La Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR) hizo el sábado un llamado a los ciudadanos a reflexionar críticamente sobre las causas reales y profundas de situaciones de extrema violencia como la que sacudió al país el pasado martes con el asesinato de una familia en Guaynabo.

Con un reconocimiento profundo al dolor y la frustración, la presidenta de la APPR, Sheilla L. Rodríguez Madera, explicó en comunicado de prensa que “es usual que este tipo de evento fomente que las personas sientan desesperanza y deseos de lograr ‘justicia’ mediante medidas draconianas, como es el caso de la pena de muerte”.

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Sin embargo, consideró la psicóloga, que aunque las personas responsables del acto merecen ser castigadas por su ejecución, la pena capital no debe ser la opción.

En su exhortación a la reflexión, Rodríguez Madera expuso que muchas de las causas de este tipo de evento tienen que ver con la inequidad que se vive en nuestra sociedad.

“Es un reflejo de un problema social mucho más amplio que se relaciona a la falta de opciones que genera la opresión social, la falta de educación, y las pobres destrezas de manejo de conflicto, entre tantas otras situaciones. Se sabe que este tipo de determinantes sociales afectan negativamente las dimensiones física y mental de la salud de la gente”, señaló la experta en conducta humana.

Rodríguez Madera añadió que “no se le puede dar al estado un ‘cheque en blanco’ para matar a una persona que ha realizado un acto criminal porque se sabe que en contextos donde la pena capital existe, quienes se ejecutan son las personas pobres y, en su mayoría, pertenecientes a grupos minoritarios”. 

“Los ricos no van al corredor de la muerte. También se sabe que este tipo de castigo extremo, que violenta los derechos humanos, rara vez sirve de disuasivo para las personas que cometen crímenes”, sostuvo.

Según indicó, la salud pública y la seguridad ciudadana necesitan que “nos repensemos como sociedad en vías a transformar las condiciones para que las personas puedan disfrutar de buena salud, calidad de vida y derechos humanos”.