La posibilidad de quedarse sin diésel para los generadores de electricidad es una de las principales preocupaciones de varias égidas en el área de San Juan tras el paso del huracán María por Puerto Rico.

Así se desprende de una visita de este medio a las residencias de La Merced y Petroamerica Pagán de Colón, en Hato Rey, y La Inmaculada, en Santurce, donde utilizan estas plantas por periodos limitados para extender la duración del constantemente solicitado hidrocarburo ante la falta de electricidad en casi la totalidad de la Isla. 

En el caso de la dueña de La Merced, Luz E. Castellano, su égida está en lista de espera, según le informaron en el centro de operaciones del gobierno en Miramar. “Me anoté para que me pusieran como prioridad para diésel por ser égida, y eso para mí es la prioridad número uno en este momento”, expuso Castellano a este medio.

Indicó que tiene abasto para un día o dos, lo que afectaría también la cisterna con la que le suple de agua a los 61 residentes del lugar, ya que el generador la energiza.   

Su preocupación es tal que hoy lunes iría de nuevo a ese centro para revisar el estatus ya que sigue confrontando problemas de comunicación vía teléfono, otras de las áreas severamente afectadas por el fenómeno atmosférico.  

“(La situación) es crítica… Es una situación nunca vista por lo menos en los últimos 100 años”, opinó Castellano, aunque mostró esperanza al decir que “solamente se va a conseguir ponernos sobre nuestros pies si todos trabajamos juntos, y con el gobierno”.

Según el Departamento de la Vivienda, la población aproximada de las égidas bajo Ley 173 -las que son subsidiadas por esta agencia- y los 15 proyectos de Sección 8 es de alrededor de 5,000 personas, caracterizadas por su vulnerabilidad ante eventos como estos, confirmó la oficial de prensa de esa agencia Damaris Hernández.

Hernández explicó a este medio que previo a María, Vivienda solicitó a los agentes administradores sus planes de contingencia debido a que la mayoría opera con generadores para las áreas comunes. Son estos agentes los responsables de comunicar la solicitud del diésel al Centro de Operaciones de Emergencia (COE), dijo. Hay otras égidas que tienen contratos con compañías distribuidoras, agregó.

Cabe destacar que los 5,000 son parte de las personas de edad avanzada en la Isla que representan el 22.7 por ciento de la población, lo que es igual a 823,070 personas de 60 años de edad o más, según el Censo (2014).

En La Merced, el generador es usado desde las 9:00 a.m. hasta las 12:00 de la medianoche, no así en La Inmaculada donde solo la usan dos horas por la mañana y dos horas por la tarde, para áreas comunes, esto a partir de hoy, lunes, confirmó la trabajadora social de esa égida, Abigail Declet.

De hecho, esta es otra de las égidas que está en lista de espera por el líquido. “Estamos en turno de esperar que nos llene la planta. Ahora mismo tenemos diésel”, expuso Declet.  

Para Andrea Adames, de 73 años y residente de La Inmaculada, el periodo que han permanecido sin planta eléctrica ha sido “horrible. Bajando las escaleras... (y) hay personas que no pueden subir ni bajar”.

También han estado apretados con el agua porque mientras esperaban por la planta -que es la que bombea el agua de la cisterna- tuvieron, por ejemplo, que coger agua del hidrante, dijo Adames. “Nos lo resolvimos como Dios nos ayudó”, agregó doña María Teresa Vigay.        

Y para el calor, un “cartón” le sirve como abanico, dice Adames entre risas. “El original”, agrega Vigay.

En las noches, doña Vigay usa la linterna y “la pongo hacia el cielo, y me alumbra la habitación”.

Para comer recurre a la comida enlatada, visitas a un supermercado cercano o de la bondad de entidades como Salvation Army que el lunes le llevaron almuerzos.

Una de las egidas que corrió con mejor suerte es la Petroamerica Pagán de Colón, ya que la mañana del lunes recibió los 300 galones que compró, dijo Sylvia Llano, administradora. “Estamos haciendo lo imposible para que ellos tengan los servicios básicos”, dijo Llano.

En esta égida no han estado sin la planta -aunque su uso también es por un periodo. Sí han tenido problemas con una de dos bombas de agua porque se le quemó, pero a pesar de que se la arreglaron, no le está bombeando el agua, por lo que el lunes saldría a la calle a resolver.    

En su caso, el municipio trajo el lunes a la égida desayuno y agua.

La población de la tercera edad también vive en hogares de ancianos ya que no pueden valerse por sí mismos -contrario a los de las égidas- como es el caso del Hogar Emmanuel en Santurce.

Una de las encargadas, Dolores de la Rosa, expuso que utilizan estufa de gas y abanicos de batería para las horas más calurosas ya que esperan por una planta que mandaron a pedir porque la que tenía se les dañó. Para guardar los alimentos, el personal del hogar colocó galones de hielo congelados en un refrigerador, pero ya les urge la llegada de la planta.