Peñolanos lamentan muerte de sacerdote por coronavirus
El padre italiano, que murió en Nueva York, había servido 10 años en el municipio
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Para muchos peñolanos el padre Goacchino Basile, una de las recientes víctimas del COVID-19 en Nueva York, era otro Tony Croatto, un cura italiano que quedó cautivado cuando pisó tierra borinqueña y se consideraba jíbaro.
El deceso de Basile, de 60 años, fue informado este fin de semana por la Diócesis de Brooklyn. El sacerdote de la Archidiócesis de Newark, se encontraba de servicio como párroco en la iglesia de San Gabriel en Queens, Nueva York.
En Puerto Rico, el sacerdote, nacido en Calabria, Italia, desarrolló lazos afectivos en el municipio de Peñuelas, pues durante 10 años fue uno de los párrocos de la iglesia San José del pueblo sureño.
En 1998 llegó a Peñuelas junto a otro sacerdote italiano, procedentes de la Arquiodócesis de Newark y en 2008. fue trasladado nuevamente a dicha congregación, pero cuando tenía oportunidad, como en tiempo de vacaciones, pasaba unos días en Peñuelas, lugar donde decía que añoraba volver.
Tan pronto se supo que estaba hospitalizado en Nueva York con el coronavirus muchos peñolanos se mantenían al pendiente de su estado de salud y cuando se dio a conocer su deceso, muchos expresaron su pesar en las redes sociales.
“Descanse en paz, padre Gioacchino Basile”, escribió ayer sábado el alcalde de Peñuelas, Gregory Gonsález Souchet, en su cuenta de Facebook.
Mery Alvarado, una peñolana que era parte del coro de la iglesia católica relató a Primera Hora cómo el sacerdote se integró al pueblo y destacó el carácter humilde y alegre del líder clérigo.
“Padre Gioacchino para nosotros fue una persona bien importante, muy significativa en nuestra formación espiritual. Su llegada a nuestro pueblo hizo una diferencia, él asumió la identidad nuestra como lo manifestaba en la fiesta de Reyes de nuestra familia que nunca fallaba. Le encantaba el lechón asado, el cuerito y aprendió a tocar güiro, aunque desentonara”, dijo para agregar que en la despedida que le hizo la parroquia en 2008, le regalaron el instrumento típico.
“Diez años que el Soberano, te trajo a servir aquí, ya hablas como el coquí, con acento peñolano”, dice un verso de una décima que le dedicó Tony Santos, en la ceremonia de despedida.
“Él se daba a la gente con alegría. Cuando te daba un abrazo transmitía cariño y la alegría del encuentro. Era muy sencillo, tengo entendido que era de una familia modesta y que de niño sufrió de polio”, añadió Alvarado, profesora de la Universidad Católica en Ponce.
Recordó que en 2005 el sacerdote se integró en la restauración de una capilla en el barrio Rucio que fue construida en 1925. “Añoraba regresar a Peñuelas porque él estableció la diferencia entre aquella cultura (la anglosajona) y la nuestra. Siempre decíamos que él asumió nuestra identidad, se esmeraba por las celebraciones propias de nuestra religiosidad popular como las fiestas de cruz, procesiones de Viernes Santo. En Navidad, preparaba el nacimiento para la celebración y después de las misas de aguinaldo y no fallaba en las parrandas”, sostuvo.
“Estuvimos siguiendo su condición en internet y para nosotros su muerte fue un golpe duro. Estamos seguros que está en los brazos del Padre celestial”, expresó Alvarado.
“Lo comparábamos con Tony Croatto porque siendo italiano, en Puerto Rico se hizo jíbaro. El idioma no fue un obstáculo. Se adaptó y parecía otro peñolano. Más que adaptarse se integró”, narró Menaira López, quien dirigió el coro de la iglesia y conoció de cerca al sacerdote.
“Era bien querido porque era una persona muy dulce con un don de gente de estar siempre con el pueblo”, agregó López.
El padre Basile figuraba bajo licencia médica en el sitio web de la iglesia de Queens y era uno de los tres sacerdotes que habían resultado positivos en los exámenes de COVID-19 y que la Diócesis de Brooklyn informó en un comunicado de prensa.
“Con tristeza les informamos que nuestro querido sacerdote, D. Gioacchino Basile, ha pasado al Padre. Pedimos oraciones por su descanso eterno y por la comodidad de su familia”, informó la Iglesia San Gabriel de Queens en su página.
El padre Basile celebraba su 25 aniversario de ordenación este año.