Restauran la bandera de Puerto Rico en Fajardo
María afectó el mural con la monoestrellada hecha por Héctor Collazo, pero se topó con que la ciudadanía la renovó.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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La bandera #35 del Proyecto "78 Pueblos, una bandera", ubicada en el Parque Pasivo de Las Croabas en Fajardo fue restaurada por empleados del municipio y firmada hoy por su creador Héctor Collazo, quien también recibió un homenaje en medio de la celebración del evento cultural Calle Arte
La actividad fue la culminación de una semana de trabajo, donde empleados del Departamento de Transportación y Obras Públicas del Municipio de Fajardo tuvieron en sus manos la restauración de esta imponente bandera que fue pintada hace aproximadamente dos años por Collazo y que resultó afectada por el huracán María.
"Con el embate del huracán se nos deterioró bastante. Queríamos restaurarla y hacer algo bonito que fuera para la historia de nuestro pueblo. Quisimos aprovechar para retocar la bandera y remozar el parque pasivo y, con la ayuda de todos los empleados municipales, vinimos todos a trabajar, a pintar, a limpiar los baños y luego los empleados de Obras Públicas Municipal realizaron un trabajo increíble con la bandera", explicó Diana Méndez, primera dama de Fajardo.
Para realizar las restauraciones en la bandera, ubicada en la icónica torre de observación del parque pasivo de Las Croabas, uno de los principales escenarios turísticos de Fajardo, el municipio estuvo en contacto directo con el artista, quien se personó a la actividad para plasmar su firma y, de paso, fue homenajeado por su gran labor.
“En todo momento se estuvo consultando con él porque queríamos que él la firmara y que estuviera de acuerdo con nuestro trabajo. Estamos bien contentos y bien honrados con la presencia de este joven puertorriqueño que está haciendo una gesta increíble en Puerto Rico”, resaltó Méndez.
Por su parte, Collazo dijo sentirse agradecido con la iniciativa de los cariduros de restaurar e incluso darle un toque especial a su bandera #35 y aseguró que el fin de su proyecto es precisamente lograr que nos unamos como pueblo, tal y como ocurrió con este esfuerzo.
“Me siento súper, ya que todo lo que he tenido con el proyecto es ganancia. El hecho de que un pueblo me esté apoyando de tal manera de que ellos se tomen la iniciativa de retocar cualquier bandera, estoy más que agradecido. Yo no estoy pintando para mí, estoy pintando para Puerto Rico”.
“'78 pueblos, una bandera' es un proyecto que lo que hace es aportar a lo que es el País y si yo permito que las personas trabajen en conjunto para que se siga dando, pues el proyecto va a seguir fluyendo. Yo estoy más que agradecido, con que no solo hayan retocado la bandera, sino que la hayan remodelado para que sea lo que es ahora”, expresó Collazo, quien confirmó que alrededor de cuatro municipios le han expresado su interés de retocar las banderas que sufrieron algún tipo de daño.
En la actividad se presentaron una veintena de jóvenes artistas de la Escuela de Bellas Artes de Fajardo, quienes con su talento amenizaron una tarde de buena música, baile, arte, poesía, pintura y amor patrio. Mientras que, artistas talentosos presentaron al público sus obras de arte.
Más que hacer por Puerto Rico
Por su parte, Héctor continúa con su misión de plasmar nuestra bandera en cada uno de los 78 municipios de Puerto Rico y el 5 de mayo le toca el turno a Camuy y más adelante a Guayama, aunque no tiene fecha establecida para esta última creación.
“La proxima la vamos a estar pintando el 5 de mayo en Camuy. Esa va a ser la #59, ya estamos en la recta final. Nos faltan 20. Luego de Camuy vamos a hacer la de Guayama. Todavía no tenemos fecha, pero estamos trabajando para que Julián Gil esté con nosotros y Karla Monroig, quien es de Guayama. Queremos coordinar para estar todos juntos”, dijo el artista.
Sin embargo, más allá de la agenda cercana de su proyecto “78 pueblos, una bandera”, Collazo no se presiona con ponerse tiempo para alcanzar su objetivo de llegar a cada rincón de nuestra Isla con su arte, pues prefiere disfrutar lo que hace.
“No voy pensando hacia donde voy sino cómo voy. No me enfoco en cuándo voy a terminar ni cuál es el próximo proyecto sino que me disfruto el momento y el camino”.
No obstante, dice haber aprendido grandes lecciones de dos situaciones que marcaron su camino en este bonito esfuerzo que nació de su corazón como parte de un proceso de sanación ante la pérdida de su hermano por un suicidio.
“Ha habido varias situaciones difíciles, entre ellas la de Moca, ya que el alcalde no quería apoyar el proyecto porque él entendía que fomentaba la independencia para Puerto Rico, cuando el fin de mi proyecto siempre fue unir. En ese pueblo se pintó la bandera de Puerto Rico con los tres distintos tonos de azules para que no se confundiera una cosa con la otra y para llevar el mensaje de que no importa cuál sea a bandera que usted crea que sea suya, seguimos siendo puertorriqueños y el simple hecho de que seamos puertorriqueños debe hacer que nos mantengamos unidos”.
Precisamente, y por separado, el alcalde de Fajardo Aníbal Meléndez Rivera, coincidió con Collazo en que no se debe ver esta iniciativa desde la perspectiva de los ideales.
“Cuando ven a uno rindiéndole los méritos y honores que tiene nuestra bandera como que hay cierta confusión de espíritu. Hay gente que me dice que tan estadista que soy y estoy apoyando este esfuerzo, pero yo no puedo restarle importancia a la bandera que es la bandera de nuestra patria porque yo tenga unos ideales”, comentó el alcalde fajardeño.
De igual forma, otra de las experiencias más difíciles para el artista fue la controversia creada por los miembros de la comunidad de MiMo Biscayne Boulevard en Miami, quienes alegaron falta de permisos apropiados por parte de los dueños de La Placita, entre ellos el actor Julián Gil, para pintar la bandera en las afueras del edificio.
Esta situación, que aún se encuentra dilucidádose, le mostró a Collazo una perspectiva diferente de cómo se mueve el racismo y el discrimen, pero asegura que esto no le quita las ganas de seguir llevando su mensaje.
“Nunca había salido de Puerto Rico. Quizás estaba un poquito cerrado en cuanto a lo del racismo, pero vivirlo en carne propia me hace cambiar mucho la mentalidad de cómo está el mundo hoy día. Pero eso no me quita la motivación. Se va a seguir pintando banderas hasta que Dios quiera”, comentó Collazo, quien con su proyecto “Plantando banderas” espera impactar a la diáspora estampando la monoestrellada en distintas comunidades puertorriqueñas fuera del País, entre las que se perfila Kissimmee y Orlando.