Red de radares en el oeste
El moderno equipo detectaría turbonadas y trombas marinas en esa región, lo que ahora no es posible.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Cabo Rojo. ¿Se imagina cuán distinta hubiese sido la historia aquella tarde de verano de 2010, cuando una turbonada obligó a la posposición de la ceremonia inaugural de los Juegos Centroamericanos en Mayagüez, si el fenómeno hubiese podido ser detectado?
De seguro, totalmente diferente.
Pues, la identificación de este y otro tipo de fenómenos naturales que se desarrollan en la atmósfera baja –como lo son las trombas marinas, granizadas y lluvias repentinas– podría ser posible con el desarrollo del Centro Meteorológico de Puerto Rico.
“Se hubiese identificado en el momento... hubiésemos tenido los datos inmediatamente cuando ocurrió esa turbonada y ahora, con esta tecnología, la vamos a observar más rápidamente, igual que las trombas que se observan más frecuentemente en el oeste’’, expresó la profesora Leyda León, una de las encargadas del proyecto.
Entre otras cosas, el moderno proyecto, ubicado en el Recinto Universitario de Mayagüez, de la Universidad de Puerto Rico, y adscrito al Departamento de Ingeniería Eléctrica del mencionado campus, incluye la instalación estratégica de tres radares en la zona oeste de la Isla, específicamente en los pueblos de Cabo Rojo, Isabela y Lajas.
La función de los radares es vigilar el desarrollo de fenómenos en la atmósfera baja, datos que vendrían a complementar los que registra diariamente el radar del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en Cayey.
Actualmente, según explicó el profesor José Colom, otro de los encargados del desarrollo del proyecto, el radar del SNM no detecta este tipo de fenómenos por su alta localización.
“En la zona oeste pasan muchos fenómenos atmosféricos como trombas marinas, tornados, tormentas eléctricas y lluvias, que no son detectados por el radar de Cayey, y de ahí la importancia de estos tres radares, en donde los podemos ver de diferentes ángulos y sacar vectores de viento y podríamos hacer estudios científicos que les interesen a los meteorólogos”, dijo Colom.
Los radares, detalló, son de menor alcance, pero al instalarse como una red, aumenta la resolución que se obtiene del radar del SNM.
La información sería igualmente pertinente para medir el porcentaje de lluvia caída, para alimentar modelos atmosféricos y ayudar a los meteorólogos en sus predicciones, información que, a su vez, pasarían a las agencias de seguridad pertinentes. “Pueden ayudar a predecir si se van a salir los ríos de su cauce y, para las regiones urbanas, saber si ocurrirán inundaciones repentinas”, expresó.
La iniciativa sería, además, un centro de práctica e investigación para los estudiantes de ingeniería eléctrica y meteorología. Serían ellos los que estarán a cargo de monitorear el equipo.
Mientras, en la fase de desarrollo, colaboran investigadores, personal docente del Recinto y funcionarios de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead) y del Servicio Nacional de Meteorología.
El estudiante graduado de ingeniería eléctrica Jorge González indicó a Primera Hora que en estos momentos el proyecto está detenido luego que expiraran los fondos de la National Science Foundation (NSF) destinados al mismo.
De los tres radares, todos a ubicarse en terrenos de la UPR, solo el de Cabo Rojo está instalado y operacional. Mientras, el de Lajas está en su fase de instalación y el de Isabela en la etapa de construcción.
González indicó que están en el proceso de solicitar fondos recurrentes al Gobierno para completar la instalación y que el Centro Meteorológico funcione las 24 horas, los siete días de la semana, como lo hace la Red Sísmica. Su costo anual sería de $800,000, incluyendo el personal.
Al momento, la falta de dinero les ha imposibilitado el mantener personal recopilando la información que está generando el radar de Cabo Rojo.