Extrañan su contagiosa sonrisa, el olor a champú en su cabello rizo, sus abrazos y la dulce voz que tenía al hablar y cantar. Constantemente, miran sus fotografías para admirar la belleza y gracia que tenía su pequeña hija de seis años, Ana Grace Márquez Greene, una de las 26 víctimas –entre ellas 20 niños– de un desalmado que protagonizó en plena época de Navidad una matanza en la escuela Sandy Hook de Newtown, en Connecticut.

Ayer se cumplió un mes de la masacre, en el que la puertorriqueña Nelba Márquez y su esposo, Jimmy Greene, han buscado consuelo a su pérdida en las miles de muestras de apoyo que reciben a diario a través de la página de Facebook Remembering Ana Márquez Greene, la cual fue creada dos días después de la tragedia y que ya cuenta con más de 90,000 seguidores de todas partes del mundo.

“Tengo motivos para estar enojada en algunos momentos... no hay un manual de luto por la muerte de un hijo... no hay un manual para saber cómo consolar a mi hijo sobreviviente cuando clama por su hermana, su amiga, su compañera de juego... Sin embargo, nos conforta las oraciones y buenos deseos de miles de personas en todo el mundo”, se desahogó en uno de sus escritos Nelba, al confesar que duerme con una “manta especial” que aún conserva el olor de la niña.

Por su parte, Jimmy –saxofonista de profesión– ha dedicado hermosos párrafos resaltando las cualidades de su princesa, su “dulce Ana”, como la llamaba.

“Echo de menos su voz... miro sus fotos para tratar de imaginar que está en la habitación conmigo, y me abraza fuertemente”, expresó recientemente en la red social, en la que ha colgado fotos de la familia y vídeos en los que se aprecia a Ana Grace, junto a su hermanito, haciendo alarde de los dotes artísticos que había heredado de su progenitor.

Como parte de la conmemoración del primer mes de la tragedia, los padres de Ana Grace, junto a otros de las víctimas de la masacre, participaron de una conferencia de prensa en la que pidieron una “discusión nacional” para evitar que se repita una tragedia de esta magnitud.

En su participación, según informó The Huffington Post, Nelba relató cómo el pasado 14 de diciembre “subí dos niños al autobús y solo uno volvió”. De esa trágica mañana, la madre recuerda que su hija estaba vestida con una camisa que tenía bordado el signo de paz en el pecho. Las últimas palabras que escuchó de su pequeña Ana Grace estaban dirigidas al chofer de la guagua escolar. “Hay algo para usted bajo mi árbol”, dijo la niña que esperaba con ansias el Día de Navidad.

“Es necesario hacer de esta tragedia un momento de transformación”, agregó la madre de Ana Grace durante la reunión en la que se dio a conocer el grupo de apoyo Promesa de Sandy Hook.

En una conferencia aparte, el presidente Barack Obama dijo que pronto pedirá al Congreso promulgar una nueva ley sobre regulación de armas a raíz del ataque, según reportó la agencia EFE.