El mayor escollo que tienen las personas con necesidades especiales a la hora de buscar empleo es que los posibles patronos primero ven el impedimento y luego se fijan en sus capacidades y destrezas para desempeñar el trabajo.

Así lo indicó hoy, Iván Díaz Carrasquillo, procurador de las Personas con Impedimentos, durante el Foro Laboral para Personas con Diversidad Funcional organizado por su oficina y la Comisión de Educación, Formación y Desarrollo del Individuo, que preside la senadora Mari Tere González, y que se realizó en el Capitolio.

"El mayor problema que tenemos las personas con impedimentos al buscar empleo es que primero miran el impedimento y luego el resumé. Puedes tener tremendo resumé, te llaman a entrevista y cuando le ponen rostro al resumé ya tu sabes que te van a discriminar", dijo Díaz Carrasquillo, quien aseguró que él mismo ha sido víctima de esta situación.

Sus palabras fueron confirmadas por Juan David Cruz, de 52 años, quien lleva 10 años desempleado desde que se cayó de un tercer piso mientras hacía labores de pintura de una residencia. En el accidente se le atrofió la pierna izquierda, lo que lo dejó primero en cama, luego en un sillón de ruedas y ahora en muletas.

 "Ha sido duro y lo continúa siendo", dijo Cruz sobre su proceso de búsqueda de empleo. "Estoy aquí para ver qué oportunidades hay para las personas con impedimentos", agregó el hombre que vive de ayudas gubernamentales.

 "Quiero volver a integrarme al ambiente laboral", aseguró Cruz, quien tiene un grado asociado en educación.

 Según estadísticas ofrecidas durante el foro, en la Isla hay alrededor de 750,000 personas con necesidades especiales, de las cuales apenas unas 10,000 forman parte de la fuerza trabajadora para un 3.5%.

 Madeline Rosado, de 51 años, es otro ejemplo. La mujer padece de retinitis pigmentosa, una condición genética degenerativa que lleva a la pérdida de visión.

 Rosado está desempleada desde que la fábrica de ropa militar en la que trabajaba en Adjuntas cerró por "economías" en el 2008.

 "No consigo trabajo. Estoy en el proceso de búsqueda, pero es bien difícil. Los patronos ven a las personas con condiciones especiales y creen que no pueden trabajar al nivel de otras personas", lamentó la mujer reclamando que muchos discapacitados podrían integrarse a la fuerza laboral con solo proveerles un acomodo razonable.

 Rosado anhela desempeñarse como florista y tener la oportunidad de vivir una vida independiente. Actualmente, vive con sus padres y su hermano, que padece la misma condición.

Jessica Ortiz, una joven mujer de 36 años que también es ciega a causa de la retinitis pigmentosa, pidió una oportunidad a los patronos para mostrar de qué es capaz.

 "Soy responsable y tengo el compromiso de hacer la labor que se me asigne. Si no soy apta en lo que me asignen, busco la manera de acoplarme y estoy en la mejor disposición de adiestrarme y capacitarme. Si me dan la oportunidad puedo demostrar que sí puedo hacer la función", puntualizó Ortiz.

 Según la senadora González, la idea del foro, además de proveer oportunidades de empleo a personas con alguna discapacidad, es educar a los patronos sobre las leyes laborales y la Ley ADA, que protege a las personas con impedimentos.

 "Nosotros quisiéramos que a partir de este foro se establezca una política pública más sensible y abarcadora. Ellos necesitan trabajar y sentirse que se pueden valer y que pueden llevar el pan a sus casas", explicó González. "Que el patrono vea que puede darle la oportunidad, sin privilegios, pero con acomodo razonable".

 Entre los temas discutidos este miércoles en el foro estuvieron: Responsabilidades y sensibilización de los patronos e incentivos gubernamentales para la contratación; Experiencias de personas con diversidad funcional empleadas; Derechos y recursos disponibles para personas con diversidad funcional y la Transición del Departamento de Educación al ambiente laboral.

Algunos de los recursos que ofrecieron charlas fueron la licenciada Jessica Guardiola, del Colegio de Abogados; y Sandra Estrada Pabón, directora de recursos humanos de la cadena de supermercados Freshmart.