Ponce.- Un grupo de defensores de los derechos de los animales realizó una manifestación frente a la alcaldía de Ponce, para reclamar a la alcaldesa María “Mayita” Meléndez que resuelva los constantes incumplimientos de contrato de la entidad que administra el albergue de animales hace dos años.

Mildred García, quien diariamente recorre las calles de la Ciudad Señorial para alimentar a cientos de perros realengos, explicó que la Society Against Cruelty to Animals (SACA) ofrece un pésimo servicio a la ciudadanía y no atiende eficazmente a los animales.

“Estamos pidiendo trato justo y sensible hacia los animales. La gente no los llevan allí para morir”, dijo la portavoz.

Ésta indicó que personas le han informado que llevan un perro al albergue, porque no lo pueden atender, y días después lo encuentran en la calle. Además, denunció que la administración les cobra a las personas entre $15 y $20 para aceptar la mascota, que no cumplen con el horario establecido, no atienden llamadas y no tienen veterinario fijo. “El veterinario va dos veces en semana, sólo a practicar eutanasia”, sostuvo.

García explicó que la solución para la sobrepoblación de animales no se resuelve matándolos, sino estableciendo programas de esterilización o con una legislación que obligue a los dueños a tener la cantidad de animales que puedan mantener.

Por su parte, Jereimy Rugg, de la Animal Protection Agency and Horse Sanctuary, mencionó que en Ponce existen cerca de 150 mil perros y casi 50 mil caballos, muchos de los cuales terminan abandonados por sus propios dueños. “Tenemos que crear conciencia de que las personas deben ser responsables con sus animales porque ellos también sufren”, sostuvo.

Por su parte, el administrador de la Ciudad, Arturo Picó -quien atendió a los manifestantes en representación de la Alcaldesa-, les informó que el albergue necesita de más aportaciones para poder sostenerse y ofrecer los servicios.

“Estamos recibiendo propuestas para las entidades que interesen administrar el albergue”, dijo Picó.

Asimismo, destacó que el Municipio fiscaliza constantemente las funciones del albergue y que no están ajenos a las situaciones que atraviesa, esto debido a que deben asegurarse de que los $16 mil mensuales que aportan sean utilizados de forma correcta.

Picó dijo que también están en busca de propuestas federales para mejorar la infraestructura del lugar.

Igualmente, Francisco Nieves, director de la Oficina de Control Ambiental, ubicada en el mismo albergue de animales, confirmó que la administración cobra a las personas que van a llevar animales, pero que “sólo se les pide un donativo voluntario”.