Luego de 40 años de espera, y cinco meses de constante lucha, miembros del Campamento Erizo, ubicado en la Playa Las Picúas, celebraron hoy una gran “pesca de justicia”. Esto, tras la creación de una ordenanza municipal que establece el carácter público de todos los caminos que dan acceso a playas y ríos de Río Grande. Esta ordenanza municipal, Núm. 9 del 30 de octubre de 2023, viene a ponerle fin a una lucha que, por décadas, los pescadores y residentes han tenido con las personas que catalogan como “invasoras” de este espacio natural, quienes alegan privan al pueblo del disfrute de esta playa.

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“Hoy le anunciamos al pueblo de Río Grande y a todo Puerto Rico que los caminos a la Playa Las Picúas son públicos y de libre acceso para los residentes y visitantes”. Nos sentimos sumamente orgullosos y celebrando con el pueblo y con estas personas que están aquí, que tuvieron esta lucha de quedarse aquí (Campamento Erizo) día y noche, por 24 horas para lograr este propósito y el mismo se logró”, expresó José R. Torres Matos, portavoz del Campamento Erizo, y también presidente de la Asociación de Pescadores Ramón Piñero, quien de paso agradeció a las partes involucradas en el proceso. “Le damos las gracias a la Administración Municipal y su alcalde, a la Asamblea Municipal y su presidenta (Lydia Cordero), y le queremos dar las gracias a los campamentos que nos apoyaron y que estuvieron mano a mano con nosotros: el Campamento Carey de Rincón y el Campamento Murciélago de Arecibo. Esta lucha es del pueblo y aquí estamos celebrando el logro”, afirmó el líder de la Asociación de Pescadores. Desde el 25 de mayo, el Campamento Erizo instaló su vigilancia en la zona para exigir la reapertura de los 14 accesos que tiene la playa Las Picúas, pero esa lucha comenzó hace 40 años.

Sin embargo, no es hasta ahora que Torres afirma lograron conseguir su objetivo. “Gracias al apoyo de los pescadores, al pueblo de Río Grande y al alcalde (Ángel “Bori” González) se creó ordenanza municipal que prohíbe terminantemente poner obstáculos o hacer portones para cerrar las playas y ríos de Río Grande”, detalló el portavoz. Torres afirma que esta zona pudiera haber sido declarada una reserva natural, de no haberse dilatado tanto los procesos en los tribunales.

“Esto se llevó a los tribunales en 1984 y se ganó, estas personas invasoras lo llevaron ante el Tribunal Apelativo y lo perdieron en dos ocasiones y, se llevó al Supremo, y allí todavía está durmiendo el sueño de los justos para tomar una determinación. Si eso se hubiera visto, esto sería una reserva natural para el disfrute del pueblo de Puerto Rico y no para unas personas solamente. Pero han hecho canto a Las Picúas”. Aquí hay hoteles, propiedades privadas, Airbnb que estaban instalando portones y poniendo obstáculos que no permitían el disfrute de esas zonas públicas”, denunció el presidente de los pescadores. No obstante, el grupo espera que finalmente se logre el anhelado acceso para el pueblo de Puerto Rico, y aseguran que continuarán vigilantes para lograr que la ordenanza sea respetada a cabalidad. Asimismo, exhortan a las personas a defender su libre acceso a los cuerpos de agua riograndeños.

“Desde ahora la gente puede entrar tanto a ríos como a playas de Río Grande y, todo lo que esté bloqueado, solicitamos que el pueblo se haga eco y lo notifique a la Policía Municipal para que el gobierno municipal tome acción en abrir todos esos accesos”. Nosotros seguiremos aquí, no permanentemente como antes, pero sí vamos a seguir con la Policía Municipal velando que se cumpla esa ordenanza municipal”, concluyó el presidente de los pescadores.