Ocupadas con actividad agrícola todas las tierras de los cañaverales
La Central Coloso intenta resurgir con un gran sembradío de caña.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Todos los terrenos de las antiguas centrales azucareras se encuentran alquiladas a agricultores, principalmente, para el pastoreo de ganado, aunque su uso puede cambiar, informó el secretario del Departamento de Agricultura (DA), Ramón González Beiró.
“Las tierras están rentadas. Las centrales están cerradas, obviamente, todas; pero las tierras están arrendadas a agricultores particulares”, afirmó el titular de la agencia en entrevista con Primera Hora.
Aceptó que estas tierras de los cañaverales están en zonas inundables, como las que bordean la Central Roig, en Yabucoa. Por tal razón, el DA está en proceso de adquirir maquinarias para la limpieza de los drenajes que eran utilizados cuando la siembra de caña estaba en su apogeo y que los agricultores que las tienen alquiladas puedan reutilizarlas para algún cultivo, en vez de pastoreo.
“Siempre hay espacio para cambiar el uso o los cultivos que estén ahí con los agricultores que las tienen (las tierras arrendadas)… Tenemos, por ejemplo, en el área de Yabucoa, que establecer unos mejores pastos y un sistema moderno de producción de ganado de carne. Vamos a seguir ahí modificando lo que hay. Pero, al momento, están arrendados los terrenos (de las centrales). Recuerda que muchos de los terrenos, sobre todo en el norte, muchos de los terrenos de la Autoridad de Tierras, al desaparecer la caña, dejaron de limpiar los drenajes y estamos en ese proceso. Estamos adquiriendo maquinaria para poder limpiar todos esos drenajes y poner cultivables nuevamente esos terrenos que hoy están arrendados estrictamente para el ganado de carne, porque en ocasiones se llenan de agua. Todos esos mantenimientos se hacían con la caña y todo eso, pues, se dejó atrás”, explicó.
¿Qué tipo de actividad agrícola hay en estas tierras?
“Hay ganado de carne, plátanos o ñame, hay hortalizas, hay un poco de todo”, detalló el funcionario, al añadir que también hay fincas que se usan para sembrar pasto para el ganado.
Sí, también hay caña.
El sembradío principal se intenta levantar en la Central Coloso, en Aguada. Allí, la empresa Raising Cane está en proceso de llenar 938 cuerdas de terreno con este suculenta y dulce hierba. Su mira está puesta en suplir de jugo o melaza a las destilerías de ron de la Isla, como Bacardí y Don Q, según surge de la página cibernética de la empresa.
En las tierras de la Central Coloso también hay una distinguida siembra de ñames, dijo el secretario.
Los detalles salieron a la luz cuando esta diario buscó conocer qué ha ocurrido con una propuesta legislativa que la senadora Keren Riquelme presentó a finales de enero pasado para “realizar una investigación profunda y exhaustiva sobre la viabilidad de reactivar los terrenos y la infraestructura de la Central Coloso en Aguada para la siembra y procesamiento de caña, evaluar la viabilidad de desarrollo económico a nivel local, nacional e internacional de la venta y distribución de productos derivados de la caña, evaluar el desarrollo turístico y económico del área que la reactivación de esta industria traería, y otros asuntos”.
Según surge de su historial legislativo, esta medida ni siquiera ha sido asignada a comisión para ser analizada.
Primera Hora solicitó una entrevista con Riquelme, pero su portavoz de prensa, Josian Vázquez Díaz, dijo que supuestamente la legisladora “está cuadrando unas visitas con el Departamento de Agricultura” a la Central Coloso y que se atendería el tema una vez la misma se realice.
Según informó González Beiró -y reafirmó el administrador de la finca Raising Cane, Héctor Martí Hernández-, las tierras de Coloso están todas ocupadas o en vías de ser sembradas. Lo único que no está en funciones es el histórico edificio representativo de la actividad azucarera que, por años, reinó en la Isla durante el siglo pasado.
“Eso está allí. Es un molino bien viejo y gigantesco. Eso está ahí cerrado... Eso se puede alquilar, pero es un molino bien grande. O sea, necesita bastante caña para operar de una forma eficiente”, precisó el secretario de Agricultura.
Martí Hernández fue más lejos al advertir que el edificio está tan deteriorado, que sus partes colapsan de repente.
“Ese edificio está en un abandono que, en realidad, allí nosotros no podemos hacer nada. Además, eso está protegido por el Instituto de Cultura (Puertorriqueña, por lo que hay que seguir ciertos estándares para su reconstrucción) y sale más costoso. Eso es un peligro lo que hay allí”, comentó.
Fue el 27 de septiembre de 2019 que la Autoridad de Tierras y el Departamento de Agricultura anunciaron el acuerdo de arrendamiento de las 938 cuerdas de terreno de la Central Coloso a la empresa Raising Cane con el fin de desarrollar allí una pequeña central y destilería de ron artesanal.
El secretario de Agricultura informó a este diario que ha visitado la finca y que la empresa todavía está en el proceso de siembra de caña para comenzar su producción.
“Ellos están sembrando. Comenzaron sembrando y de la misma caña que siembran han seguido propagando y sembrando hasta completar la finca. Están al día en su pago. Ellos tienen un área de la antigua Central, donde eran los talleres, arrendados y de ahí tienen sus operaciones, toda su maquinaria y eso. Yo he visitado el proyecto y están bien”, manifestó González Beiró.
Expuso que fue como en el 2021 que se comenzó el proceso de sembrar caña.
Parte de la tardanza para comenzar las operaciones, contó Martí Hernández, se debió a que la empresa se demoró en conseguir los permisos de operación de las mismas agencias gubernamentales. Además, la finca estaba “deteriorada” y tuvieron que invertir tiempo en realizar las mejoras necesarias para comenzar a sembrar.
“El proyecto está en su momento más grande. Lo que pasa es que todo el mundo quiere ver un molino construido y que las cosas estén funcionando. Pero, esas son cosas que se hacen con el tiempo”, indicó el administrador de la finca.
En la actualidad, la empresa cuenta con unos 17 empleados. La operación principal consiste en usar la caña que cosechan, que se demora unos 10 meses en crecer, como semilla para sembrar la tierra que todavía no han ocupado.
Cuando se inició el proceso, “allí lo que quedaba eran como 40 cuerdas de semilla buena y nosotros poquito a poquito hemos ido cortando y replicando la semilla”, precisó.
Martí Hernández indicó que en la actualidad tienen sembradas alrededor de 300 cuerdas de caña. Informó que en noviembre próximo comenzarían el proceso sacarla para plantar la nueva semilla y así extender el territorio ocupado. Esperan que para el próximo año o dos poder cubrir la totalidad de la finca.
La empresa augura también comenzar el proceso de construcción de su planta procesadora en el próximo año. Esta construcción podría demorar entre dos o tres años, indicó el administrador.
Mientras Raising Cane se enfoca en todo este proceso de llenar 938 cuerdas de caña, su operación no deja ganancias. En cambio, trabajan con millonarias pérdidas, que ha incluido la compra de costosa maquinaria, el pago de empleados y el trabajo de la tierra.
“Al gobierno se le solicitaron incentivos para el proyecto. El gobierno, cuando llegaron los incentivos de Regrow, nos los denegaron, porque el jefe, (Roberto “Bob” Apfel), es extranjero y no tiene licencia de que vive en Puerto Rico. Nosotros operamos en pérdida, sí. Estamos, básicamente, haciendo todo del bolsillo de inversionistas. Si uno recibiera un poquito más de ayuda, quizás pudiese avanzar un poquito más”, sostuvo.
Este es el tercer proyecto que en los pasados 10 años se intenta realizar para revivir la caña en la Central Coloso. Martí Hernández detalló que un esfuerzo del 2014 realizado por la Compañía Rones de Puerto Rico “terminó en nada” y luego la empresa Serrallés intentó retomarlo. Pero, tras el paso del huracán María, los esfuerzos fueron abandonados. Habrá que ver si en los próximos años, los trabajos de Raising Cane rinden fruto.