“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”, recita el Salmo 46. Anclada a esta promesa, la pastora Elizabeth Rosado recordaba cuando la administración de la exgobernadora Wanda Vázquez la invitó a una conferencia de prensa en el Centro de Convenciones. Era el tiempo del lockdown en que las iglesias estaban cerradas.

“La iglesia es esencial”, dijo al revivir el momento. “En este tiempo de crisis es que está la gente con más necesidad. Gente deprimida, gente en soledad, muchos no sabían ni qué hacer. Gente teniendo pérdidas. Así que es la iglesia la que da esa palabra de esperanza para el pueblo. Y la iglesia es esencial”.

Relacionadas

Elizabeth junto con su esposo brasileño Mauricio Guidini pastorean la iglesia El Sendero de la Cruz, en San Juan, que fundaron en 1984. Ella ha dedicado 50 años de su vida al cristianismo. Todos esos años no se comparan con el “valle de sombra de muerte” que se aposentó en el 2020 tras la declaración de la pandemia.

Pero como enuncia el Salmo 23, “no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”, caminaron confiados en que se abrirían puertas pese a las circunstancias.

“Era una experiencia nueva porque nunca eso había ocurrido en Puerto Rico, pero también entendíamos que era para ayudar al pueblo”, comentó en su oficina donde nos recibió.

La pandemia funcionó como un agente catalizador para pulir aquellas cosas que necesitábamos ponerle un poco más de empeño para trabajar con excelencia y llegar a todas estas personas.

-Roberto Rodríguez Díaz, director de producción de El Sendero de la Cruz

Con ella trabaja un batallón de servidores, algunos a tiempo completo, en consejería, capellanía, administración y comunicaciones, entre otras labores que impactan a la comunidad.

El Sendero cuenta con un vasto equipo tecnológico para conectar con los hogares, tanto por televisión, radio e internet. Con la pandemia los trabajos tuvieron que reorganizarse, y con ello llegaron tareas nuevas.

“Yo nunca hacía esto de cápsulas por Facebook Live, nada de esto. Esta gente me metió a que yo tenía que hacer eso todos los días a las nueve de la noche”, contó. Mientras conversábamos, en la oficina también estaba Roberto Rodríguez Díaz, director de producción de la iglesia.

CON DIOS ATRAVÉS DE LA OSCURIDAD

CON DIOS ATRAVÉS DE LA OSCURIDAD

Posted by El Sendero de la Cruz on Thursday, May 27, 2021

“Ese tiempo de llevar una palabra de esperanza en Facebook Live todos los días ha sido precioso. La gente escribe, la gente llama, gente llega a la iglesia y nos dice: ‘le he estado escuchando’. Gente con mucha necesidad ha llamado”, indicó.

Particularmente, la pandemia afloró la depresión y la ansiedad. Se atendían a los afectados por videollamadas en aquel entonces. “Cientos y cientos y cientos de personas. Mira, ahí están los expedientes”, dijo. Justo al frente de su oficina hay estantes con montones de expedientes.

Mientras, en la nave principal, que tiene capacidad para 900 personas, mirando hacia el altar en el extremo superior derecho hay una cabina. De primer plano se observan varios monitores. Ahí se mezclan las imágenes y los sonidos.

“Desde aquí nosotros transmitimos, sacamos lo que ocurre en las cuatro paredes de este templo para todas las redes sociales disponibles, Facebook, YouTube, Livestream, compartimos lo que pasa aquí, no solamente con gente de Puerto Rico, sino obviamente con el resto del mundo”, explicó Roberto.

Pese a las circunstancias, la congregación en San Juan nos contó que la pandemia funcionó como un "catalizador" para pulir la producción de sus servicios virtuales.

Del batallón de servidores, unos 30 componen el área de producción técnica y creativa. Los cultos virtuales llegan a países tan distantes como España y Argentina. En vivo se conectan entre 400 a 800 personas. Luego que el video queda grabado, alcanza entre 15,000 a 20,000 views. En Facebook suman 132,023 likes y 149,907 followers.

“La pandemia funcionó como un agente catalizador para pulir aquellas cosas que necesitábamos ponerle un poco más de empeño para trabajar con excelencia y llegar a todas estas personas”, afirmó. “Ha hecho que aumente la gente que se conecta con nosotros y no solamente a un video ‘live’, sino que nos escriben, que tienen peticiones de oración, que necesitan quizás alguna ayuda que la iglesia les puede ofrecer. Y las redes sociales han jugado un papel fundamental para que esto se pueda hacer”.

Roberto trabaja en este ministerio desde el 2007 y “de forma intensiva” alrededor de dos años. Siembra su carrera profesional en la iglesia. Mientras hablábamos contiguos a una consola StudioLive 64S, recordó que para marzo del 2020 se repensaron las estrategias para virtualmente hacer un culto más tú a tú.

“Las cámaras que usualmente se encuentran en unos espacios distanciados del altar, las acercamos al altar. Hicimos un tipo sala para que la gente se sintiera que estamos en un espacio más íntimo, que estamos entrando a tu casa, que queremos compartir contigo, queremos hacer una forma más cómoda para que no sientas ese distanciamiento que fue realmente lo que ocurrió. Fue un trabajo de mover cámaras, mover luces, mover equipos de todo tipo para hacerlo un poco más íntimo, más personal, más cerca”, describió.

Roberto testificó que no se trata de un espectáculo, es respaldar la “dinámica de servicio” con recursos audiovisuales para cubrir necesidades y hacer sentir a la comunidad virtual “como si estuvieran aquí en la casa”.