Preocupa alza de personas sin hogar, incluyendo veteranos, que llegan desde Estados Unidos
Endeavors, entidad que ayuda a exmilitares en esta condición, ha impactado a 60 personas en los últimos seis meses.
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La situación de personas sin hogar que llegan a Puerto Rico provenientes de Estados Unidos ha ido en aumento durante el año 2024, pero en los pasados meses se manifiesta con un factor que se hace más visible entre las organizaciones sin fines de lucro que ayudan a esta población: un alza considerable de veteranos en condición de calle.
Así lo afirmaron por separado varias personas entrevistadas por Primera Hora y que trabajan directamente con el sinhogarismo en la isla, un problema social que, de acuerdo a criterios de HUD (Departamento de Vivienda Federal), incluye no solo aquellos que están ausentes de un techo para guarecerse, sino también los que pernoctan en lugares sin servicios esenciales de agua o luz, los que se encuentran en riesgo inminente de perder su residencia principal en los próximos 14 días, o aquellas familias o víctimas de violencia de género que tienen que huir de su entorno por seguridad.
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Entre los que ofrecen servicios directos y exclusivos a veteranos se destaca Endeavors, organización con base en Texas, pero que tiene presencia en Puerto Rico desde el 2018 ayudando a poblaciones vulnerables. Empero, hace dos años provee apoyo a través del Programa de Reintegración de Veteranos Sin Hogar, rescatando a miembros de esta población y proveyéndoles herramientas de inserción social y laboral, así como ayuda para que tengan un techo seguro. El programa recibe $498,000 en fondos anuales, además de donaciones de entidades privadas y la labor de un voluntariado compuesto por 3,000 personas.
El director de Endeavors en Puerto Rico, Carlos Cubero, afirmó que son más de 250 los veteranos impactados desde el 2022 a través de la organización, pero no fue hasta aproximadamente un año cuando se empezó a percibir la llegada de los excombatientes de Estados Unidos, totalmente desprovistos de un techo seguro.
“En el caso de los últimos seis meses, en una población de 60 participantes elegibles, tengo al menos 10 que vinieron de Estados Unidos, representando un 17% de los casos”, puntualizó al subrayar que la mayoría se han encontrado en la zona metropolitana, incluyendo áreas como Ocean Park, en Condado, aunque algunos han llegado al centro de la isla.
El perfil general de los veteranos sin hogar rescatados -residentes y los que llegan de otras jurisdicciones- a través del programa es de 82% hombres y un 18% mujeres. Las edades fluctúan entre 42 a 56 años, pero han atendido casos de ancianos de más de 80 años viviendo en condiciones “infrahumanas”. Además, la inmensa mayoría presenta algún problema de salud mental, incluyendo PTSD (desorden de estrés post-traumático).
“En el caso de los que llegan de Estados Unidos, casi siempre del norte, no sabemos la razón que los trae hasta aquí. Nosotros empezamos a notarlo cuando veíamos los nombres (con apellidos que no son comunes en la isla). Algunos llevan seis meses sin hogar, otros quedaron sin empleo... la verdad es que la situación del veterano es bien compleja, porque muchas veces después de haber servido (en las Fuerzas Armadas) se encuentran el choque de que no se sienten productivos, pierden estructura y entran como en un letargo de qué hacer con sus vidas y eso exacerba sus traumas. En algunos casos, las familias y los patronos no toleran y ahí empiezan las situaciones”, comentó Cubero al agregar que se queda “boquiabierto” al ver que algunas de las personas rescatadas son profesionales como abogados, contables, ingenieros o gerentes de proyecto, entre otros.
Explicó que cada veterano sin hogar impactado tiene un manejador de caso que diseña un plan individualizado. Además, se refieren los casos para cernimientos médicos a través del Hospital de Veteranos en Puerto Rico, con el que trabajan estrechamente. Prosiguió que, luego que la persona completa el programa y se reintegra a sociedad y al mundo laboral, se le da seguimiento anualmente para corroborar su estabilidad. Aprovechó para instar a llamar al (787) 520-5185 para solicitar ayuda para un veterano sin hogar.
Asimismo, dijo que aquellos que no cualifican al programa, son transferidos a otros servicios en organizaciones sin fines de lucro que sirven a la población sin hogar en la isla, incluyendo Casa del Peregrino, en Aguadilla.
Yesenia Mojica, presidenta de la Junta de Directores del Programa de Cuidado Continuo (CoC-503) -un colectivo que a través de Coordinadora Moriviví brinda servicios a las personas sin hogar en 54 municipios del este, sur y oeste de la isla- sostuvo que, aunque en esas regiones no se ha visto “marcadamente” un aumento de extranjeros sin hogar llegando a la isla, sí se ha percibido veteranos de Estados Unidos viviendo en condición de calle, según le confirmó personal de algunas entidades, entre estas Casa del Peregrino, organización que les ha auxiliado. Aparentemente, los veteranos llegan por el aeropuerto de Aguadilla y suelen pernoctar en la costa, mientras son asistidos.
“Además, el alcalde de Rincón (Carlos López Bonilla) nos había dicho que había como siete a nueve norteamericanos sin hogar quedándose en la playa, pero cuando nuestro personal fue, lo que encontró fue a una persona de Iowa”, indicó Mojica.
Primera Hora se comunicó con el alcalde, quien confirmó la información, aunque no pudo precisar si los desamparados que han llegado al municipio costero son veteranos.
“Esto es algo que empezamos a notar el año pasado y ahí fue que contacté a Moriviví y me reuní con ellos para buscar la forma de darles ayuda. Mi interés no es sacarlos. De hecho, lo poco que he podido hablar con ellos -porque ha sido difícil la comunicación- les he dejado saber que están en un pueblo seguro. Pero, a simple vista, se nota que son seres humanos que necesitan ayuda. Si son veteranos o no, es algo que no hemos podido averiguar”, narró al explicar que, usualmente, llegan como turistas, pero al quedar sin recursos económicos se ven obligados a pernoctar en el área de la playa, y acuden al casco urbano a cargar sus celulares en facilidades gubernamentales.
Aunque no hay cifras precisas de veteranos en condición de desamparo en Puerto Rico, un informe de la Oficina del Censo Decenal de los Estados Unidos, conocida como U.S. Census Bureau, estimó que el 18.9% de los veteranos en la isla posee ingresos bajo el nivel de pobreza. Se establece que el 80% de los veteranos boricuas tienen 55 años o más y cerca de una tercera parte de la población participó de la guerra de Vietnam. De otra parte, el Conteo de Personas Sin Hogar del 2023 reportó que el 2.4% de las 1,077 personas sin hogar identificadas en la encuesta -en los pueblos que componen el norte y centro de la isla- eran veteranos. De estos, el 88% eran hombres y el 23% tenía un problema de cronicidad.
Solo en junio La Fondita de Jesús atendió 30 extranjeros sin hogar
De otra parte, Josué Maysonet, director ejecutivo del La Fondita de Jesús - reconocida organización que durante años atiende el sinhogarismo en la isla- explicó que la situación que denunció hace un año a través de Primera Hora de personas sin hogar provenientes de Estados Unidos pidiendo auxilio en el centro para que les provean alimentos, ropa, servicios de ducha y ayuda para vivienda “ha aumentado drásticamente durante el 2024″.
“Para que tengas una idea, en enero nosotros atendimos cuatro personas sin hogar que llegaron de Estados Unidos. Ese número aumentó a 30 solo en junio. Y lo que nos preocupa profundamente es que solo el 10% de estas personas quedan adherentes a los procesos. La mayoría son altamente demandantes en la solicitud de servicios, pero luego, no cumplen para completarlos. Además, hemos observado actitudes de agresividad, acoso y maltrato por parte de varios de estos solicitantes hacia nuestros empleados, lo cual es inaceptable y agrava la situación. El esfuerzo y trabajo que dedican nuestros profesionales, como manejadores de casos y trabajadores sociales, es considerable, pero no siempre resulta en una cooperación adecuada por parte de los solicitantes”, dijo Maysonet al contrastar el escenario con el tiempo y recursos que se pierden en ocasiones con estos casos y que van en detrimento de otros con “verdadera necesidad y disposición a ser atendidos”.
En ese sentido, mencionó como ejemplo la situación de una madre soltera que llegó de Estados Unidos, huyendo de un patrón de violencia de género. La mujer tiene cuatro hijos entre 7 y 11 años de edad. Aunque, inicialmente, pernoctaron en alquileres de corto plazo, el dinero se les acabó y durmieron varios días debajo de un puente en Santurce.
Finalmente, llegaron a la Fondita de Jesús, donde se les continúa ayudando y se les proveyó un techo seguro.
“Tuvimos otro caso entre las personas que llegan de Estados Unidos, de un hombre con una menor preadolescente. Él vino por cuestión de trabajo a Puerto Rico y se quedó sin el empleo, lo que ocasionó que se quedara sin hogar. Luego consiguió quedarse en un espacio en casa de una persona que conoció, pero esa persona le dijo: ‘te dejo quedarte si me das a tu hija’. Evidentemente, el papá sale huyendo desesperado y llega a nuestras facilidades. Validamos toda la información y lo estamos ayudando. Estos casos sí son meritorios atenderlos y ellos cooperan en el proceso. Nunca le vamos a negar el servicio a nadie. Sin embargo, hay una realidad: tenemos un problema en todas las organizaciones de viviendas asequibles”, describió Maysonet, quien urgió atención de los candidatos a la gobernación en Puerto Rico para discutir el tema y presentar propuestas dirigidas a esta población y a resolver la falta de inventario de viviendas para familias vulnerables a perder sus residencias, particularmente, con el aumento en desahucios que se están llevando a cabo en la isla.
Pero en el escenario de personas sin hogar que llegan desde Estados Unidos, hay que observar lo que pudiera ser una tendencia en los próximos meses o año: el retorno a la isla de personas que se fueron luego del huracán María (2017) o en pandemia (2020) y que han quedado desprovistos de recursos económicos por lo que están en riesgo o ya perdieron su hogar.
Así lo advirtió Belinda Hill, fundadora de Sólo por Hoy, una organización sin fines de lucro que desde el 2012 ayuda a mujeres sin techos seguros con una extensión de servicios a familias e individuos carentes de un hogar. El enfoque de la entidad es que sus participantes alcancen autosuficiencia.
“Definitivamente, sí es algo que estamos viendo. Ahora mismo en el barrio Maternillo, en Fajardo, hay una estructura abandonada ocupada por un grupo de personas sin hogar que llegaron de Estados Unidos, incluyendo una muchacha que, aparentemente, está embarazada. Y si vas al municipio de San Juan, te dirán que en un momento dado su albergue de emergencia se llenó todo de personas extranjeras. Pero, algo a lo que debemos estar atentos es al fenómeno de personas que están regresando a la isla o planifican hacerlo pronto. Nosotros en Solo Por Hoy hemos recibido mensajes por correo electrónico de personas pidiéndonos ayuda porque perdieron su hogar allá y quieren regresar”, acotó.
Mencionó el ejemplo de un camionero que perdió su casa en Florida y pernocta en el vehículo pesado de su empresa, junto a su esposa, los días en que tiene que hacer una ruta larga por varias ciudades. Cuando llegan los días libres, esas personas duermen en la calle.
“Es triste, pero es lo que están viviendo muchos puertorriqueños en Estados Unidos, donde algunos están en ‘shelters’. Y como ellos hay muchos que están pensando regresar. Pero, ¿a dónde? Porque acá tampoco tienen un hogar o familia que los respalde. Y eso nos preocupa y mucho”, destacó Hill, quien también dirige el CoC-502, que atiende a 24 pueblos del norte y centro de la isla y desde donde se promociona actualmente la campaña “Un hogar para todos”, diseñada para personas sin hogar o en riesgo de perderlo.