Rescatan jóvenes de las calles y le ofrecen hogar seguro y porvenir
La Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud inauguró en Río Piedras la iniciativa Techo Joven para proveer vivienda temporera a jóvenes sin hogar o en riesgo de perderlo.
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Como le ocurre a cientos, o quizás miles de jóvenes cada día a través de todo Puerto Rico, por diversas razones, la joven Jianetsy Berríos Cosme se vio un día literalmente en la calle, sin un hogar a donde poder llegar a reposar, bañarse, dormir en una cama en una habitación. Para complicar aun más su situación, estaba embarazada, y cargaba también el peso de la angustia por haber dejado a sus otros dos niños al cuidado de otras personas.
De manera similar, la joven Ivanis Rosario López, aunque no llegó a quedarse en la calle, gracias a la compasión que le brindó su casera, se vio en la desesperada situación de estar a punto de quedarse sin hogar, mientras esperaba un bebé.
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Ambas, sin embargo, tienen en común que recibieron la fortuna y bendición de que en sus accidentados caminos se cruzaran las y los incansables ángeles guardianes de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico, quienes de inmediato, si pasar juicio alguno, les tendieron la mano para asegurar que tuvieran un techo bajo el cual cobijarse, y un sinnúmero de otros servicios para que pudieran encaminar adecuadamente sus vidas y las de sus hijos.
Berríos Cosme, recordó la difícil experiencia que atravesó en las calles, cuando “estuve dos días, sin pernoctar, en la calle, caminando mucho, pasando diferentes situaciones, hasta que llegué al Sistema Coordinado, que es quien me lleva a la Red. Y la respuesta fue inmediata. Al momento, rápido me preguntaron si había comido, qué necesitaba, de qué forma me podían ayudar. Y me dieron la mano inmediatamente”.
Explicó que una situación de violencia doméstica, combinada con falta de recursos y apoyo, motivaron en gran medida que terminara viviendo en la calle, experiencia que, sin titubear, calificó de “muy dura. Realmente es estar sin bañarte. Es no tener donde pernoctar tranquilo, seguro, estable. Es carecer de muchas cosas. Es sentir miedo, realmente, sentir miedo”.
Pero una vez llegó a la Red, cuya existencia desconocía en aquel oscuro momento de su vida, aseguró que sintió “amor… puedo decir que amor”.
“Desde un inicio la hospitalidad, la humanidad hacia mi persona, el cuidado, los servicios al momento. El mismo día me canalizaron vivienda por algunos días, me canalizaron también lo que es albergue, y un sinfín de procesos”, sostuvo, con un tono de indiscutible agradecimiento.
Hoy día, “gracias a Dios, y gracias a la Red”, ya tiene a todos sus tres hijos con ella, tiene vivienda, tiene empleo, “y sigo ganando porque recientemente me acabo de graduar de un currículo que ellos (la Red) otorgaron… con ellos no se pierde”.
“Me dieron trato humano, respeto. Llevo ya un año y poquito más en el programa y nunca me he sentido juzgada. Todo lo contrario. Se volvió un espacio seguro para mí. Yo disfruto cada vez que tengo que ir a donde mi sicóloga, que es la sicóloga del programa. Y todos los servicios, realmente, mis niños, los dos más pequeños reciben servicios en los Head Start, y son… te digo, todo el componente de la red son excelentes. Han sido excepcionales con uno”, insistió.
Rosario López, por su parte, estaba embarazada de más de seis meses de su primera hija, y tanto ella como su pareja se habían quedado sin empleo, y se les había vencido el contrato de alquiler del estudio donde vivían.
“Estábamos a un paso de la calle, pero la arrendataria fue bien gentil con nosotros y nos dio como que el ‘break’ de estar un tiempo más adicional sin tener que pagarle nada de la renta o pagarle si conseguíamos algo”, recordó.
Quiso la fortuna o la providencia que se encontrara de casualidad con Marcos Santana Andújar, presidente y fundador de la Red, a quien conocía del tiempo que había estado bajo custodia del Departamento de la Familia.
“Lo conocí en ese transcurso. Él fue parte de mi niñez. Encontrármelo fue una super emoción para mí, verlo después de tanto tiempo. Ahí le conté brevemente mi situación, y me puso en contacto con la Red”, recordó.
“Ellos me contactaron rápido el mismo día, me preguntaron cuáles eran mis necesidades. Y en cuestión de como una semana y pico yo di a luz y rápido ellos me ubicaron en un apartamento de los de ellos. Mi parto fue prematuro y ellos estuvieron ahí en el proceso completo. No me dejaron sola. Ellos llegaron al hospital, me llevaron una experta en lactancia, me llevaron ropa que necesitaba porque el parto fue tan rápido e inesperado, porque se adelantó mucho, y me llevaron todo lo que necesitaba, tanto yo como la bebé para que no pasara ningún tipo de necesidad”, comentó.
“Eso fue una cosa… en cuestión de segundos para decirlo así. Esa fue más o menos mi experiencia, ellos me ayudaron económicamente, con alimentos, con artículos de higiene y de aseo personal, con asesoría legal en una ocasión, con servicios de sicología, y tanto a mí como a mi pareja. Nos ayudaron a ambos a conseguir empleo. Yo estuve trabajando para la Red en un cierto momento”, agregó.
“Puedo decir que el servicio de ellos es excepcional”, insistió.
Tal ha sido el positivo impacto de su transformador paso por la Red, que, en el caso de Berríos Cosme, se ha fijado la meta de hacer estudios universitarios para convertirse en una persona que haga ese mismo trabajo que hacen los miembros de la Red.
“Pienso que, con mi experiencia de vida, en conjunto con organizaciones como esta, le puede servir a muchos jóvenes de ejemplo. Y esa es mi visión, que ellos puedan echar pa’lante, que puedan reconstruir su vida como lo hice yo. Yo hace un año estaba en la calle y no tenía nada. Y hoy por hoy tengo mis hijos, tengo trabajo, tengo un esposo que me ama, tengo mi familia que me está apoyando en estos momentos, y mi segunda familia, que es la Red”, afirmó, reiterando que se ve “como una profesional, ejerciendo, en un futuro no muy lejano, haciendo esto mismo que hicieron por mí”.
De manera similar, Rosario López, aseguró que “planeo en enero tomar unos cursos que la Red está ofreciendo para entonces volver a instalarme a trabajar con ellos. Ese es más o menos el plan a futuro”.
Y ese impacto positivo podrá replicarse ahora en más jóvenes, gracias a los nuevos servicios que acaba de sumar la Red con la apertura de su proyecto Techo Joven, a través del cual ofrece albergue temporero y servicios de apoyo a la juventud en riesgo de sinhogarismo.
¿De qué trata el proyecto?
Según explicó Santana Andújar, este proyecto, del cual le habló por primera vez a Primera Hora hace algún tiempo cuando era apenas una idea, “es un ecosistema de servicios para jóvenes”, que consta de dos componentes, siendo uno de ellos un edificio de tres pisos localizado en el casco urbano de Río Piedras, presentado oficialmente este jueves, que tiene 10 unidades para proveer a jóvenes de 18 a 24 años, sin hogar o en riesgo, albergue de emergencia y una variedad de servicios de apoyo para “facilitar su transición a una vivienda estable”. Entre esos servicios se incluyen conexión con vales de vivienda rápida y vivienda transitoria, salud mental, salud física, alimentación y nutrición, lavandería, duchas, acceso a internet, biblioteca, entre otros.
Además, para los hijos pequeños de esos jóvenes, se ofrece acceso a servicios de cuidado y desarrollo infantil del programa Head Start y el apoyo del Centro de Dos Generaciones (2 Gen) de la Red.
El otro componente, que se trabaja como parte del programa federal “Runaway and Homeless Youth” y fue endosado por el Departamento de la Familia, está dirigido a jóvenes adolescentes de 13 a 17 años “que hayan huido de sus hogares o se encuentren en situación de riesgo”, igualmente para ofrecerles albergue temporal por hasta 21 días y diversos servicios de apoyo. La localización de este otro componente no se dio a conocer por razones de seguridad.
Aunque no hay una estadística certera de cuántos jóvenes están sin hogar o a punto de perderlo a través de la Isla, Santana Andújar explicó que, al menos en la organización que dirige, “desde el 2020 al día de hoy hemos atendido casi 4,000 jóvenes”, una cifra que estima pueda ser mucho más de dos o tres veces ese número a nivel de todo Puerto Rico. Entre los jóvenes que ha atendido la Red, 49% eran mujeres, 50% hombres, y el 1% restante no se identificó en ninguna de esas dos categorías.
“Si nos pregunta a nosotros, sabemos que hay un problema. ¿Y dónde está la problemática? Cerca de donde hay un centro universitario, hay jóvenes en la calle. Eso es un hecho claramente establecido, y nosotros y nosotras lo hemos comprobado. Arecibo, Caguas, Río Piedras, Bayamón, son centros… donde hay una universidad, hay jóvenes en la calle”, aseguró, agregando que “el problema quizás no se puede ver con tanta facilidad porque no hay datos”, si bien la Red se ha dado a la tarea de recopilar esos datos.
Explicó que, entre los perfiles más habituales de esos jóvenes que terminan en la calle, se encuentran “jóvenes lgbtt que sacan de su casa por su orientación sexual y por ser quienes son, jóvenes que las sacan porque están embarazadas y terminan en la calle, jóvenes que egresan del Departamento de la Familia sin ninguna red de apoyo, y en ocasiones jóvenes que sencillamente han vivido evadiéndose del sistema y escapándose de un hogar porque el Estado no los ha protegido y crecen literalmente de hogar en hogar”.
Mencionó también casos de jóvenes de áreas del centro de la Isla que vienen a estudiar a San Juan, y luego tienen que decidir entre tratar de seguir estudiando o regresar a su pueblo y perder esa oportunidad; jóvenes que pasan por el sistema de justicia y una vez salen quedan sin servicios de apoyo o seguimiento, y jóvenes que “no tiene familia, no tienen a nadie, no tienen recursos”, como ocurre, por ejemplo, con algunos jóvenes migrantes.
Santana Andújar sostuvo que, si bien se ha ganado terreno en reconocer el problema de sinhogarismo entre jóvenes, y en particular agradeció el respaldo del DF que asignó fondos a la Red para su programa de jóvenes sin hogar, todavía “hay mucho desconocimiento” en otras agencias del gobierno.
Alertó además que no era casualidad que inauguraran Techo Joven en diciembre, pues, aunque se trata de una época festiva de Navidad, lamentablemente también “es un momento de mucha violencia para los niños y los jóvenes, y para los jóvenes que viven en la calle. Es un momento de tristeza, de soledad, de depresión. Y nuestra experiencia es que hay mayor demanda de servicios en diciembre”.
Sin embargo, y tomando en cuenta las experiencias relatadas, si usted es una, o uno de esos jóvenes que está sin hogar, o a punto de quedarse sin hogar, la recomendación sería no dudar en seguir el consejo de estas jóvenes, y llamar o buscar a la Red para que le tiendan la mano, “porque no se va a arrepentir, va a ser la mejor decisión que va a tomar para el resto de su vida”.
Para más información, o contactar, a Techo Joven o la Red, puede llamar por teléfono o escribir por Whatsapp a la línea de apoyo al 787-510-1606.
Por otro lado, si desea apoyar o cooperar con la Red o el proyecto Techo Joven, puede hacer su donativo a través de ATH Móvil/AlberguesPR o PayPal: https://www.paypal.com/paypalme/alberguespr.