No le han metido mano a los caimanes
Experto advierte el peligro que representan estas especies ilegales y urge al Gobierno a tomar medidas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Así lo explicó a Primera Hora el reconocido biólogo -experto en reptiles y anfibios- Rafael Joglar, quien lleva años estudiando la prevalencia de los caimanes que, según sus investigaciones, tienen presencia en los 78 municipios de la Isla.
“Un estudio que hice hace tiempo concluyó que había de estos animales entre 38 a 40 pueblos. Pero a estas alturas los caimanes están en todo Puerto Rico, incluyendo Vieques y Culebra”, expresó.
La inquietud de estos hallazgos predomina porque, aunque la investigación de Joglar documenta que en Puerto Rico prevalece el caimán de la especie Caiman crocodilus, conocido por tener manchas negras cerca de los ojos, lo cierto es que otras especies mucho más peligrosas han sido identificadas en el territorio.
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El profesor universitario detalló que se han encontrado al menos otras tres especies adicionales: Aligator Americano (Alligator mississippiensis), el Cocodrilo Americano (Crocodrylus acutus) y el Cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus). Dijo, además, haber recibido información, aunque no ha podido confirmarla, de que han habido avistamientos de una cuarta especie sumamente peligrosa: Caimán Negro (Melanosuchus niger).
“En el caso de los Alligators, estamos hablando de una especie peligrosísima que abunda en Estados Unidos y que en estados como la Florida se ha comido gente. Y aquí se encontró uno en Bayamón que, luego, se llevó al Parque de las Ciencias”, explicó.
Sobre el Cocodrilo Americano, manifestó que también es extremadamente riesgoso . “Es un animal bien agresivo que ha atacado mortalmente a personas en Costa Rica, por ejemplo”, dijo.
Sin embargo, el hallazgo que lo mantiene sumamente preocupado es el del Cocodrilo del Nilo. Dijo que la especie que se encontró en Puerto Rico era de más de cinco pies y, actualmente, está ubicado en el Centro de Confinamiento de Especies ubicado en el Bosque Cambalache de Arecibo, el cual es custodiado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA).
“El cocodrilo del Nilo sí que es un reptil peligrosísimo. Estamos hablando de un animal bien agresivo que se come más de 300 africanos todos los años”, aseveró quien tuvo la oportunidad de ver de cerca al animal tras realizar una visita al centro.
“No estoy diciendo que estas especies estén establecidas en Puerto Rico, pero sí fueron introducidas y eso ya es peligroso y preocupante. Pero aquí, las autoridades no le han dado la importancia que requiere no sólo por el impacto serio que tiene a nuestro ecosistema, sino porque son especies que ponen en peligro al ser humano”, expresó quien hizo un estudio para confirmar de qué se alimentan los caimanes, especialmente el que es común en la Isla, y el mismo determinó que en su mayoría comen anfibios, vertebrados, aves y mamíferos.
Agregó que de arranque el Gobierno debe empezar a educar a los ciudadanos sobre la peligrosidad de poseer este tipo de animales exóticos que son ilegales en Puerto Rico, según establece la Ley de Vida Silvestre.
“En Puerto Rico este tipo de especie invasora ha llegado como mascota por ciudadanos que los compran en el mercado negro. Es un secreto a voces que el mercado negro de animales exóticos es el tercero más lucrativo después de las ventas ilegales de drogas y armas. Y sabemos, que estos negocios, entre sí, están conectados”, manifestó.
Y es que, según Joglar, una de las cosas que descubrió cuando realizó un estudio sobre la prevalencia de caimanes en la Bahía del Estuario de San Juan, fue la conexión de este tipo de reptil con el bajo mundo.
“La policía nos advirtió que las personas que controlan los puntos cerca de la Laguna San José tienen caimanes en jaulas y que son utilizados para actos criminales”, manifestó.
Recortes de prensa evidencian que en allanamientos realizados por la División de Droga de la Policía de Puerto Rico, se han incautado caimanes, panteras, boas, pitones, cocodrilos, pumas y hasta sapos venenosos.
De hecho, un caso recordado fue el ocurrido en el 2009 con la pantera que pertenecía al convicto federal por narcotráfico Ángel Falero Vázquez, alias Goyo, quien tenía el animal en su casa en Caimito, Río Piedras.
También ha trascendido públicamente que en puntos de drogas de Barrio Obrero (Santurce), en residenciales de Carolina, así como en la barriada La Perla, en San Juan, hay caimanes. Cabe destacar que en este último sector, en una ocasión, la policía se encontró en medio de un operativo con tres sapos venenosos (color amarillo) cerca del área donde los delincuentes guardaban droga.