Pedro “Chiqui” Soldevila: Ironía de una muerte
Recuerdan al ex piloto de carros de carrera Pedro “Chiqui” Soldevila como un gran empresario y hombre solidario.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Aventurero. Solidario. Emprendedor. Caballero. Líder. Apasionado de los autos.
Estas palabras son algunas de las que más describen a Pedro “Chiqui” Soldevila, de 62 años, el ex piloto de carros de carrera y coleccionista de carros antiguos que -irónicamente- falleció, no en una pista, sino en una carretera interestatal.
La noticia de su partida cayó como un balde de agua fría entre quienes le conocieron.
Trascendió que fue un joven de 24 años bajo los efectos de bebidas embriagantes, y quien iba en contra del tránsito, el presunto responsable del impacto al taxi en el que Soldevila y su socio eran pasajeros, justo cuando se dirigían al aeropuerto porque ya regresaban a Puerto Rico.
Para la relacionista Tuti Bou se trató de una secuencia terrible, tan parecida al trágico suceso que le arrebató la vida a su hermano Jimmy, quien era amigo de Chiqui y también era piloto de carros de carrera, y murió en un choque un sábado de mediados de octubre, pero hace 12 años.
Bou se estremece al recordar que, incluso, su hermano murió a las 7:00 de la mañana debido a un conductor borracho. Cuando Chiqui falleció en la ciudad de San Francisco, aquí en la Isla también eran las 7:00 a.m.
“Estamos conmocionados”, dijo Bou al referirse a su familia, que tenía grandes lazos con Soldevila.
Chiqui era reconocido porque en la década de 1970, participó con éxito en el Daytona Speedway, que es una competición de 24 horas, y también corrió en Sebring International Raceway.
Además, organizó dos Grand Prix en la Guancha en Ponce, que atrajo grandes pilotos y colocó a la Isla en el mapa cuando comentaristas denominaron ambos eventos como el Montecarlo del Caribe. Más recientemente, organizaba ferias de carros antiguos.
Así lo contó Jaime del Valle, dueño de un negocio de servicios automotrices y amigo de Chiqui, quien aseguró que él era “un caballero en la pista, en sus negocios y con su vida familiar”.
“Es una perdida para Puerto Rico. Fue una vida tan bella tronchada de una forma tan cruel”, lamentó.
Del Valle resaltó que la empresa de Chiqui suministraba prótesis a los hospitales y este viaje era para conseguir productos más costo-efectivos.
“Tú creas patria haciendo cosas que te traigan dinero y que pongan en alto el sitio en que estás. Y él, además, vio una forma de ayudar a su prójimo vendiendo equipo médico de calidad y buenos precios, así estaba ayudando al país”, afirmó.
Luis Burgos, ex presidente del Club de Corredores de Circuito y también amigo de Chiqui, lo catalogó como “el típico súper diplomático, la persona que buscaba la paz entre todas las partes”.
La actriz Marilyn Pupo, ex esposa de Chiqui, dijo que el hijo de ambos estaba “ muy golpeado y triste, lidiando con sus sentimientos”, incluyendo el coraje y la frustración de perder a su padre de manera tan repetina.
“Todo es muy reciente, todo duele mucho y está en carne viva”, expresó Pupo.