Unas 32 organizaciones de la sociedad civil que integran el colectivo nacional Todos Somos Pueblo, convocaron a la ciudadanía a salir a la calle para expresar su repudio a la crisis energética creada ante los constantes apagones, además de exigir la cancelación inmediata del contrato a la empresa Luma Energy por el daño ocasionado al país.

Asimismo, reclamaron la restitución de los empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que fueron trasladados a otras agencias del gobierno, con el objetivo de restructurar la corporación pública cuyo servicio de transmisión y distribución de energía está en manos privadas desde el pasado 1 de junio.

En conferencia de prensa realizada a mediodía frente a la estación AEE de Palo Seco en Cataño, representantes de varios sectores, entre estos, políticos, sindicales, religiosos y cívicos, anunciaron dos manifestaciones a nivel nacional, en vías de traducir la indignación expresada en las redes sociales a una participación masiva por un propósito común.

El primer evento será mañana viernes, 1 de octubre a las 5:00 de la tarde en la calle de la Resistencia frente a la Fortaleza en el Viejo San Juan, mientras que el viernes, 15 de octubre, estarán en el expreso Las Américas, aledaño al centro comercial Plaza Las Américas en San Juan, para la Gran Marcha contra Luma a partir de las 5:00 de la tarde.

“En términos de la logística, preparativos y organización, nuestros respectivos colectivos estamos haciendo la parte que nos corresponde y esto supone muchas horas y tiempo de trabajo. Sin embargo, necesitamos que el pueblo de Puerto Rico que nos ha solicitado que seamos voz y que organicemos mayor presencia combativa y de denuncia de este atropello a través del sistema eléctrico de Puerto Rico por parte de Luma Energy, el gobierno Puerto Rico y la Junta de Control Fiscal”, expresó el padre Pedro Rafael Ortiz Santiago, portavoz del colectivo nacional.

“Tenemos que poner manos en la lucha y el pueblo de Puerto Rico asista a estas dos grandes actividades. Los que no puedan asistir, que no se olviden que hay que hacer actividades a nivel regional y hay que seguir organizando durante este tiempo esta jornada de actividades en las respectivas comunidades y municipios”, resaltó el sacerdote católico.

Cabe destacar que, durante la convocatoria también estuvo la senadora María de Lourdes Santiago, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el expresidente de la UTIER, Ricardo Santos en representación de los jubilados, Eva Ayala, expresidenta de la organización magisterial Educamos, así como lideres de Prosol-UTIER, Federación Puertorriqueña de Trabajadores (FPT) y la Iglesia Metodista en representación de las iglesias protestantes, entre otros.

Ortiz Santiago describió la situación que viven los sectores más pobres del país, sobre todo, las personas con diversas condiciones de salud que sufren por la incertidumbre energética.

“Nosotros estamos pidiendo, nos reiteramos y exigimos la restitución de todos los empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica que han sido trasladados a otras agencias para que se unan a trabajar en la restructuración de la Autoridad, que esté en manos del pueblo de Puerto Rico y el gobierno y que se cancele el contrato de Luma. Yo creo que esta es una falta de respeto al pueblo puertorriqueño; el dolor del pueblo, el dolor de la gente pobre no puede seguir esperando. Definitivamente, las excusas y las explicaciones técnicas ya sobran”, declaró.

“La empresa de Luma se tiene que ir y el gobierno de Puerto Rico, junto a la Junta de Control Fiscal, tienen que responder por este agravio, como dice la Constitución de Puerto Rico, tienen que reparar el daño que están causando, sobre todo a las comunidades pobres de este país. Nosotros, los que vivimos y hacemos trabajo comunitario en distintos lugares y municipios somos los que estamos recibiendo el impacto de las lágrimas y de los sacrificios de gente enferma, que no se les puede venir con explicaciones a estas alturas de nuevo porque hay que brindarles alternativas concretas y hay que rescatar la AEE”, reiteró.

Asimismo, advirtió que el caos generado por la falta de energía eléctrica podría provocar muertes al igual que ocurrió tras el paso del huracán María cuando la Isla se quedó a oscuras por mucho tiempo.

“Ellos se quieren hacer de la vista larga para después venir a hacer un mea culpa, ya que la gente había muerto. No nos podemos dar el lujo en Puerto Rico de esperar a que la gente muera por unas malas decisiones del gobierno, de Luma y de la JCF, porque yo lo veo como un monstruo de tres cabezas que está dañando al país. Esto es un ejercicio que yo lo categorizo como diabólico porque es tremendamente dañino para el pueblo de Puerto Rico”, confesó.

De otra parte, el sacerdote católico arremetió contra la intención de privatizar los servicios esenciales en detrimento de los más desventajados.

“Esto es una campaña de vender al país, esto es una campaña de privatización que no se va a detener… por lo menos de parte de ellos; la vamos a tener que detener nosotros, el pueblo de Puerto Rico”, afirmó.

“Definitivamente, se acabaron las excusas, el pueblo de Puerto Rico tiene que asumir la responsabilidad porque no podemos estar desde las gradas y a través de las redes sociales haciendo las denuncias. Tenemos que tomar cartas en el asunto y tomar decisiones especificas y exigirle al gobierno de Puerto Rico y a la Junta de Control Fiscal de que esto no puede continuar”, acotó.

Finalmente, señaló el momento histórico en que se encuentra el pueblo puertorriqueño para que, al igual que en verano de 2019 cuando logró la renuncia del entonces gobernador Ricardo Roselló, se encamine hacia una nueva gesta patria.

“Yo creo que no podemos detenernos en este ejercicio… lo que se ha comenzado hay que continuarlo por el bien común. Me parece que uno de los elementos que tiene, por ejemplo, la doctrina social de la Iglesia (Católica) es la protección del bien común y ninguna de estas gestiones que se está haciendo a nivel de Puerto Rico por parte de la JCF y del gobierno, ninguno de estos ejercicios tienen que ver con proteger el bien común del pueblo puertorriqueño”, argumentó.

“A todo buen cristiano, a todo ser humano de buena voluntad, los convocamos a que no nos detengamos. Puerto Rico, no te detengas”, concluyó.