Preocupación entre usuarios de la AMA por la posibilidad de un paro laboral
Comentan que muchos se afectarían si no pueden contar con las guaguas, y perjudicaría en particular a la población de edad avanzada que depende de ese servicio.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Un ambiente de evidente preocupación reinaba ayer, miércoles, entre usuarios de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), ante la posibilidad de un inminente paro laboral que dejaría fuera de operaciones las guaguas de uno de los pocos servicios de transportación pública con que cuenta la Isla.
Según pasajeros entrevistados al azar mientras esperaban en paradas de guaguas de la AMA, no contar con ese servicio afectaría a muchos, en particular a personas de edad avanzada que necesitan del autobús para hacer gestiones vitales, como acudir a sus citas médicas.
Los empleados de la AMA aprobaron por unanimidad un voto de huelga que podría entrar en efecto tan pronto como mañana, jueves. Los trabajadores reclaman que han pasado más de 20 meses sin la revisión del plan de reclasificación y retribución salarial, al tiempo que han surgido denuncias que se han aprobado aumentos de salario a personal de confianza de la agencia.
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La situación surge luego que la matrícula adviniera en conocimiento de que el personal de confianza de la presidenta de la AMA, Karen Correa, y allegados a estos han recibido significativos ajustes salariales, cuando la corporación pública se ha negado a negociar con ellos amparándose en la supuesta estrechez económica.
De ocurrir el paro, aseguró Adela England, se afectaría su diario vivir.
“No puedo salir, no puedo… pa’ las citas, pa’ la escuela, pa’ los nenes. Afecta a mucha gente”, afirmó la mujer residente de Santurce. “Afectaría un montón de cosas”.
Manuel Rivera, un hombre de 93 años que por décadas ha usado la AMA, coincide en que un paro traería dificultades para mucha gente. No obstante, expresó simpatía hacia los obreros y sus reclamos.
“Es que todo está carísimo y cada cual tiene que velar por lo suyo. Eso (el paro) afecta a todo el mundo, pero tienen que hacerlo, porque no se pueden quedar todo el tiempo con la misma cantidad. Las cosas suben y suben, todo está caro, y el trabajador tiene que buscar la manera de igualar. No igualar, nunca lo igualan, pero por lo menos ayuda mucho par de dinerito que llegue aparte. Así es la vida. Pero si uno trabaja y trabaja, y lo que tiene es el mismo sueldo, ¿a dónde va a llegar?”, comentó Rivera.
Explicó que, de paralizarse el servicio, en su caso particular, que depende de ese transporte, pues “tengo que esperar hasta que ellos quieran” para poder hacer sus gestiones.
“Yo dependo del transporte de la guagua. No tengo recursos para tener un carro. Si no se puede, pues será otro día las cosas que tiene que hacer uno, las gestiones y eso. Yo dependo de la guagua”, aseguró.
En otra parada, la joven Génesis Figueroa vaticinó que un eventual paro en el servicio de la AMA afectaría a muchas personas de avanzada edad que dependen de ese transporte público.
“Yo pienso que hay muchos ancianos que usan el transporte. Sin el transporte no pueden llegar a su destino. Hay muchos que no saben conducir, que no tienen ningún método, y la transportación urbana es su forma de llegar a donde pueden”, comentó.
Agregó que usa mucho el transporte de la AMA, “y hay veces que mi destino es muy lejos y es complicado llegar sin una guagua. Las uso (las guaguas) para ir a mi hogar o al hogar de mis hijas. Y desde aquí hasta donde tengo que llegar es bastante lejos y complicado. Sin la guagua, no puedo, es complicado, no llegaba”.
Consideró que “estaría mal” que las partes en la disputa laboral no lleguen a un acuerdo que evite la paralización del transporte público.
“Vuelvo y repito, es algo que se necesita. Es una necesidad. No es como que se puede debatir. Lo necesitamos, y lo necesitamos, literal”, insistió.
Por su parte, una ciudadana que se identificó solamente como Johanna, sostuvo que, aunque considera que el servicio de la AMA “es pesado, para no decir malo, es necesario”.
“Para algunas personas, como yo, que soy una persona de avanzada edad, no tengo transportación. Si ellos llegan a una huelga, pues nos afectaría mucho. No necesariamente a los ancianos, también hay trabajadores que usan el transporte para ir a sus trabajos, o llevar ciertos niños a la escuela, porque se han mudado y en lo que se acomodan y eso… hay bastante necesidad de la autoridad”, aseguró Johanna.
“Pero tienen que ser más conscientes de que tiene que ser más responsables con el pueblo que necesita de la transportación, porque si ellos no nos la dan... Hay veces que yo no tengo un peso pa’ coger un transporte público, tengo que depender de la AMA. Digo, por mi edad me toca pagar menos. Pero, precisamente, por eso, porque no tengo el peso, tengo que cogerlos a ellos. Y a veces es muy difícil. A veces es bien difícil transportarse de un sitio a otro”, agregó la mujer, al tiempo que comentaba que iba de Hato Rey, donde reside, a su cita con el ortopeda en Condado.
“Así que eso (el paro) nos afectaría muchísimo”, reiteró Johanna, agregando una exhortación al personal de la AMA a “que sean un poco más educados, porque son bien ásperos, y malcriados. Si uno dice ‘buen día’, nadie le contesta. ‘Gracias’, tampoco le contestan. La rampa no la bajan. Uno tiene que estar uhmmm pa’ subirse en la guagua. ¿Y pa’ qué está la rampa? Pa’ que la bajen. Si sigo hablando, no terminamos. Así que, si van a pedir chavos, que sea pa’ que den un mejor servicio”, exhortó la usuaria de la AMA.
Al momento, aun se desconocía si se pondría en vigor el voto de huelga, o si se evitaría a través de algún acuerdo que atienda el reclamo de los obreros.
Actualmente, la AMA cuenta con una flota de unos 80 autobuses que sirve a cerca de 4,000 personas al día. Entre esa clientela se encuentran los usuarios del programa Llame y Viaje. Se trata de personas con condiciones médicas o de la tercera edad a los que se les brinda transporte para acudir a citas médicas o recibir servicios de salud como diálisis y otros.