El confinamiento y distanciamiento social a causa de la pandemia del COVID-19, los problemas económicos, la incapacidad de jefes de familia de reintegrarse al mundo laboral y la educación virtual de los menores, han traído múltiples retos, sobre todo en la crianza y educación dentro del entorno familiar. Esto ha impactado los niveles de maltrato infantil en Puerto Rico, reflejando así un aumento significativo en los casos de referidos a la agencia este año.

Para abril del 2020, el Departamento de la Familia (DF) había recibido unos 3,069 referidos por maltrato a menores, lo que aumentó en un 21.4% este año ya que, hasta el 6 de abril la agencia reporta unos 3,727 referidos.

“Estos son los que se reciben a través de la línea de maltrato y se procede entonces a realizar la evaluación e investigación de los referidos. Sí, los referidos de maltrato han estado en aumento y lo que estamos viendo es un reflejo de que nuestra comunidad, vecinos, profesionales, maestros están haciendo ese llamado de alerta a través de las líneas de referido para que se pueda evaluar e investigar los casos y proveerle los mejores servicios a los menores para que estén seguros. Pero no necesariamente ha habido un aumento en los casos sino que se refleja entonces el llamado de la comunidad a utilizar su voz de alerta y es lo que estamos viendo”, explicó la secretaria del DF, la doctora Carmen Ana González Magaz.

En términos de las causales para este aumento en los casos referidos, González Magaz plantea que son varios factores los que se han unido para provocar estas situaciones lamentables y, principalmente, son parte de las nuevas realidades de la era del COVID-19.

“Ciertamente, los estresores sociales sí inciden y sí están asociados. Otra cosa es que estos menores han estado confinados en su casa, así es que las diferentes alternativas que tenían los padres o las personas encargadas de esos menores se han visto limitadas, sus redes de apoyo han estado afectadas e impactadas. Los menores al estar en la casa confinados no tienen las oportunidades para canalizar sus energías por eso quizás también ha habido un aumento. Son diferentes factores, los reconocemos,”, afirmó.

Por su parte, la sicóloga clínica del Departamento de Siquiatría del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), la doctora Mayra Olavarría, afirma que sí se ha visto un aumento en el maltrato de menores y establece las posibles razones para este aumento.

“Basado en lo que vemos en los casos típicos, el maltrato infantil en la pandemia debe haber aumentado y se debe haber recrudecido porque tenemos a los niños y a sus cuidadores (madres, padres, abuelos), a las personas que se ocupan de ellos, encerrados en la casa. Pasan más tiempo juntos, comparten más actividades entre ellas la de estudiar, acceder a servicios educativos a través de línea, por teléfono o por computadora. Eso hace que el cuidador se convierta también en un maestro, esto aumenta la carga emocional en los adultos y ¿con quién se van a desquitar? Con el que se desquitaban previamente, con el menor”, expuso la doctora Olavarría.

Ante la realidad que vive el País, con solo algunas escuelas abiertas y los niños en sus hogares, la sicóloga establece que estos están más “vulnerables” que antes, lo que aumenta la posibilidad de que sean víctimas de maltrato y no tengan asistencia. “Los niños están definitivamente más vulnerables. En tiempos normales los niños van a la escuela y allí están los maestros, los trabajadores sociales, orientadores y personal que está adiestrado para ver los signos y síntomas de maltrato y poder reportarlo. Así que tienes a los niños cautivos en la casa, eso los hace más vulnerables porque están más accesibles al golpe, al regaño, a la privación de alimentos o de otras cosas de parte de esos adultos que les cuidan. Están lejos de quienes lo pudieran ayudar, dando la voz de alerta”, sostuvo.

Según las entrevistadas, otro factor que pudiera estar incidiendo en el maltrato infantil, es la situación económica de las familias, la cual en algunos casos se ha tornado peor que previo a la pandemia, debido a que muchos padres y madres de familia han tenido que dejar de trabajar para poder cuidar y velar por la educación de sus hijos, trastocándose así el presupuesto familiar.

“De acuerdo a estadísticas del Instituto del Desarrollo de la Juventud, en niños entre 6 y 11 años hay un 56.3% de menores bajo el nivel de pobreza. Mientras que en las edades de 12 a 17 años hay un 53.4% de menores bajo el nivel de pobreza. En el caso de menores de 18 años provenientes de familias monoparental, donde la madre es jefa de familia, se ve un aumento exponencial con un 70% de esos niños bajo el nivel de pobreza”, informó la doctora Olavarría.

La titular de Familia, reconoció la realidad económica que enfrentan muchas familias en la Isla y aseguró que trabajar con el problema de la pobreza infantil es uno de los enfoques de la administración actual.

“Obviamente, sabemos que hay una crisis económica, aunque ha habido muchas ayudas del gobierno federal y del gobierno estatal, todavía la realidad es que nos hemos visto limitados a desarrollarnos en términos profesionales por el COVID y por estar en el hogar con nuestros menores”.

“La plataforma de gobierno de Pierluisi, entre una de sus prioridades es el trabajar con la pobreza infantil, reconociendo que es vital. Número uno en términos de salud física y mental de nuestros menores, los limita o les impide en términos educativos y de aprendizaje, aparte de la movilidad social y económica. Así que nosotros estamos trabajando también con la pobreza infantil a través de acuerdos colaborativos con el Instituto de Desarrollo de la Juventud, porque el gobernador va a estar acogiendo las recomendaciones del Instituto y estamos desarrollando un comité asesor, incluyendo a Boys & Girls Club y otras organizaciones”, dijo la doctora González.

En términos de cómo las familias pueden lidiar con los retos de la pandemia y evitar el maltrato, la doctora Olavarría recomendó a la familia externa de los menores estar vigilantes a patrones de maltrato y que ese núcleo busque ayuda psicológica así como también acuda a las agencias gubernamentales correspondientes.

“Esto es un problema bien complejo a nivel biosicosocial. La familia externa que se dé cuenta de lo que está sucediendo, debe orientar a estos padres para que puedan manejar mejor su estrés sus situaciones para que no se desquiten con los niños. Si había maltrato previo, hay que observar si esto ha exacerbado y, en muchas ocasiones, hay que reportar al Departamento de la Familia para que tome acción, ya sea visitando, dando orientación, buscándole ayudas en agencias externas para resolver el asunto”.

“También hay que orientar a la familia a buscar ayuda sicológica, siquiátrica, buscar ayuda en actividades comunitarias para poder trabajar con este maltrato que esta exacerbándose o que empieza a darse en la familia porque es deber de todos nosotros los adultos proteger a los niños que están siendo maltratados”, insistió la sicóloga clínica.

El DF busca aliados

A tono con la conmemoración del Mes Contra el Maltrato Infantil, González Magaz anunció el inicio de una campaña mediática en contra de este mal social y afirmó estar “esperanzada” en que el mensaje que su agencia está promoviendo de “corresponsabilidad”, siga rindiendo frutos.

“Nosotros estamos utilizando el lema #YoDefiendoelFuturo porque son nuestros niños y nuestras niñas, adolescentes y jóvenes adultos, los que van a ser parte del futuro y es importante mantenerlos seguros, protegidos y, sobre todo, enseñarles lo que son los medios de resolución de conflictos adecuados, positivos y saludables”, dijo la Secretaria.

“Sabemos que como ente gubernamental, nuestro norte es el bienestar de nuestros menores, pero necesitamos la cooperación de toda la comunidad para identificar las señales de maltrato y proveerle a esos menores la oportunidad a través de nuestra línea de referidos para que puedan ser evaluadas sus situaciones. Ese es el llamado”, puntualizó la funcionaria, no sin antes instar a la ciudadanía a llamar al 787-749-1333 para denunciar posibles casos de maltrato.