Niños que buscan hogar
El Centro de Acogida y Sostén Agustino promueve la adopción
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Neisha Pagán y Javier Figueroa hoy ríen a carcajadas junto a su adorado Xavier de 12 años, una alegría que contrasta con el sufrimiento que experimentaban hace unos meses por los contratiempos en el camino para adoptar al niño.
Comoquiera, en el contexto del Mes de la Adopción que se conmemora en noviembre, aseguran que lo volverían a hacer y no descartan buscarle un hermanito a Xavier.
El menor tiene dos hermanos mayores, hijos de Javier.
La historia de esta pareja es una de las que cuentan las monjas Glenda López, Blanca Colón y Sonia Meléndez, a cargo del Centro de Acogida y Sostén Agustino (CASA).
Fue precisamente desde el centro que acoge a menores rescatados del maltrato que el matrimonio Figueroa Pagán recibió la llamada para que el anhelo de convertirse en padres comenzara a hacerse realidad.
“En el 2014, recibo una llamada de CASA de que había un niño que buscaba unos papás; que era compatible con nosotros que también buscábamos un niño. Ahí es que conocimos a Xavier. Ese mismo día llegamos al hogar como voluntarios”, explicó Neisha, quien acepta que al principio le tomó por sorpresa “porque ya era un niño grande” (9 años).
Sin embargo, ya a la semana, la pareja que había buscado antes alternativas para convertirse en padres, incluyendo tratamientos médicos, sabían que ese niño grande era su hijo.
López intervino y dijo que el mismo día que ella vio que los padres y el menor se miraron, sabía que ya la suerte estaba echada.
Ese día Xavier lo recuerda como si fuera ayer. “Pues lo pensé, dije que sí y acepté”, concedió con una sonrisa.
Pero ahí comenzó el viacrucis.
Entre las muchas situaciones que confrontaron, la pareja mencionó que durante el proceso se enteraron que Xavier, que entró al Departamento de la Familia (DF) a los 3 años, estaba en custodia permanente de esa agencia, lo que significaba que el caso ya se había archivado como que nadie lo había adoptado.
También la agencia dejó vencer documentos y no cumplió con publicar algunos, como el edicto para completar la adopción. Esto retrasó la llegada del menor a su nuevo hogar.
Pero esas dificultades, expresó Javier, hicieron que la familia se uniera más.
“El día que Xavier se mudó a mi casa dijo, ‘este es mi cuarto' y se adueñó”, recordó el orgulloso padre.
“Unos tienen a sus hijos por el vientre y otros por el corazón”, destacó Neisha entre miradas de complicidad con su esposo.
CASA se estableció en 1991 con el propósito de “crear conciencia para evitar que ocurran las segundas heridas en el maltrato”, indicó López, quien mencionó que en el hogar se ha ofrecido también ayuda a cientos de padres maltratantes que pudieron reunificarse con sus niños.
Acepta que aún hay muchos que se quedan en el sistema hasta la mayoría de edad.
“A los 21 años te dicen adiós; el mismo día que cumplen años y nosotros queremos hacer algo útil y dejar un legado bien significativo. Por eso fundamos CASA”, agregó.
Pero aún queda mucho por hacer. Y hay lugares como CASA, y el DF donde le quieren devolver el estatus de hijo a un menor. Actualmente, CASA tiene 14 participantes entre las edades de 6 a 12 años. Usted puede ser voluntario o hacer una aportación a la institución.
Para servir como voluntario o hacer una aportación, se puede llamar al 787 732-7500 a acceder a www.casaconcredo.org.