Washington.-  El director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, afirmó hoy que el gobierno federal va a ayudar a Puerto Rico a salir del atolladero en que le ha dejado el huracán María, pero que sus problemas financieros los deben resolver por sí mismos.

Las expresiones de Mulvaney, hechas en CNN, buscaron suavizar las expresiones del presidente Donald Trump en e "Ll sentido de que la deuda pública de Puerto Rico – que ronda los $72,000 millones-, debería ser borrada.

“El presidente sabe que para que Puerto Rico sea arregle  a sí mismo va a tener que lidiar con esa situación de deuda”, indicó Mulvaney, un ex congresista que fue parte del grupo más conservador de los legisladores federales republicanos, el Freedom Caucus.

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Mulvaney afirmó que “el país..perdón…el territorio fue malamente administrado por largo tiempo”.

"Vamos a tener que eliminar eso", dijo Trump., cuando fue preguntado ayer en San Juan sobre la deuda pública de Puerto Rico. "Le vas a tener que decir adiós a eso", agregó Trump.

La reestructuración de la deuda pública, de acuerdo a la ley PROMESA, está ante un nuevo sistema de bancarrota judicial que preside la jueza Laura Taylor Swain.

Por medio de la Junta de Supervisión Fiscal que controla las decisiones financieras de Puerto Rico , el gobierno de Puerto Rico ha solicitado una reestructuración abarcadora de la deuda.

Pero, ahora, ante la catástrofe causada por el huracán María, el gobernador Ricardo Rosselló ha indicado que solicita al gobierno federal un préstamo con una baja tasa de interés, para resolver el problema de liquidez. Rosselló ha indicado que tan pronto como la semana próxima, el gobierno puede quedarse sin efectivo para manejar la emergencia.

La propia JSF ha autorizado a Rosselló el uso de $1,000 millones para los gastos de emergencia y reclamado al Congreso asistencia, ante los graves daños que causó María, que cree pueden alcanzar los $90,000 millones.

Hoy, el presidente del Comité de Recursos Naturales, el republicano Rob Bishop, tiene previsto hablar sobre posibles pasos legislativos.

Mientras, grupos sindicales han indicado que coinciden con el presidente Trump en que la deuda debe ser cancelada.