Ñeta: 32 años de lucha carcelaria
Actualmente, los Ñeta son dirigidos por Bonifacio López Rivera.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Aclamados por unos, maldecidos por otros... así son los Ñeta, una organización carcelaria fundada hace más de 30 años bajo el nombre de Asociación Pro Derechos y Rehabilitación del Confinado por un ciudadano que perseguía acabar con los abusos que se perpetraban contra los confinados, tanto por el sistema como por otros reos.
El nombre del protagonista de esta legendaria historia es el notorio Carlos Torres Iriarte, apodado “la Sombra”, un hombre que para finales de la década de los 70 decidió crear el grupo en medio de un ciclo de abusos que se originaban por parte de un grupo de guardias penales corruptos que controlaban las instituciones en conspiración con algunos presos.
Entre los abusos que los Ñeta han destacado que ocurrían para la época, se incluye el patrocinio de abuso sexual, el robo de pertenencias que recibían algunos reos por parte de sus familiares y palizas sin sentido a otros confinados.
Fue entonces que en medio de la rebelión y múltiples huelgas surgió el grupo que se aglutinó para exigir respeto y que está incorporado en el Departamento de Estado como una asociación sin fines de lucro.
La tensión era tanta que años más tarde surgió una intensa guerra entre los bandos de reos, en los que murieron varios líderes de las gangas, así como otros presos. Entre los asesinados estuvo la Sombra, quien murió en el patio de la Penitenciaría Estatal, en Río Piedras, el 30 de marzo de 1981 en medio de un altercado, durante la hora de recreación.
Después del crimen, la ola de violencia se convirtió en un torbellino que los Ñeta lograron sobrepasar y en el que resultaron victoriosos, ganándose el respeto como asociación. De hecho, varios directivos del grupo han dicho públicamente que no hay rivalidades con otros bandos como Los 25, los 27 y Los Tiburones.
Actualmente, los Ñeta son dirigidos por Bonifacio López Rivera, quien tomó la batuta hace 15 años.
El convicto, que está preso desde 1989 por dos asesinatos en segundo grado y violación a la Ley de Armas, fue condenado a 30 años de cárcel. Tomando esa sentencia en consideración, las puertas de la libertad para Bonifacio podrían abrirse dentro de unos ocho años.
En cambio, el panorama parece nublarse para el convicto pues, aunque siempre ha sostenido que los Ñeta no son una organización criminal, ayer el grupo recibió un contundente golpe cuando diez de sus miembros fueron excarcelados y acusados de conspirar para, entre sí, asesinar a otro confinado de nombre Neftalí Delgado Rodríguez.
Aunque Bonifacio no está en el grupo de imputados, el secretario de Justicia, Guillermo Somoza, y el secretario de Corrección, Carlos Molina, no descartaron que se sume a la lista alegando que “la investigación está abierta”.
Por su parte, la relacionista del grupo, Lee Quiñones, negó que Bonifacio -quien fue trasladado súbitamente a una cárcel federal y será transferido a otra en Estados Unidos- tenga alguna vinculación con el crimen, que, según fuentes anónimas, podría estar relacionado con una posible desintegración de los Ñeta.
“Bonifacio no tiene nada que ver con ese asesinato. Y los rumores mal infundados por personas que ni siquiera dan cara son falsas. La Asociación de los Ñeta está más unida que nunca para mantener la paz en las instituciones”, manifestó.