La balacera que se prolongó casi una hora no dejó heridos, pero hizo patente la larga historia de tensión que ha permeado entre los dos complejos de la vivienda y otros cercanos como Monte Park, Jardines de Campo Rico y Jardines de Country Club. 

Sin embargo, esta tarde, vecinos de estas comunidades “invadieron” Monte Hatillo, pero para jugar baloncesto, como parte de una actividad organizada por la Policía y la Administración de Vivienda Pública.

Víctor Pubill, de 18 años, vecino de Jardines de Berwind, esperaba por el inicio del partido entre sus compañeros y el equipo de Jardines de Campo Rico. Como muchos en la zona, conoce de la rivalidad y ha sufrido en carne propia sus efectos. 

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“Me siento raro al no ser de aquí…”, contestó cuando se le preguntó cómo se sentía visitando Monte Hatillo. “Por eso de las guerras y esas cosas”, explicó.

Según contó, tiene familia en Monte Hatillo, pero cuando cruza la avenida 65 de Infantería “los dejo en su casa y me voy para la mía. No vengo hasta acá arriba”.

Sin embargo, dijo que no pierde la esperanza de que el ambiente en la zona cambie y coincidió en que actividades de confraternización como las de este jueves pueden ayudar. 

“Sería mejor y vamos a poder socializar más. Yo quiero que la cosa cambie y esté mejor”, manifestó al ser entrevistado en la cancha bajo techo de Monte Hatillo. 

Mientras Víctor hablaba, el equipo de ese residencial superaba al quinteto de la Policía, un combinado integrado por agentes de las Divisiones de Relaciones con la Comunidad. 

Observando a lo lejos el partido se encontraba Santos González, un policía retirado, criado en Monte Hatillo. 

“Hace falta iniciativas como esta. La juventud no está perdida. Soy del residencial y me crié en el residencial”, afirmó al explicar que el tiroteo del 2 de septiembre, que provocó el cierre de un amplio tramo de la 65 de Infantería por más de una hora, no es necesariamente responsabilidad de vecinos de Berwind o de Monte Hatillo. 

“El gobierno no tiene unas herramientas para tratar de lidiar con estas situaciones. Hace falta herramientas, no políticas para poder ayudar a la juventud”, argumentó.

Por la misma línea se expresó Caroline Quiñones, residente en Monte Hatillo. “Lo que se dice de nosotros no es real. Antes había muchas iniciativas, pero eso se ha perdido. Ahora vemos que otra vez quieren montar diferentes organizaciones de ligas menores….”, dijo con cierto aire de esperanza.

A juicio de Laruschka Santos, vecina de Jardines de Berwind, el público ajeno a la dinámica entre los residenciales de la 65 de Infantería no necesariamente tiene los elementos para pasar juicio sobre lo que allí ocurre. “Es la realidad, cuando pasan situaciones así (el tiroteo del 2 de septiembre) es que quieren hacer cosas”, comentó. 

Uno de los encargados de impulsar cambios en estos residenciales lo es Gabriel López Arrieta, director de la Administración de Vivienda Pública. 

“Esto se trata de reclamar espacios importantes para no dejar que sea la criminalidad quien la ocupe”, manifestó el funcionario al explicar que su agencia busca desarrollar en Monte Hatillo un plan implementado en el vecino residencial El Prado, donde, según dijo, a través de la construcción de un área recreativa se la logrado involucrar positivamente a la comunidad. “Lo que queremos es que la comunidad se apodere… no importa los millones que invierta Vivienda Pública, si la comunidad no se apodera de su comunidad no estamos haciendo nada”.

Segundos después de intentar sin éxito un tiro brincado en la cancha del caserío, el superintendente de la Policía, José Caldero, afirmó que la actividad de hoy tiene varios fines, como reclutar niños para la Liga Atlética Policiaca y eventualmente crear un consejo de seguridad vecinal en Monte Hatillo. Mientras conversaba con este medio, decenas de niños jugaban baloncesto con varios policías.

“Queremos que la niñez vea al policía como su amigo, un compañero más. En la caminata (el 2 de octubre) muchos niños se nos acercarnos para (pedir) entrar a la Liga Atlética y eso es lo que queremos, que la Policía y la comunidad trabajen juntos”, puntualizó Caldero.

El titular de la Policía indicó que el plan de seguridad iniciado en Monte Hatillo continuará por tiempo indefinido.