiantes de medicina pudieran expresarse y exponer sus sentimientos”, explica quien hace unas semanas se integró a la Universidad de Yale, donde prevé culminar una subespecialidad en Medicina Interna.
Detalló que más allá de la revista, el grupo hizo varias actividades, como noches de poesía, un cine-foro, talleres de dibujo y conferencias que abarcaban el tema de las humanidades médicas. Asimismo, realizan servicios comunitarios como, por ejemplo, recolecta de libros que entregan a los pacientes libre de costo.
De hecho, debido a los logros del grupo fue reconocido por las sociedades de honor Gold Humanism Honor Society y Alpha Omega Alpha por su liderazgo y contribución a la sociedad.
Y, ¿cómo pudieras definir el término de humanidades médicas y cómo se aplica al campo laboral en un profesional de la salud?, le preguntamos.
“Es el estudio de la cultura humana a través de su representación en el arte, ya sea pintura, poesía, literatura, cualquier forma... y es una extensión de eso que acabo de mencionar aplicado a la medicina. Es entender que más allá de los beneficios de la medicina -enfocado en llegar a un diagnóstico y luego proveer un tratamiento-, debemos también interactuar con el paciente, ser empáticos, escucharlo. En el arte debemos ponernos en los zapatos del autor o autora de la obra. En la medicina debemos ponernos en el lugar de ese paciente, tener empatía si viene de comunidades marginadas o de minoría. Eso es parte de la reflexión que busca las humanidades médicas. Nos permiten procesar lo que vemos en consulta, ser empáticos y luego desahogar esos sentimientos a través del arte”, puntualiza quien ahora pasa la batuta como editor de la revista a otros médicos en formación que comparten su visión humanista.
Y, ¿cuáles son los planes a futuro?
“Quiero terminar los tres años en Medicina Interna y luego hacer una subespecialidad en cardiología. Luego de acabar mi entrenamiento, mi plan es volver a Puerto Rico. Eso no es negociable para mí. Soy producto de instituciones públicas como el Recinto Universitario de Mayagüez y del Recinto de Ciencias Médicas, ambos de la Universidad de Puerto Rico, y le debo a mi país regresar y pagarle todo el esfuerzo y logros que he obtenido... pero también continuaré escribiendo. Seré un médico escritor”, expresa con entusiasmo, quien prevé lanzar próximamente su primer libro titulado “Mentirillas”, una colección de cuentos cortos que seguramente reflejará su sensibilidad literaria y su profundo compromiso con la isla.