Ponce.- Nada que envidiarle a las letras de Hollywood.

La ciudad señorial se distingue por sus deliciosas quenepas, por sus leones y la Guancha, pero desde hace unos años es más conocida por sus ya famosas y enormes letras de PONCE.

Algunos que se dirigen al área sur saben que llegaron al encontrarse con la imponente obra de arte que va de un lado a otro de la autopista Luis A. Ferré. Sus colores rojo y negro se distinguen desde la lejanía y muchos no pueden pasar sin detenerse a tomarse una foto en su letra favorita.

Las letras son una obra realizada por el artista ponceño Carlos Rivera Villafañe, quien resultó ganador en una convocatoria del proyecto de Arte Público y luego fue seleccionado para colocar las piezas en la intersección de las carreteras PR 10 y PR 52.

Pero, ¿Cómo se limpian y con cuanta regularidad se pintan?

Javier Medina, director de la oficina de obras públicas municipal explicó que las letras se pintan cada tres años con una pintura especial que es duradera y resistente a la intemperie.

“Las pintamos hace dos semanas”, sostuvo Medina.

Este indicó que los empleados de su oficina las pintan utilizando escaleras y que la costumbre les ha hecho perder el miedo a la altura.

Sostuvo que el costo de la pintura, el lavado a presión y la mano de obra ascienden a $8,360.

Señaló que las letras le pertenecen a la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), pero el municipio se ha hecho cargo del mantenimiento de las letras, que incluye el sistema eléctrico. La ACT le da mantenimiento a las áreas verdes.

Mencionó que actualmente solo la P, N y E tienen luz, ya que a las otras dos letras les robaron la cablería de cobre, problema que enfrentan con regularidad.

“Cada vez que se cambian se gastan $2,300 en las cinco”, dijo Medina.

“Queremos que las letras sigan siendo parte de la identidad de los ponceños”, comentó el director de obras públicas municipal, mientras exhortó a la ciudadanía a cuidar el monumento.

Mientras se realizaba esta historia llegó el ponceño Lizardo López, quien a pesar de vivir en la ciudad señorial nunca se había detenido en las letras.

“Hoy estoy libre, decidí irme de paseo y paré a tomarme una foto”, comentó el hombre, quien dijo estar orgulloso de su pueblo y de todo los que le identifica como ponceño de corazón.

Pero no tan solo los ponceños llegan a inmortalizar su imagen frente a las grandes letras, visitantes de otros pueblos y extranjeros también hacen su parada obligada en las letras de Ponce.

Karina Hernández, viajó de Juncos a llevar a su amiga Coralys López, quien vive en Bayamón.

Allí las jóvenes se tomaron fotos en la letra C.

“Es cool y algo nuevo para los turistas que vean que no solo Hollywood tiene sus letras”, comentó riendo Hernández.

Esta añadió que las letras no solo son motivo de orgullo para los ponceños sino para todos los puertorriqueños.

López, manifestó que había pasado muchas veces frente al lugar pero nunca se había detenido.

“Me retraté en la C de mi nombre”, sostuvo la joven.

Las letras de Ponce fueron construidas en el 2004 y están hechas en ‘marina steel’, el mismo material que se utiliza en la construcción de barcos. Cada letra tiene 20 pies de alto por 18 y 12 pies de grosor y su costo fue de $430 mil.