La Virgen del Carmen es la patrona de todos los pescadores y es venerada en distintos lugares de Puerto Rico y en otros países de Latinoamérica. Pero en la comunidad Playa de Añasco, tiene un significado especial, pues consideran que su manto protector no solo arropa a los que se ganan la vida en el mar, sino a toda la comunidad.

Como parte de una promesa que lleva ya 62 años ininterrumpidos, cientos de familias se reúnen frente al mar para rendirle honor, coronarla como reina y agradecer su bendición.

“Para los pescadores y para todos los que nos visitan, esto es algo muy serio. Mucha gente ha tenido experiencias mar adentro en las que han recurrido a la virgen y la sienten cerca”, comentó Ivonne Rivera Orsini, parte del comité organizador de la promesa.

Cuenta la historia que, en el 1957, don Esteban Matías se encontraba pescando mar adentro cuando su embarcación sufrió desperfectos y estuvo cuatro días y tres noches a la deriva. En medio de la nada y a punto de morir, pidió fervorosamente a la Virgen del Carmen que lo salvara. 

Entonces, una embarcación panameña que iba camino a Venezuela logró divisarlos y lo llevó hasta la Isla de Mona, donde guardacostas de Estados Unidos lo trajeron hasta la base Ramey, en Aguadilla.

Desde ese momento, prometió que todos los años celebraría una procesión hasta la Playa de Añasco para agradecer que la Virgen le salvara la vida, promesa que se ha cumplido hasta hoy.

“Todos los años la celebramos con mucha devoción y también nos unimos a los hermanos del barrio Barrero de Rincón que también tienen la Virgen del Carmen como patrona. Ellos traen su virgen a través del mar y se unen a la de nosotros”, narró River Orsini.

Como parte de la ceremonia, se celebró una misa justo frente a la capilla de los pescadores. Al concluir el acto ecuménico, las autoridades eclesiásticas, así como el alcalde Jorge Estévez y miembros de la comunidad, coronaron una imagen de la Virgen del Carmen frente al altar con una diadema de flores. Luego, hicieron lo propio con la Madonna que ubica dentro de la capilla, donde cada lunes los pescadores y sus familiares, rezan el rosario a la Virgen y finalmente, caminaron hasta la playa, donde también honraron y bendijeron las imágenes de la patrona.

Mientras, al cielo se lanzaron pétalos de rosas y se soltaron palomas en símbolo de paz, ante una enorme multitud que se dio cita en el lugar.

Pero, además de la devoción que sienten los pescadores, a la Virgen del Carmen también se le atribuye milagros en la comunidad de la Playa.

Luisa Valentín es una de las organizadoras del evento, pero para Magie, como le conocen todos en la Playa, hay un significado más grande todavía. 

“Soy sobreviviente de cáncer en dos ocasiones (colom y ovarios). Actualmente tengo cáncer otra vez, pero logré bajarlo a los niveles seguros y eso se lo agradezco a la Virgen del Carmen. Pero no solo a mí. TamPAra bién ha impactado a mucha gente”, sostuvo Valentín, quien estaba acompañada de María Quintana, quien también es sobreviviente de cáncer y devota de la virgen.

Por su parte, Ana Acosta asegura que su su esposo, Ramón Ujaque, aún está vivo, fue por intervención de la madre de Dios.

“A mi esposo le dieron una pedrada en la cabeza en 1976. A los tres días perdió el conocimiento y estuvo tres meses en el Centro Médico. Ya habíamos comenzado el proceso para su muerte, porque lo habían desahuciado. Pero yo le pedí a la virgencita que intercediera ante su Hijo que yo pensaba servirle si ella lograba que mi esposo no muriera. Te digo que mi esposo se levantó de la tumba. Hoy está vivo, tiene 71 años y desde entonces ayudo en esta actividad”, apuntó Acosta.

Hasta el alcalde de Añasco, Jorge Estévez, asegura que la Virgen del Carmen obró un milagro en él.

“A dos semanas del huracán yo me quedé ciego, porque me dieron dos infartos estromáticos (cerebral), que afectó mi nervio óptico. Estaba durmiendo en la alcaldía y cuando me levanté, no veía nada”, recordó el alcalde, quien había perdido su casa tras el huracán y por varias semanas pernoctó en su oficina. 

“Los médicos me dijeron que podía terminar ciego total. Entonces, le pedí a Dios y a la Virgen del Carmen que me dieran la salud y me devolvieran la vista. Gracias a Dios y a la virgen, pude recuperar bastante”, recordó Estévez.

“Te confieso que no era tan devoto como ahora. A raíz de esa experiencia, me he unido más a la virgen y desde entonces no puedo fallar aquí”, subrayó.