La administración de la empresa Aerostar, que administra el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, confirmó la paralización momentánea del tráfico aéreo debido a la explosión de la nave Starship de SpaceX, que se desintegro poco después de su lanzamiento en Texas, durante horas de la noche de hoy.

“Hubo vuelos que tuvieron que aterrizar en varios sitios o regresar a sus orígenes. Los que no salieron se mantuvieron en tierra retrasados”, dijo una portavoz de Aerostar, que de momento no pudo precisar cuantos vuelos se afectaron.

Añadió que la situación se dio luego que se emitiera una orden de paralizar todos los vuelos, lo que se conoce como “Ground Stop”, aunque ya se reiniciaron las operaciones. Sin embargo todavía se desconoce la cantidad de vuelos retrasados. La orden se produjo ante la posibilidad de que fragmentos de la nave pudieran caer sobre el espacio aéreo local.

El cohete de 123 metros (403 pies) despegó de Texas poco antes del atardecer. SpaceX recuperó la primera etapa del cohete en la plataforma con enormes brazos mecánicos, pero los motores de la nave espacial en la parte superior comenzaron a apagarse mientras se dirigía hacia el este en lo que se suponía que sería una entrada controlada sobre el océano Índico, a medio mundo de distancia. Se perdió el contacto con la nave espacial mientras giraba fuera de control.

El vuelo, que debía durar una hora, no pudo liberar los satélites simulados en el espacio como estaba planeado. La nave espacial alcanzó casi 150 kilómetros (90 millas) de altitud antes de que aparecieran los problemas. De momento se desconoce dónde cayó la nave.

El 16 de enero, SpaceX perdió otra nave Starship, luego que esta explotara y se desintegrara en el aire, ocho minutos después de su lanzamiento desde Boca Chica, Texas. La explosión de la nave y los fragmentos tras la explosión, fueron visibles desde la Isla.