A partir de hoy Yaira Félix Figueroa dormirá un poco más tranquila.

Y es que la mujer de 30 años se quedó sin hogar en mayo pasado, y desde entonces se le hace difícil, luchando para sobrevivir en las calles de Santurce. Sin embargo hoy recibió el primer cobijo en madera creado por un arquitecto que busca darles algo de privacidad y seguridad a las personas que no tienen casa.

El “moving shelter” es una mini caseta de campaña pero en lugar de tela, está construida en madera. Igual que una caseta, la persona puede acomodarse para dormir en el equivalente de una camita de una plaza, con el beneficio extra de no mojarse cuando llueve y mantenerse abrigada del frío y resguardada del sol.

Tratando de disimular las lágrimas, Yaira entró a su caseta y se acomodó de lo más bien.

“Con esto se evita que la persona esté a la intemperie, pero su razón de ser es proveer unas horas de descanso de manera digna, además se les provee un espacio de más seguridad y mejor higiene”, destacó el arquitecto Andrés Sanfeliú, creador del invento.

El hombre busca ahora financiamiento para distribuir la mayor cantidad de mini casitas cuyo costo es de $375.

“Ahora esa camita va conmigo pa’ arriba y pa’ abajo hasta que Dios decida”, indicó contenta Yaira.