Luego del profundo impacto que dejaron los huracanes Irma y María, tanto en lo material como en la mente de la gente, la demanda por tormenteras se ha disparado a tal punto que no hay material suficiente en la Isla para fabricarlas, de acuerdo a la experiencia de empresas locales. 

“Hay muchos clientes nuevos, demasiados clientes nuevos”, afirmó Roberto Rodríguez, dueño de Tormenteras PR. “Ahora mismo los números son tan grandes, que no sé qué vamos a hacer, no sé de dónde saldrá la materia prima”. 

Rodríguez explicó que, después de María, como era de esperarse, tuvieron que hacer muchas reparaciones. Pero a eso se ha sumado una demanda que ha llevado a que en los meses que tradicionalmente apenas vendían, enero y febrero, hayan tenido más pedidos que los que tenían en mayo, que era el mes en el que registraban más venta por ser el que antecede a la temporada de huracanes. 

“Ahora mismo las ventas, si en mayo vendía 22 a 30 clientes, ahora mismo en enero vendí 45. Es parte de las razones por las que está escaseando el material”, agregó Rodríguez. 

“El aluminio no está llegando. Realmente, en estos momentos el acordeón color blanco no lo hay en Puerto Rico. Todo cliente que quiere acordeón blanco está en lista de espera”, detalló. “Ahora mismo la más sencilla, la tormentera de plancha, también están escaseando las guías que van arriba y abajo. Y también se está tardando”. 

La situación de escasez de materiales es tan crítica, que otra compañía que solía hacer tormenteras, Screens Masters and Home Designer, no las está haciendo por ahora, y así lo indica en grandes letras rojas en su página cibernética. 

“No estamos tomando órdenes de tormenteras, no hay materiales”, comentó Lizbeth Ortiz, administradora de Screens Masters and Home Designer. 

“La gente llama, y quiere eso rápido, y no lo podemos tener”, dijo, agregando que está refiriendo los clientes a otras fábricas.

“Toda esa demanda viene después de María. Y los que saben de tormentas dicen que va a ser peor, que las tormentas van a ser más fuertes”, añadió Ortiz, quien aseguró que de todas maneras están teniendo “mucha demanda de puertas y ventanas. Estamos ‘full’ con puertas y ventanas”. 

Según la administradora, parte del problema con los materiales también tiene que ver con el movimiento de mercancía en el puerto, alterado en gran medida por las operaciones de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (Usace), agencias que están usando parte de los muelles para mover una gran cantidad de mercancía relacionada a los esfuerzos de recuperación. 

“Ahora no hay material. Con lo de FEMA no están llegando los vagones con los materiales”, comentó Ortiz, agregando que además “ahora hay un protocolo más fuerte y se atrasa todo. Los vagones se atrasan en el puerto y se está demorando todo”. 

“No hay muchas alternativas, a menos que se vuelva a abrir la fábrica de aluminio que había aquí, que supuestamente se destruyó”, lamentó Ortiz.

Rodríguez, por su parte, manifestó que ante tal panorama están explorando la posibilidad de traer los materiales desde un tercer país, y apuntó a la República Dominicana como la posible alternativa.

“En Santo Domingo tienen también las mismas necesidades, porque allí también hay tormentas, y tienen que cubrirlas. Así que si no se puede resolver allí, pues tendremos que ir más lejos, hasta Panamá u otro país. Y eso encarece el producto”, alertó el empresario, lamentando que la escasez lleve a una subida de precio de los materiales. 

Rodríguez expresó temor de que la situación se complique aún más con la gente inescrupulosa que está aprovechando la alta demanda para timar a personas preocupadas por su seguridad. 

“Lo que tengo miedo es que cuando vamos a tu casa y hacemos cotización, se pide 50 por ciento para los materiales. Pero hay gente inescrupulosa que se pierde. Y mi temor es que la gente empiece a desconfiar y no crea que en realidad no hay materiales”, lamentó el hombre. 

Rodríguez pidió además a la gente que, teniendo en cuenta el panorama, “hagan su orden con tiempo, para que puedan tener su tormentera antes que comience la nueva temporada ciclónica”.

Con todo y la escasez de materiales, Rodríguez destacó que al menos una de las variantes de tormenteras que ofrecen sí está disponible sin dificultad, aunque tarda un poco porque el material se tiene que importar desde otro estado. 

“Es un producto de tela. Pero es bien resistente, tiene certificaciones de impacto. Y además se probó durante Irma y María. Ese material no está escaseando, lo que conlleva es un tiempo de espera porque se hace en Estados Unidos”, destacó Rodríguez.