Preocupa a empleados de Minillas que no haya sonado la alarma durante incendio
Trabajadores del complejo gubernamental expresan su preocupación por la falta de aviso durante esta emergencia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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No sonaron las alarmas.
Empleados de la Torre Sur del complejo de edificios gubernamentales Minillas en Santurce expresaron su preocupación luego de que ayer, en medio de un incendio, tuvieran que desalojar la estructura de una manera inapropiada.
Varios trabajadores relataron cómo actuaron en medio de la emergencia para salvar sus vidas, pues no se activaron alarmas y en otros casos se enteraron que la azotea del edificio estaba en llamas a través de llamadas telefónicas que le hacían allegados que veían el humo desde el exterior o a través de imágenes en los medios.
“Nosotros no escuchamos alarmas. Estamos en el segundo piso de la torre afectada (por el incendio), y ciertamente pues descubres una deficiencia que en estos momentos tenemos en el edificio. Es mi deber proteger la vida y la seguridad de mis empleados, ahora mismo con impedimentos, y aquellas otras personas del edificio y visitantes. Y lo dejo saber porque ese es mi deber”, alertó Juan José Troche Villeneuve, defensor interino de la Defensoría de Personas con Impedimentos, junto a varios empleados que aguardaban en la plaza en las afueras del centro gubernamental.
“Entiendo que ahora mismo esto va a ser objeto de un plan de acción. Vamos a estar haciendo contacto inmediatamente una vez termine la situación con la gerencia de Edificios Públicos para atender esta situación”, explicó Troche acompañado por Ismael Figueroa Rodríguez, un empleado ciego, a quien describió como “un gran servidor público y que ha aportado mucho y su vida nos importa como todas las personas con impedimentos”.
Figueroa, por su parte, hizo un llamado a “que se cree la consciencia por lo que ocurrió hoy aquí en la Torre Sur de Minillas, que se hagan simulacros en todas las entidades gubernamentales y privadas”.
“Eso es importante, no esperar a que ocurran y, además, es ley que se hagan simulacros cada cierto tiempo, ya sea de tiroteos, de incendio, de terremotos. Es bien importante practicar para cuando llegue el momento, como ocurrió hoy (ayer), que tengamos esa oportunidad de salir y proteger nuestras vidas, y la propiedad de ser necesario. La propiedad es secundario, la vida es lo primero”, sostuvo el oficial de relaciones con la comunidad de la Defensoría.
Troche explicó que recién regresaban del almuerzo cuando se registra el incendio.
“Estábamos cada uno en las respectivas oficinas y recibimos una llamada de compañeros del edificio que saben que estamos allí. Y así fue que nos enteramos (del incendio)”, relató. “En ese momento, este servidor, fui, alcé mi voz, y le dije a los empleados que teníamos que desalojar, que íbamos a hacerlo en paz, en silencio. Ya habíamos hablado más o menos. Tenemos compañeros asignados, al licenciado Montalvo se le asignó Ismael para que lo guiara. A los demás compañeros con impedimentos así fuimos asignándolos, y no me fui de la agencia hasta que me percatara que estuvieran ya todos los compañeros fuera del edificio, que estuvieran seguros”.
Una vez afuera, se encontraron en un punto de encuentro que habían determinado. Afortunadamente, no hubo nadie lesionado ni que se necesitara asistencia adicional en esa dependencia, según indicó Loira Olivera, directora ejecutiva interina de la Oficina de Protección y Defensa de las Personas con Impedimentos.
“Nosotros sí tenemos un plan (de desalojo) dentro de la oficina, interno. Pero ciertamente nos enteramos por una llamada”, insistió Troche.
“O un altavoz. Por lo menos un altavoz”, agregó Figueroa.
El grupo condenó que el aviso para abandonar el edificio fue a través de llamadas de compañeros empleados. Nunca hubo una llamada de algún oficial del edificio, ni sonó alguna alarma.
“Esa es la realidad. Y lo digo con toda honestidad porque es mi deber. Porque afecta a compañeros y a todos”, reiteró, insistiendo en la necesidad de una alarma para avisar a través de todo el edificio, “para que esto no vuelva a ocurrir”.
En los pisos más altos, más cerca de donde ocurrió el incendio, que fue en la azotea, donde se llevaban a cabo unos trabajos de sellado de techo, la situación fue incluso más complicada, según relató una empleada que se enteró del incendio por una llamada que recibió otra compañera y las subsecuentes llamadas de desesperadas familiares que venían la torre envuelta en humo a través de los medios y redes sociales.
“Nosotros nos enteramos por una llamada que nos hacen para decir que había fuego en la azotea. Y ahí entonces nos movilizamos nosotros y cuando salimos al pasillo ya había humo”, relató la mujer, que estaba en su oficina, en uno de los pisos altos, y que prefirió mantenerse en anonimato, por temor a que su crítica tuviera consecuencias negativas.
Aseguró que la llamada la hizo “un empleado de nuestra área, que no es de Edificios Públicos. Y ahí es que hacemos nuestro plan de salir. Pero no recibimos avisos, no alarmas, nada. Por derecho propio, como yo digo, fue que nosotros salimos”.
Aseguró que lo ocurrido es algo que le causa mucha preocupación porque pone en peligro las vidas de muchas personas.
“Nos preocupa, porque si no hay un plan de desalojo, no hay un plan de contingencia establecido, son vidas que hay allá arriba. Son pisos altos, y ahí tú tienes muchas personas, tratando de bajar en crisis”, relató.
Contrario a otras versiones, incluyendo las oficiales, que aseguran que la evacuación transcurrió en total orden, la empleada aseguró que, aunque no vio que hubiera heridos ni nadie que llegara a necesitar asistencia de paramédicos, las cosas no fueron ordenadas y sí hubo riesgo de que ocurriera una desgracia.
“Había personas que bajaron conmigo que sí estaban mal. Yo me tuve que echar hasta un lado para que esa persona bajara porque se puso bien nerviosa. Ya llegando al piso cuatro, hubo una persona que le asistió con los bultos para que bajara más tranquila”, comentó.
“Pero lo más preocupante es que un edificio tan grande, con tantos empleados, como 600 personas, no sonara la alarma, no se nos avisara, no enviaran por piso, porque eso se puede hacer enviar por piso y notificarnos. Hay unos comités de emergencia, que hay personas delegadas por piso que hacen una llamada. Y por lo menos en el piso de nosotros eso no funcionó, porque hay unas personas que están delegadas y esas personas no recibieron llamada ninguna”, denunció.
Contó que, entre los mismos empleados, tomaron riendas de la situación y, ya con “mucho humo, fuerte, y el olor a goma, como con cable, fuerte”, verificaron que no quedara personas en ese piso, y entonces procedieron a tomar las escaleras y abandonar el edificio.
“Lo más preocupante es que son vidas, no solo de los empleados sino también de ciudadanos que vienen a recibir servicios. Que en un edificio tan grande fallara una alarma, que se supone funcione”, reiteró. “Salimos por las llamadas que recibimos, y porque miramos por las ventanas y vimos el humo. La evacuación fue ordenada por los empleados que hemos recibido adiestramientos. Y por lo que uno vive, y el día a día que uno se tiene que preparar”.
“Pero decir que sonaron alarmas, no. Que se nos avisó, tampoco. De A a F, les doy F, F, F, F, F y F. Porque son vidas las que hay ahí”, reiteró. “Honestamente, no funcionó. Yo no escuché, y soy de las empleadas que no salgo de mi oficina. Y cuando salí, que fui de las últimas, el humo estaba ya adentro, gris, bien fuerte. Funcionó por los ciudadanos, no por protocolos. Cooperamos unos con los otros, y como ciudadanos lo pudimos hacer, pero en términos generales es F”.
Otros empleados, vieron la situación de manera diferente. Erica Cruz, de la Oficina de administración de propiedades, en el piso 12, comentó que “los jefes dijeron que había que desalojar. Cada cuál en su área notificó y se bajó por las escaleras. Por lo menos en mi oficina no hubo revolú, no hubo problemas, no hubo gente histérica, y las escaleras bastante tranquilas”.
Agregó que tampoco sintió olor a quemado, ni se asustó, “porque como no olía a nada uno baja tranquilo”. Agregó que, aunque cree que alguna alarma “debió sonar”, comoquiera considera que “el mensaje llegó eficiente”.
De manera similar, Rafael Maisonave Hernández, de la Directoría de Excavaciones, Demoliciones y Tuberías, del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), indicó que regresaba de almorzar cuando vio el humo en el techo del edificio. Y no tardó en que se activaran los planes de desalojo que tienen para cada sección.
“Activamos el plan de emergencia y desalojamos el personal preventivamente. Yo venía de almorzar, pero llamé a mi personal. Y como estoy a cargo de la Directoría de Excavaciones, Demoliciones y Tuberías pues también notifiqué a San Juan Gas para que preventivamente vinieran y hicieran los arreglos de cerrar lo que fuera necesario”, aseguró el funcionario. “Todo se movilizó correctamente. El personal llegó, los bomberos llegaron rápidamente, y San Juan Gas también nos respondió inmediatamente. La evacuación fue efectiva. Incluso yo que estaba afuera, llamé, notifiqué, me aseguré, hice el inventario de mi gente y notifiqué al empleado de campo en la calle para que no entrara al edificio”.
De igual forma, Edwin González Montalvo, director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transformación (ACT), aseguró que a todo el personal de su agencia, que son unos 380 empleados en la Torre Sur, fue notificado para que desalojara el edificio.
“Se fue piso por piso, asegurándose que no hubiera quedado nadie sin avisar. Y hasta ahora no se ha reportado nadie de la ACT que esté herido o afectado por el evento”, afirmó, agregando que luego que recibieran instrucciones de Bomberos y la Autoridad de Edificios Públicos notificarían a los empleados de cuándo se reportarían otra vez al edificio.
Por su parte, el secretario del Departamento de Seguridad Pública, Alexis Torres, el comisionado del Negociado del Cuerpo de Bomberos, Marcos Concepción, así como Yamil Ayala, director ejecutivo de la Autoridad de Edificios Públicos, defendieron la respuesta al incidente y la evacuación, y catalogaron lo sucedido como positivo, incluso tomando en consideración el asunto de que no se activó una alarma, toda vez que no se registraron heridos ni pérdidas de vida y se logró evacuar a todas las personas del edificio.
“Estos edificios tienen un plan de acción y desalojo. En cada grupo hay un líder, y cada uno se encarga de saber que el personal vino. Y entendemos que eso ocurrió así porque no hubo nadie que quedó dentro del edificio”, afirmó Ayala, agregando que “las alarmas son artefactos mecánicos que pueden fallar”.
“Por eso es que se hace el plan de seguridad y desalojo, y de emergencia por si estas alarmas no sonaran, por las razones que fueran, cada líder de ese grupo está a cargo de asegurarse que todos bajen”, agregó Ayala.
“Y se ejecutó. Porque no fue que no se activó la alarma. No se iba a activar con el humo que estaba hacia direcciones contrarias. Pero cada uno de esos líderes se encargó de su equipo de trabajo, de llevarlo a un sitio seguro. Y de esa manera en cinco minutos ya estábamos trabajando con la escena”, aseguró Torres.
Según explicaron, preliminarmente se pudo ver que el incendio en la Torre Sur de Minillas, que se desató a eso de la 1:20 p.m., ocurrió con unos materiales de sellado de techo, y que los efectos del fuego parecen haberse limitado a la azotea del edificio de 17 pisos, pues todos los sistemas se mantenían funcionando.
Los equipos de tres unidades de Bomberos llegaron en cinco minutos al lugar y rápidamente pudieron extinguir las llamas. Todas las personas que estaban en el edificio, estimadas en unas 600, fueron evacuadas del edificio sin que se reportaran incidentes mayores, ni fuera necesario proveer asistencia médica a nadie.
En cuanto al asunto de la alarma, los funcionarios indicaron que “la alarma funciona”, y pidieron espacio para que concluya la investigación y se pueda determinar, además de la causa del incendio y sus efectos, qué ocurrió con la alarma, si no se activó por humo porque no estaba entrando al edificio, y si acaso se activó manual y falló.
“Vamos a hacer la investigación, y si fue falla de la alarma, si no estaba en funcionamiento, lo que fue, se lo vamos a hacer llegar. Lo que pedimos es que nos den la oportunidad para hacer la investigación y tan pronto la tengamos, vamos a ser responsables y se la vamos a dar a cada uno de ustedes”, aseguró Concepción.