Naranjito. A simple vista y con solo experimentar una sola travesía, parecería que las condiciones del puente atirantado no son las mejores.

Las manchas negras que han ganado espacio poco a poco desde que fue inaugurado el 24 de octubre de 2008 por el entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá, la vibración que se siente cuando se transita sobre el río La Plata y las barreras ubicadas para limitar el paso por solo uno de los dos carriles disponibles han puesto en duda el buen estado de lo que pretendió ser un proyecto sinigual.

El alcalde Orlando Ortiz contó que los residentes le cuestionan “cuándo se va a terminar el puente. Hay preocupaciones de que el puente se va a caer. Yo he dicho 20,000 mil veces que no, que no hay problema estructural en el puente”.

Sin embargo, el puente atirantado sí sufre de serios percances. “La inversión de capital que se hizo no va a la par con la vida útil del proyecto, por eso es que el gobierno federal decide asignar una partida para hacer la reparación al puente atirantado”, detalló Ortiz.

Pero, sobre todas las cosas, la imponente estructura no resuelve el tapón diario entre Naranjito y Bayamón.

El puente atirantado, que lleva el nombre del primer legislador naranjiteño, Izcoa Moure, tiene 703 metros de longitud y está sostenido por dos torres en forma de diamante y 96 cables en forma de abanico. Fue construido a un costo de $31 millones.

Según estableció el alcalde, “en el año 2008 el entonces gobernador Acevedo Vilá, pues, se reúne con el contratista para acelerar la inauguración. Según información que tenemos, este proyecto estaba en calendario. ¿Qué sucede? Que la administración de aquel entones, al exigirle al contratista, el contratista accede con la condición de que no me reclame garantía, porque ellos estaban en calendario. Por eso es que posterior a eso, (la Autoridad de) Carreteras no pudo reclamarle garantías al contratista, porque ya el gobierno anterior había accedido a inaugurar la obra que todavía estaba en ritmo de construcción”.

En los reclamos por terminar la obra antes de tiempo, un obrero falleció. Además, llevó a inaugurar el puente con un fallo. Se trata de unas ondulaciones en el pavimento que crean vibraciones cuando el vehículo pasa y que, a su vez, provoca un desgaste acelerado de los 96 cables que le sostienen.

La Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) ha anunciado desde el 2018 que le hará arreglos al puente y que se tendría que cerrar por un periodo de seis meses aproximados para completar la obra. Pero, llegó el 2021 y nada se ha hecho.

“En buen estado”

Para que tenga una idea, en la Isla hay 2,300 puentes. Y, según expuso el director de la ACT, Edwin González Montalvo, “la ciudadanía puede estar tranquila. Todos están en muy buen estado”.

Explicó que cada dos años ingenieros y especialistas acuden a cada uno de los puentes a hacer inspecciones. Estas también se realizaron tras los fuertes sismos de enero de 2020. Pero, no se detectaron fallas.

“La ciudadanía puede estar completamente tranquila que están en buen estado”, reiteró el funcionario a Primera Hora.

Entre los 2,300 puentes, está incluido el atirantado como uno de los seguros para transitar.

“Ese puente no se cae para nada. El puente lo que básicamente tiene es que en las losas de hormigón hay ondulaciones que amplifican la vibración y aceleran la vida útil de cables”, expresó González Montalvo, al indicar que para provocar que los carros guíen de forma más lenta y no haya tanta vibración fue que se cerraron dos de los cuatro carriles.

Actualmente, Carreteras tiene una asignación de fondos federales de unos $500 millones, por lo que hay obras de mejoras en proceso para algunos de los puentes y otras obras, como rotulación.

Uno de los proyectos que destacó es un puente de Vieques, el cual se cerrará al tránsito próximamente. Allí, se colocará un pórtico para evitar el tránsito de camiones y se proyectan mejoras hacia el futuro.

El director de Carreteras explicó que, actualmente, esta obra está en estudios ambientales y trabajando con el diseño para realizar la reparación necesaria.

También se proyecta la construcción del puente de la carretera PR-359, en Yauco, el cual se demolió tras los efectos de los sismos.

Para finales de año la subasta

Para la reparación del puente atirantado, Carreteras tiene pautado realizar la subasta en el último trimestre del año. Esto llevaría a que las mejoras, que incluirían reparación de las ondulaciones de la losa, iluminación, arreglos en los cables y otras medidas de seguridad, se lleven a cabo en algún momento del 2022, informó González Montalvo.

Expuso que los trabajos demorarían unos seis meses y que, durante ese tiempo, el puente permanecerá cerrado.

“En un momento se contempló hacer el trabajo con un carril cerrado, pero para evitar que la vibración afecte y tener la solución, se determinó cerrar el puente”, señaló el funcionario.

González Montalvo explicó que los retrasos en la obra se deben a que el estimado en reparaciones fue de $12 millones y el único licitador que respondió a la subasta que realizaron hace varios años pidió $25 millones. Por lo tanto, se determinó dejar la subasta sin efecto.

La ACT, entonces, buscó disminuir el costo de la obra al realizar varias fases. La primera fase se trató de las mejoras a la carretera PR-167 y PR-148, que se utilizarían como desvío una vez se cierre el puente atirantado.

Estas mejoras a dichas carreteras, por un costo de $2.4 millones, concluirán a finales de abril próximo, dijo el director.

Tapón y accidentes

Aun cuando reparen el puente atirantado, los residentes de la montaña que toman la ruta de Bayamón para acceder a la zona metropolitana continuarían afectados por las congestiones de tráfico que se forman en la carretera PR-167.

“Arreglar el puente no elimina el tapón que nos encontramos en esa área de Van Scoy. Lo que elimina ese tapón es que se conecte el tramo de la PR-5 con lo que resta de aquí, del final del puente atirantado. Para ese proyecto nos hemos unido al alcalde de Bayamón, (Ramón Luis Rivera) y hay un compromiso del gobernador (Pedro Pierluisi). Eso de por sí eliminaría esa congestión de tránsito que ocurre en las mañanas y las tardes, que prácticamente hay seis luces que provocan ese taponamiento del tránsito en las horas pico”, explicó el alcalde de Naranjito.

El director de la ACT coincidió en que arreglar el puente no ayudaría a resolver la congestión vehicular que se crea entre Rexville, Bayamón, y Naranjito.

Informó que la agencia proyecta realizar la extensión de la autopista PR-5, por un costo de $150 millones. Sin embargo, no sabe cuándo esta importante obra se realizaría, porque dependen de que el Departamento de la Vivienda le desembolse fondos del programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres (CDBG DR).

En lo que llega el dinero, González Montalvo reveló que se trabaja con el rediseño de la ruta, estudios ambientales y adquisición de terrenos.

Destacó que, al ser una prioridad para el gobierno de Pierluisi, se pretende que la extensión de la carretera PR-5 comience en este cuatrienio.

En la espera de que estas obras se realicen, lo más que le preocupa al alcalde de Naranjito es que en la reducción de carriles del puente atirantado ocurren, al menos, un accidente por semana.

Cifras oficiales de la Comandancia de Bayamón establecen que desde el 2019 hasta finales de marzo se habían registrado 76 accidentes. En todo Naranjito, entretanto, sumaban 175 accidentes para estas fechas.

“La gente que no acostumbra a transitar por aquí, pues siguen. Cuando hay el embudo, ahí es que chocan. Al haber un carril, se cerró el puente. Deben poner más señales de tránsito para mitigar la seguridad vial. Eso es lo único que falta”, denunció el alcalde.

Más allá de las complicaciones, Ortiz indicó que el puente atirantado ha provocado que Naranjito progrese en el renglón turístico.

“El puente vino a traer un desarrollo”, sentenció.

Por su parte, el director de la ACT indicó que en toda la rehabilitación programada para el puente atirantado buscan retomar “el propósito con el que se construyó en un principio. En otros partes del mundo tienen estos tipos de estructura, ¿por qué nosotros no? Se va a trabajar, se va a arreglar y todo Puerto Rico, Naranjito, lo va a tener allí para el disfrute y su uso”.