Plan para el inicio de clases inquieta a trabajadores sociales
El Colegio de Profesionales del Trabajo Social reiteró que el gobierno no consultó con la comunidad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico expresó hoy preocupación sobre el plan para el inicio de clases en el sistema público de enseñanza y solicitó al gobierno incluir apoyo social en todas las escuelas de la Isla.
“Entendemos que era necesario compartir el plan para el reinicio de clases porque para las familias con niños es importante tener información clara sobre los planes que tiene el Departamento de Educación para planificar la logística cotidiana en sus vidas. Sin embargo, continuamos con la preocupación de varios asuntos no incluidos en la conferencia de prensa. Este plan se divulga alegando un fundamento científico, que no considera la dimensión social. ¿La diversidad de familias, la niñez y juventud representada en el sistema público de educación, y los diferentes sectores que componen la comunidad escolar fueron consultados y participaron en la construcción de este plan?”, cuestionó la presidenta de la organización, Mabel López.
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De igual forma, mencionó que el gobierno debió sostener un diálogo con la comunidad escolar, es decir, padres, madres y familias encargadas de la niñez y juventud, el sector docente y sus organizaciones, el de servicios al estudiantado, como trabajo social, consejería, psicología, y a todo el personal administrativo.
“Estos sectores deben ser consultados para construir un plan de trabajo que considere la diversidad de las familias y sus necesidades. No podemos seguir cometiendo el error de una política pública insensible a su comunidad escolar, como sucedió con el cierre de escuelas, que terminó afectando académica y socialmente a nuestra niñez y juventud, según estudios divulgados por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey”, expresó López en declaraciones escritas.
“Si consideramos que el 78% de las familias que tienen a sus hijos e hijas matriculadas en el sistema público de enseñanza se encuentran en nivel de pobreza, podemos interpretar que no tienen acceso a una red de internet de banda ancha, que solo cuentan con un equipo técnico de un celular, y que viven en espacios geográficos donde la tecnología no tiene espacio. Es casi imposible pensar que hasta diciembre se estará trabajando con la entrega de equipo, sin incluir la falta de acceso a internet de banda ancha de nuestras familias”, señaló.
Por otro lado, López solicitó al Departamento de Educación que considere los servicios de apoyo sociales que requieren las familias en este cambio de paradigma académico y la diversidad de situaciones que describen a las familias más vulneradas del país.
“Se vuelve a invisibilizar o mal interpretar el rol del profesional del trabajo social escolar en la comunidad escolar. No se ofreció la seguridad de que las escuelas cuenten con uno o dos profesionales de trabajo social, como se menciona con el profesional de psicología. Exigir que el trabajo social escolar se encargue de visitas al hogar de las familias debe ir con un plan de salud y seguridad como apoyo, o incentivo en tiempos tan precarios para el pueblo trabajador. En este plan debe contemplarse el acceso a la protección de salud y seguridad para toda la comunidad escolar”, puntualizó.