Conocer que el periodo de cuarentena en Puerto Rico, a consecuencia de la emergencia causada por el coronavirus, pudiera extenderse por tiempo indefinido, obligó al empresario Miguel Oquendo a buscar una manera de ayudar a evitar el contagio del COVID-19.

Así fue que el propietario de Sign Project, ubicado en Bayamón, luego de dar una mirada a los materiales que tenía en su empresa dedicada a la rotulación buscó en internet qué podía idear para poner su granito de arena. El resultado fue la fabricación de un protector de rostro adaptable a una gorra común. El “face shield” es uno de los productos de seguridad y protección que tanto escasean hoy.

“Le metí duro a ver qué me inventaba y di con la idea de estos ‘face shields’ parecidos a los que usan especialistas médicos en cirugías. Ayudan a que una persona pueda moverse un poco más segura a donde quiera que tenga que ir”, observa Oquendo, quien trabajó varios diseños originalmente para llevar amarrado a la cabeza, pero luego encontró la alternativa de hacer un prototipo que cada persona puede ajustar a una gorra o visera.

De verdad quiero ayudar a mi gente. Mientras más pronto salgamos de eso todos podremos salir a trabajar en lo que nos ganamos la vida diariamente

-Miguel Oquendo

El artículo, que vende en su negocio a $10, no es solo un invento para beneficiarse económicamente, según asegura.

“De verdad, quiero ayudar a mi gente. Mientras más pronto salgamos de eso todos podremos salir a trabajar en lo que nos ganamos la vida diariamente”, precisa.

Llevé a los cuarteles de Rexville y La Lomita. Voy a ir también al del Pueblo. Digo, esos son los que conozco donde están. Ya buscaré donde hay otros

-Miguel Oquendo

Oquendo también ha encontrado propósitos que trascienden lo que es un negocio. Por lo que consciente del alto número de policías que han sido forzados a entrar en cuarentenas por causa del coronavirus, se ha dedicado a llevar “face shields” a diferentes cuarteles del área de Bayamón, los que regala a los oficiales para que se puedan cuidar en la calle.

“Ya llevé a los cuarteles de Rexville y La Lomita. Voy a ir también al del pueblo. Digo, esos son los que conozco donde están. Ya buscaré dónde hay otros”, dijo el empresario cuyo negocio se centra en la fabricación de rotulación comercial y de imagen corporativa, pero también trabaja cruzacalles, letreros y pegatinas.

“Esto lo he hecho porque muchos guardias están viéndose afectados y hay muchos cuarteles que están cerrados. Así que voy y se los obsequio tratando de ayudarlos”, sostiene.

Oquendo se ríe al recordar que los agentes lo miran extraño cuando le ven llegar a los cuarteles, pero luego todos se alegran por su gesto.

Al momento, el ciudadano destaca que tiene materiales para confeccionar unas 1,000 piezas, ya que hizo órdenes de más materiales, pero la llegada de ellos se ha retrasado “porque en Estados Unidos han controlado esos productos”.

Su inventiva, por su parte, no se ha limitado a los protectores.

Dijo que está trabajando también para montar una especie de cápsula que pueda ofrecer a los laboratorios clínicos con el fin de proteger a los empleados cuando realizan las pruebas a los pacientes con casos sospechosos de ser coronavirus.

“Comencé tratando de hacer un invento para las camillas y con las cuales se pudieran proteger los médicos y enfermeras, pero luego vi que ya existe un prototipo de eso que es el aceptado, por lo que entonces estoy trabajando la idea para los laboratorios”, precisa el creativo empresario.Ya sea con su ingeniosa idea, o con las que pueda desarrollar en el futuro, Oquendo es uno de los héroes anónimos que, a su manera, también lucha para ayudar a detener el contagio del COVID-19.

Si usted está interesado en adquirir “face shields” puede contactar a Oquendo vía Whatsapp, al (787) 367-7579 o escribir al correo electrónico ventas@signprojectpr.com.