A cinco años de la explosión que destruyó gran parte de las instalaciones de la Caribbean Petroleum Company (Capeco) en Bayamón, la empresa Puma Energy opera en el mismo lugar un terminal transformado, con capacidad para 1.9 millones de barriles de combustible y reforzado con capas de seguridad que garantizan que un desastre similar no se repetirá, aseguró hoy, jueves, Luis Domínguez, gerente general de esa compañía.

Domínguez informó que Puma ha destinado $290 millones para rehabilitar los terrenos que adquirió mediante subasta en 2011, después de la emergencia ambiental producto de la explosión y el voraz incendio que en 2009 dañó las instalaciones operadas entonces por Capeco.

Según Domínguez, de la citada suma “una de las mayores inversiones se hizo en sistemas de control y prevención” en las instalaciones donde se maneja el transporte, suministro y almacenamiento de derivados del petróleo como etanol, combustible para jets, gasolina, diésel y gas licuado.

Las declaraciones de Domínguez y otros directivos de Puma se produjeron antes y durante un recorrido con periodistas y líderes comunitarios por las renovadas instalaciones donde hace cinco años las imágenes de tanques derretidos y tubos oxidados quedaron grabados en la memoria colectiva.

“Todos los tanques tienen un sistema de control de incendios, anillas de enfriamiento, cámaras de espuma y monitores para manejar una emergencia desde el exterior”, explicó el ingeniero Carlos Faris, gerente de operaciones, al referirse a un sistema automatizado que incorpora redundancias y vigilancia remota.

“Ninguno de estos sistemas estaba instalado cuando Capeco operaba”, indicó, por su parte, Domínguez al destacar medidas implantadas por Puma y que, según subrayó, exceden los requerimientos federales, estatales e industriales para mantener un funcionamiento continuo y seguro para los trabajadores, así como para los vecinos de comunidades y negocios cercanos en las jurisdicciones de Cataño, Guaynabo y Bayamón.

“La comunidad es parte de nuestro plan de emergencia”, sostuvo, por su parte, la gerente ambiental, Brenda Toraño, quien acompañó a los visitantes, entre los que figuraron los líderes comunitarios Pedro Carrión, de Juana Matos, y Wanda Figueroa, de Puente Blanco.

Aseguran cumplimiento con la EPA

En términos de la estela del daño ambiental que dejó el desastre de Capeco, la empresa Puma Energy anunció que la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) dio por completados los trabajos de demolición y mitigación que la compañía se comprometió a emprender como parte de la transacción de compra hace tres años y cuatro meses.

“Es importante ser transparentes y cumplir con lo que dijimos que íbamos a hacer, no sólo porque tenemos una orden, sino porque somos una compañía responsable”, indicó Toraño, quien adelantó que ahora a la petrolera le resta cumplir con otras tres órdenes pendientes, que incluyen trabajos exhaustivos de limpieza, remediación y reconstrucción.

En este terminal también se construye la sede de las Américas de Puma Energy, que deberá estar lista para mediados de 2015 con una inversión de $22 millones, informó, por otro lado, Domínguez.

Esta obra, que en fase de construcción genera de 300 a 400 empleos directos, se suma a la rehabilitación del muelle privado de la compañía y trabajos en las estaciones de servicio, para elevar el total de inversión a $574 millones y la generación más de más de 2,000 empleos directos, indirectos y en servicios contratados, resumió el ejecutivo.

“La inmensa mayoría de los trabajos se realizaron por puertorriqueñas o firmas que contratan mano de obra puertorriqueña”, señaló Domínguez.

“Tenemos confianza en la inversión que estamos haciendo en el país. A pesar de las circunstancias y los retos que tenemos, Puerto Rico es un lugar donde podemos invertir y operar nuestro negocio de manera segura”, puntualizó.

A un costo de $82 millones, Puma Energy compró los activos y terrenos de Capeco en 2011, tras ganar la subasta ante el Tribunal de Quiebras del estado de Delaware. Como parte de la transacción obtuvo 147 estaciones de servicio, estructuras, tanques y acceso a las zonas de libre comercio en Cataño y Bayamón, además de un muelle privado.

En la actualidad, Puma Energy suministra combustible para aviones por tuberías que llegan al Aeropuerto Luis Muñoz Marín, en Carolina, así como diésel a las centrales San Juan y Palo Seco, ambas de la Autoridad de Energía Eléctrica. Además reciben, almacenan y distribuyen combustible para vehículos de motor en estaciones ubicadas a través de todo el País.

En diciembre de 2014, la empresa espera lanzar su operación de venta de gas licuado (propano y butano) bajo la marca Puma Gas, con lo cual competirá directamente con Tropigas y Empire Gas, anticiparon también los directivos de la compañía.