Los padres voluntarios que llegan a las escuelas a ofrecer sus servicios son muchísimos, y en el caso del Complejo Ferial de Puerto Rico en Ponce, algunos permanecen fuera hasta que surja alguna oportunidad para entrar al improvisado plantel.

Una madre que estaba fuera dijo que se quiere sentir útil ya que como quiera permanece desde las 7:00 a.m. que deja a su hijo en el complejo, hasta que sale luego del mediodía. ,

Como vive lejos, casi a media hora, prefiere esperar y no quiere que su hijo use el transporte escolar porque prefiere estar segura de que este llegó bien.

Primera Hora llevó esta preocupación de esta madre, que prefirió no identificarse, a Gladys Ortiz Nolasco, coordinadora de la Oficina Integración, Familia y Comunidad y a Manuel Candelario Ramos, ayudante especial de la Administración de la Oficina Regional Educativa de Ponce.

Ortiz Nolasco, quien dijo que luego de la entrevista atendería a los que estaban fuera, presentó las listas con decenas de nombres de padres que quieren ser voluntarios y ayudar en distintas tareas.

“En este momento estamos aprovechando la oportunidad para tratar de educarlos, llevarles información, permitirles que compartan y vean la dinámica que tenemos”, dijo Ortiz Nolasco.

Mientras, Candelario Ramos, que fue director escolar, explicó que allí se sigue la misma dinámica que tienen las escuelas.

“Cuando tengo padres voluntarios uno los orienta… no podemos permitir que los primeros días de clase todo el que quiera ser voluntario diga; ‘yo voy’. Hay que hacer lo mejor por los estudiantes. Eso es lo que está ocurriendo en estos momentos”, indicó al mencionar que los padres voluntarios de las diez escuelas que se unieron en el Complejo Ferial llegaron con sus planteles.

Una sola escuela tiene 58 padres voluntarios.

La semana pasada se hizo una casa abierta y los padres tuvieron la oportunidad de enlistarse y recibir documentos.

“Luego de esto se habla con los directores y el trabajador social, porque tenemos que estar bien pendientes a la seguridad del estudiante”, dijo, por su parte, Ortiz Nolazco, al insistir que el proceso es riguroso.

Candelario Ramos explica que la función de la trabajadora social es esencial porque puede haber casos donde haya órdenes de protección.

Luego los padres seleccionados son orientados sobre el compromiso que contraen y los documentos que tienen que entregar.

Ya hay tres Centro de Apoyos a Padres, establecidos en igual número de escuelas en el complejo. Al momento, hay 35 padres activos y la cifra final alcanzaría los 80.

Algunos de los voluntaris, entre otras tareas, reciben a los estudiantes por la mañana, llevan a los niños a los baños, limpian el área e incluso permanecen en el salón de clases.

Sobre el transporte escolar, hay muchos padres que prefieren llevar a sus hijos.

Candelario Ramos dijo que ya tienen establecido por dónde sale el estudiante que recojera su padre y por dónde el que usa el servicio de transporte.

Inicialmente los padres alegaron desorganización pero ya se ajustó y no debe haber problemas mayores.

La seguridad allí es notable. Hay como 13 guardias escolares, y se le suman los estatales y municipales que se han integrado.

En cuanto a la queja de padres de que no se estaban ofreciendo los servicios a los estudiantes de Educación Especial, Candelario Ramos dijo que las empresas a cargo de las terapias son los que coordinan con los padres, aunque el servicio lo paga Educación.

Sin embargo, dijo que “se han identificado unas áreas (en el complejo) para unas terapias en particulares (como serían los servicios sicológicos”..

Ya la terapia ocupacional se está dando en el área del comedor y los otros servicios están para comenzar esta misma semana.

El funcionario recordó que allí hay servicios de sicólogos y enfermeros.

Por otra parte se informó que los procesos académicos están siendo trabajados conforme a los estipulado en los documentos normativos.

Se espera que próximamente, una vez concluya el proceso de adaptación y transición de los estudiantes, los maestros tengan los módulos para las clases básicas como inglés, español y matemáticas.

Estos se usarán como herramienta fundamental, recordó Candelario Ramos, en los pueblos afectados por los sismos: Ponce, Guayanilla, Guánica, Peñuelas y Yauco.