Ofrecen pruebas de COVID-19 a personas sin hogar
Como parte de la iniciativa recibieron también equipo protector y alimentos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Decenas de personas sin hogar tuvieron en la mañana de este miércoles un poco de alivio al recibir en la plaza de Río Piedras servicios de pruebas rápidas de COVID-19 y otras asistencias de equipo de protección como mascarillas y guantes, así como alimento.
“Yo vine a hacerme la prueba. Yo entiendo que todo ciudadano debe de hacer la prueba, que no hay que ir a buscarlo a la casa para esto. Tú tienes que moverte a hacer la prueba. Si salistes a comer, también tienes que salir a hacerte la prueba. Hay facilidades para hacer la prueba, y los ciudadanos que tengan techo pueden caer ahí y hacerse la prueba. Esto es una responsabilidad de cada ciudadano. El estado no me tiene que coger por la oreja, y decirme ‘tenemos un problema de salud, tienes que hacer esto’. No, póngase pa’ su número y ya está. ¡Dale boricua que yo creo en ti! ¡Vamos que esto lo acabamos juntos!”, ¡Pa’alante, que esto nos va a detener!”, afirmó con júbilo, desde su silla de ruedas, un hombre sin hogar que prefirió no identificarse por nombre, luego de hacerse la prueba, bajo una de las carpas instaladas en los alrededores de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar.
El hombre pidió a las personas un poco más de paciencia y dejar de enfocarse en asuntos de política y ataques a la gobernadora Wanda Vázquez, pues al final de cuentas, se trata de un asunto mundial y Puerto Rico está siguiendo guías de manera similar a como está haciendo el mundo entero.
“Es que hay mucha información negativa. Si tú llevas tu mascarilla, etcétera, y vas a tu servicio y todo, todo sale bien. Mira aquí como todo el mundo está llevando todo. Todos con su mascarilla. Pero la gente debería cooperar más, no estar en la calle. En la calle no hay nada. No hay drogas, no hay nada. Al adicto se lo digo, que aproveche ahora pa’ que deje el vicio”, sostuvo.
El hombre pidió tolerancia a las autoridades para permitir que las pocas ayudas que todavía recibían de ministerios e iglesias que proveían alimentos, para que “no los espanten. Han cogido miedo porque el mismo estado los ha asustado. Porque y que están muy pega’os, y les quitan el ánimo de servirnos. La Policía debería ayudar, porque vienen con ese ‘show of force’, que no pueden. No, no, no, déjenlo que lo hagan, que alimenten, pero que sigan las directrices del Departamento de Salud”.
Otro de los beneficiados por la iniciativa, Willie el de la guitarra, agradeció el esfuerzo y que “todo el mundo tenga las mismas oportunidades”, y la tranquilidad que ofrece hacerse una prueba “para uno salir de la duda”, pues quienes están en la calle sin hogar también tienen temor ante la enfermedad. “¿Qué podemos hacer? Protegernos y ampararnos y tratar de que nada nos pase. Eso es algo que nadie puede predecir. Cualquiera puede enfermarse con el virus”, comentó con aire de resignación, aunque agregó que “nosotros estamos acostumbrados a la calle. Nosotros sobrevivimos. No importa si hay terremoto, huracán, pandemia. Las condiciones para nosotros siempre van a ser las mismas. No tenemos luz, no tenemos teléfono, no tenemos agua, tenemos que buscarlo todo y además dormimos en la calle. Si vienes a ver no hay una diferencia grande como tal. Si pues, menos gente, tenemos que caminar más, movernos un poquito más”.
Agradeció que siempre aparece gente solidaria que “apoya” cuando va a algún lugar y “toca un poquito” su guitarra, así como las organizaciones que trabajan por ayudarlos.
“A la hora de la hora, la ciudadanía es la que hace que cambie el país, no el gobierno. Los actos en masa son los que cambian los países. Por más que un gobierno trate de poner leyes, si la población no lo aprueba… Eso históricamente está probado. La gente es la que dicta. Salen a la calle, si hay que limpiar se limpia, si hay que construir se construye”, expresó Willie el de la guitarra.
Por su parte, entre los organizadores se percibía la satisfacción de poder ofrecer un servició de tanta relevancia a ese sector que por lo general está siempre relegado.
“Este impacto es el primero que se hace estrictamente para personas sin hogar que están durmiendo en la calle, que son personas que están recibiendo servicios por programas de personas sin hogar o recibiendo servicios en calle. Así que la meta hoy es hacer mínimo 100 pruebas, máximo 200, para nosotros saber cuán propagado está el COVID en nuestra área geográfica”, explicó Belinda Hill, directora ejecutiva de la organización Solo Por Hoy, entidad que “se dedica a tratar de erradicar o reducir la deambulancia” que montó la iniciativa con la ayuda de otras instituciones y agencias como la Iglesia del Pilar, la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, el Departamento de Salud, el Departamento de la Familia, la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), así como la escuela de tecnólogos médicos.
“Le estamos dando equipo protector, mascarilla, al que lo desee los guantes, le estamos entregando una merienda, agua, y la prueba”, explicó Hill sobre el servicio que estaban ofreciendo. Agregó que después cualquiera de ellos podría obtener copia del resultado de la prueba, para cualquier gestión relacionada a algún proyecto que exija que tengan una prueba hecha para poder entrar al mismo.
Contrario a lo que muchos pudieran pensar, explicó Hill, las personas sin hogar están informadas sobre lo que está ocurriendo y conscientes de los peligros del virus, al punto que algunos rechazan ir a albergues de emergencia, para evitar estar aglomerados con otras personas.
“Por primera vez en todos los años que llevo trabajando esto veo a las personas sin hogar con miedo. Yo siempre los he visto con una necesidad. Pero en estos momentos, es justo decir que viven con miedo. ¿Miedo por qué? Porque no hay cómo protegerlos, no hay para donde enviarlos”, lamentó Hill, al tiempo que hizo un llamado a la población en general a mostrar más empatía hacia las personas sin hogar que, con todos los cambios que ha suscitado la pandemia, están padeciendo todavía más necesidad de la que padecen usualmente.
“Nosotros salimos a diario y por primera vez uno ve una necesidad mayor. El COVID ha provocado una escasez en la economía subterránea por decir. No estoy diciendo una economía ilegal, sino que nuestras personas sin hogar viven de los donativos, del pesito, de quién trae el almuerzo, quién les da, quién le regala una caseta de campaña, y eso está inexistente ahora. Tú ahora mismo si vas por una avenida, tú no le bajas el cristal a una persona sin hogar, donde históricamente le bajabas la ventana y le dabas un pesito, una merienda. Lo que sea que tú aportabas a esa comunidad, no se está aportando”, subrayó Hill, agregando que además para el 38% de personas sin hogar que son adictos a sustancias controladas están sufriendo el hecho que tampoco hay drogas en las calles, por lo que están necesitando tratamiento o entrar a programas para atender esa adicción.
Tal es el grado de desesperación entre muchas de estas personas, que algunos incluso temen hacerse la prueba “porque dudan si quieren saber, porque si es positivo, ¿qué voy a hacer? Y para mí eso es un sitio horrible para un ser humano tener que estar”.
Afortunadamente, luego de unas 40 pruebas realizadas, ninguna había arrojado positivo. En caso de que se diera alguno, sería llevado a una estación médica para hacerle la prueba molecular. Si llegara alguien con síntomas y fiebre, sería llevado de inmediato a recibir atención médica.
Según indicó Hill, el más reciente conteo de personas sin hogar, que se hizo en enero de 2019, registró unas 2,400 a 2,600 personas, pero “nosotros estimamos que hay unos 4,000”, y lo sustentan a través de su sistema, que atiende a la vasta mayoría de personas sin hogar, “y sabemos que tal vez por cada persona que contamos pudiera haber una más en calle”.
La directora ejecutiva de Solo Por Hoy destacó que la pandemia del COVID-19 podría traer la oportunidad de que la sociedad preste más atención a las personas sin hogar. “Creo que este es un buen momento para que la sociedad en general, tanto el mundo corporativo como el gobierno entiendan que estar sin hogar le pasa a cualquiera y que es responsabilidad de todos ayudar y aportar a que las personas sin hogar puedan tener los servicios y lo más esencial para poder protegerse en este tiempo”.