"Las mascotas no podían estar en el recinto porque no tenían el Kennel y además hay niños y ancianos en el lugar por lo que se habilitaron espacios en otros refugios para ellos", expresó Colón. 

La funcionaria indicó que un perro de la raza boxer estaba suelto en el recinto al no haber disponible el Kennel, ya que la familia lo olvidó.

Los refugiados se quejaron también que el acondicionador de aire no fue activado ni había catres disponibles.

Colón indicó que la empresa Individual Management está a cargo de los catres y bolsos para dormir, al tiempo que el Departamento de Educación, de la preparación de alimentos. 

Los refugiados consumieron sus alimentos en orden cuando aparecieron las meriendas.

Christine Calderón, una mujer embarazada del sector Vista Del Mar, estuvo de acuerdo con la salida de las mascotas y no tuvo reparos con la tardanza en la llegada de los alimentos.

"La comida es gratis, quién se puede quejar cuando la comida es gratis, y la verdad que lo de las mascotas estuvo bien porque este es un lugar cerrado y trae malos olores", expresó. 

Las familias con mascotas fueron movilizadas hacia otras escuelas con salones vacíos.